Buenas tardes
Me gusta sobremanera la exposición de Rafael y, otro tanto, la de Maria.
Me muestran, sin duda, dos etapas de un coleccionista.
Yo añadiría una más, en este caso, cuento mi experiencia:
Yo me salté el paso de "nuevas" a fountain, como en el caso de María (creo)
Después descubrí la excelencia de algunas plumas modernas (por ejemplo me quita la respiración el rojo rubi de la Waterman Edson, que aún no tengo, pero que sin duda poseeré)
Y más tarde, pasado el sarampión acumulador que tenemos los coleccionistas de estos objetos (aún no he conocido ninguno que no lo haya tenido) uno se centra en aspectos concretos de este amplísimo mundo.
EN mi caso me fijo, aunque suene extrañamente paradójico, en lo que me gusta. Es decir. Salvo circustancias (sistemas de carga que no me gustan por lo engorrosos o delicados, materiales de baja calidad, diseños malos...) ya he concretado un gusto particular por las estilográficas y me centro , solo, en las que realmente me gustan. Tarde o temprano voy consiguiéndolas. Llevas esperándome, en ocasiones, un par de generaciones... pueden esperarme un poco más.
Esto además me ha llevado a centrar mis conocimientos en un puñado de marcas muy concretas. El resto aunque, por motivos puramente económicos, las conozco de forma holgada, paso sobre ellas como aceite sobre agua.
He llegado a la conclusión de que para mí el placer llega de la mano de una 51 -para mí el colmo de lo bien parido- una Eternal -sínónimo de equilibrio y belleza- alguna Carter -calidad- y un puñado más de alguna singularidad de distintas marcas (por ejemplo de waterman, salvando la Patrician -y por que mi siempre añorado Sr. Pere de La Casa de la Estilográfica de Barcelona me la "vendio"-, la Máxima de Vacumátic, algunas Moore...)
Y me parece que me lio
Aunque sin duda, sin duda, tras la tempestad llega la calma... aunque a veces, cuando subo a Madrid y oteo en el trastero de mis padres las fundas para plumas que ahora reposan vacias (en cada una caben 100, hechas en la fábrica de calzado de mi padre de un ante color rubí precioso)... siempre siento en la nuca un cosquilleo que me hace aflorar una sonrisa, como si me apeteciese volver a llenarlas.
Y ya paro que os aburro
Un saludo