rafagil
De la casa
Sin verificar
Cuando logré conseguir mi Bulova Conqueror de la primera serie anuncié que con ese reloj daba por cerrada mi colección de relojes art decó, razón que por fuerza no excluía que, en caso de que algo me interesase, fuese a echarle el anzuelo.
Y con eso de los anzuelos en realidad no se sabe a ciencia cierta quién pica realmente, si el pescado o el pescador. Yo piqué y él picó.
Pues bien, el reloj que picó -o con el que piqué- se trata de un relojito de dama de la primera serie Parisienne, lanzada por Elgin en 1928 con tanto éxito que se vendieron 150.000 ejemplares en el primer año de su existencia.
Dicha serie presumía de estar diseñada por los más afamados diseñadores de moda francesa.
Ya con la segunda serie Parisienne, Elgin anunció que su estética corría a cargo del prestigioso diseñador Lucien Lelong.
Publicidades de la época:
Todos los Parisienne de la primera serie son chapados en oro blanco de 14k y con decoración esmaltada del mas genuino gusto art decó. Se distinguen por tener unos diseños particularmente fuera de lo común hasta el momento y que rápidamente fueron imitados por toda la competencia estadounidense. Ésta abrupta irrupción de un estilo tan rompedor convivió con la línea tradicional de la época, del que también tengo un ejemplar, y con el que he querido contraponerlo.
Y como no hay dos sin tres, añado un tercer Elgin a la presentación, en éste caso de hombre. Los tres van dotados de la misma máquina, siendo la única diferencia que una, la 488, es de 7j y la 484 es de 15j. Por lo demás son idénticas.
En la primera foto, el Parisienne y un estándar de dama, por llamarle de alguna manera. Y ya en la segunda añado el serie Campus, de hombre.
Y sus respectivas máquinas.
Como se puede apreciar, la caja del de caballero va ahuecada. No se le puede llamar bata, dado que es todo una sola pieza.
Interior de las tapas. Dos de la Star y una de la Illinois Watch Case. Nada que ver con la Illinois Springfield.
Como curiosidad me queda decir que, al abrir el de dama "sin apellido", vi que la esfera presentaba un tono amarillento muy poco de mi gusto, y que era sencillamente metal sin pintar, por lo que me animé a limpiarla, con un resultado creo que muy decente.
En fin, damas y damos, caballeros y caballeras, espero que haya sido de su gusto el hilo.
Y con eso de los anzuelos en realidad no se sabe a ciencia cierta quién pica realmente, si el pescado o el pescador. Yo piqué y él picó.
Pues bien, el reloj que picó -o con el que piqué- se trata de un relojito de dama de la primera serie Parisienne, lanzada por Elgin en 1928 con tanto éxito que se vendieron 150.000 ejemplares en el primer año de su existencia.
Dicha serie presumía de estar diseñada por los más afamados diseñadores de moda francesa.
Ya con la segunda serie Parisienne, Elgin anunció que su estética corría a cargo del prestigioso diseñador Lucien Lelong.
Publicidades de la época:
Todos los Parisienne de la primera serie son chapados en oro blanco de 14k y con decoración esmaltada del mas genuino gusto art decó. Se distinguen por tener unos diseños particularmente fuera de lo común hasta el momento y que rápidamente fueron imitados por toda la competencia estadounidense. Ésta abrupta irrupción de un estilo tan rompedor convivió con la línea tradicional de la época, del que también tengo un ejemplar, y con el que he querido contraponerlo.
Y como no hay dos sin tres, añado un tercer Elgin a la presentación, en éste caso de hombre. Los tres van dotados de la misma máquina, siendo la única diferencia que una, la 488, es de 7j y la 484 es de 15j. Por lo demás son idénticas.
En la primera foto, el Parisienne y un estándar de dama, por llamarle de alguna manera. Y ya en la segunda añado el serie Campus, de hombre.
Y sus respectivas máquinas.
Como se puede apreciar, la caja del de caballero va ahuecada. No se le puede llamar bata, dado que es todo una sola pieza.
Interior de las tapas. Dos de la Star y una de la Illinois Watch Case. Nada que ver con la Illinois Springfield.
Como curiosidad me queda decir que, al abrir el de dama "sin apellido", vi que la esfera presentaba un tono amarillento muy poco de mi gusto, y que era sencillamente metal sin pintar, por lo que me animé a limpiarla, con un resultado creo que muy decente.
En fin, damas y damos, caballeros y caballeras, espero que haya sido de su gusto el hilo.
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