JavierMSR
Habitual
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Buenas tardes.
Mi Speedmaster hace hoy cinco años desde que lo compré y me gustaría dedicarle un hilo.
Recuerdo muy bien aquel mes de diciembre de 2020 debido principalmente a la pandemia del coronavirus. Recuerdo también los diferentes hilos del foro en los que se hablaba de la inminente "actualización" del Speedmaster, cosa que finalmente sucedió en enero de 2021, cuando se introdujo el calibre 3861 y la actual generación. En ese contexto, me propuse hacerme con una unidad de la generación saliente, habida cuenta de la inminente subida de precio y de qué no se sabía a ciencia cierta cómo iba a ser el nuevo modelo (algunos hablaban de bisel de zafiro, otros de índices aplicados, …).
Con esa idea en la cabeza me puse a llamar por teléfono a distintos distribuidores (os acordaréis de los famosos "cierres perimetrales" provocados por la pandemia, jé) y hasta recuerdo que contacté con un famoso mercante del foro para hacerme con una unidad: imposible, esperas de hasta seis meses debido a la alta demanda y a distintas vicisitudes provocadas por la pandemia. Hasta recuerdo perfectamente que en ese mes y los inmediatamente posteriores hubo una ola de presentaciones de este modelo en una de las plataformas de relojes de un conocido foro de coches
en torno a quince o veinte usuarios se propusieron hacerse con el suyo.
Finalmente, y sin ánimo de daros mucho la chapa, mi reloj cruzó la península en tiempo récord, en unas fechas bastante complicadas, procedente de famoso distribuidor de Barcelona.
Empecemos con la primera foto que le hice cuando llegó a casa.
Y ésta fue la primera "foto seria" que le hice, intentando captar la belleza de su dial y cacharreando con el crono.
Tampoco puede faltar una foto del lumen. Fue una de las cosas que más me sorprendió del reloj: su intensidad, su aplicación perfecta y milimétrica y su duración, más aun teniendo en cuenta que no es un diver.
Otra de las cosas que me encanta es su dotación. El estuche enorme y todas las chuches con las que vino acompañado.
Centrándonos ya en el reloj en sí, lo que primero me sorprendió de él según lo saqué de la caja y lo sostuve con las manos fue que, aun tratándose de un reloj de 42 mm de diámetro, aparentaba ser de menor tamaño. Fue algo que me sorprendió mucho en ese momento.
Otra de las cosas que destacaría es su polivalencia. No es un CUCO, eso está claro, y puede extrañar un poco decir esto de un cronógrafo de cuerda manual, plexi, 42 mm, con un cierre sin microajuste y con una resistencia al agua de 50 metros, pero a las fotos me remito: para mí no desentona en ningún contexto, lo cual habla muy bien de los responsables de diseño. Y tampoco nos olvidemos que el diseño de este reloj se remonta a 1957... ahí es nada.
Como os decía, aunque dista mucho de una estética CUCO, yo lo uso sin ningún miramiento y sin andar entre algodones: algún que otro chapuzón en la piscina, un poco de escalada, karting y cosas así
Mención especial a la nato oficial de Omega que incluye la dotación. Posiblemente la mejor nato que haya probado nunca.
La dotación trae además otra nato de velcro que simula a las usadas por los astronautas en sus caminatas espaciales. Es larguísima, yo solo la he usado para quitarle fotos como la que veis a continuación.
Otro de sus puntos fuertes es la legibilidad. Aquí Omega no se comió mucho la cabeza: agujas blancas sobre fondo negro, y arreando. A pesar de los brillos que refleja el hesalite la hora siempre se ve a la primera.
En el caso de mi unidad, ésta lleva hesalite y fondo ciego, a diferencia del doble zafiro, que además lleva el calibre 1863, algo más decorado y mejor terminado que el 1861 que monta mi unidad. El fondo ciego también merece una foto que nos sirve de excusa para hablar de la historia del reloj: el Speedmaster nunca se diseñó pensando en el espacio, ni mucho menos Omega creyó que los astronautas lo utilizarían sobre la superficie lunar. Salió al mercado en 1957, el mismo año en el que la Unión Soviética puso en órbita al Sputnik, el primer satélite artificial. La carrera espacial por aquel entonces apenas había comenzado. La NASA no se creó hasta 1958 y el primer programa espacial tripulado de EE.UU. (programa Mercury) data de 1961. Además, ¿os imagináis lo inútil que es un taquímetro en el espacio?
Una curiosidad: detrás de la tapa se esconde una segunda hecha de hierro dulce para aumentar ligeramente la resistencia del reloj a campos magnéticos, un detalle "vintage" del que prescinde el 3861 por no necesitarlo (METAS approved).
El cierre es donde mejor se aprecian las aventuras que ha vivido. Esta foto la hice el pasado jueves para el hilo diario. Las marcas están bastante exageradas por la luz, en directo tiene mucho mejor aspecto
Como veréis a continuación es un reloj muy agradecido con las correas. Tengo pendiente hacerme con un cuero para darle un toque más formal.
Tengo relojes mejores, en el sentido de más cómodos, más precisos, más modernos y hasta se dan cuerda ellos mismos
pero hasta ahora ninguno me saca una sonrisa cada vez que miro la hora en él.
En fin. Vamos llegando al final. Cerramos con dos de la misma familia.
Un saludo y gracias por llegar hasta aquí
Mi Speedmaster hace hoy cinco años desde que lo compré y me gustaría dedicarle un hilo.
Recuerdo muy bien aquel mes de diciembre de 2020 debido principalmente a la pandemia del coronavirus. Recuerdo también los diferentes hilos del foro en los que se hablaba de la inminente "actualización" del Speedmaster, cosa que finalmente sucedió en enero de 2021, cuando se introdujo el calibre 3861 y la actual generación. En ese contexto, me propuse hacerme con una unidad de la generación saliente, habida cuenta de la inminente subida de precio y de qué no se sabía a ciencia cierta cómo iba a ser el nuevo modelo (algunos hablaban de bisel de zafiro, otros de índices aplicados, …).
Con esa idea en la cabeza me puse a llamar por teléfono a distintos distribuidores (os acordaréis de los famosos "cierres perimetrales" provocados por la pandemia, jé) y hasta recuerdo que contacté con un famoso mercante del foro para hacerme con una unidad: imposible, esperas de hasta seis meses debido a la alta demanda y a distintas vicisitudes provocadas por la pandemia. Hasta recuerdo perfectamente que en ese mes y los inmediatamente posteriores hubo una ola de presentaciones de este modelo en una de las plataformas de relojes de un conocido foro de coches
en torno a quince o veinte usuarios se propusieron hacerse con el suyo.Finalmente, y sin ánimo de daros mucho la chapa, mi reloj cruzó la península en tiempo récord, en unas fechas bastante complicadas, procedente de famoso distribuidor de Barcelona.
Empecemos con la primera foto que le hice cuando llegó a casa.
Y ésta fue la primera "foto seria" que le hice, intentando captar la belleza de su dial y cacharreando con el crono.
Tampoco puede faltar una foto del lumen. Fue una de las cosas que más me sorprendió del reloj: su intensidad, su aplicación perfecta y milimétrica y su duración, más aun teniendo en cuenta que no es un diver.
Otra de las cosas que me encanta es su dotación. El estuche enorme y todas las chuches con las que vino acompañado.
Centrándonos ya en el reloj en sí, lo que primero me sorprendió de él según lo saqué de la caja y lo sostuve con las manos fue que, aun tratándose de un reloj de 42 mm de diámetro, aparentaba ser de menor tamaño. Fue algo que me sorprendió mucho en ese momento.
Otra de las cosas que destacaría es su polivalencia. No es un CUCO, eso está claro, y puede extrañar un poco decir esto de un cronógrafo de cuerda manual, plexi, 42 mm, con un cierre sin microajuste y con una resistencia al agua de 50 metros, pero a las fotos me remito: para mí no desentona en ningún contexto, lo cual habla muy bien de los responsables de diseño. Y tampoco nos olvidemos que el diseño de este reloj se remonta a 1957... ahí es nada.
Como os decía, aunque dista mucho de una estética CUCO, yo lo uso sin ningún miramiento y sin andar entre algodones: algún que otro chapuzón en la piscina, un poco de escalada, karting y cosas así

Mención especial a la nato oficial de Omega que incluye la dotación. Posiblemente la mejor nato que haya probado nunca.
La dotación trae además otra nato de velcro que simula a las usadas por los astronautas en sus caminatas espaciales. Es larguísima, yo solo la he usado para quitarle fotos como la que veis a continuación.
Otro de sus puntos fuertes es la legibilidad. Aquí Omega no se comió mucho la cabeza: agujas blancas sobre fondo negro, y arreando. A pesar de los brillos que refleja el hesalite la hora siempre se ve a la primera.
En el caso de mi unidad, ésta lleva hesalite y fondo ciego, a diferencia del doble zafiro, que además lleva el calibre 1863, algo más decorado y mejor terminado que el 1861 que monta mi unidad. El fondo ciego también merece una foto que nos sirve de excusa para hablar de la historia del reloj: el Speedmaster nunca se diseñó pensando en el espacio, ni mucho menos Omega creyó que los astronautas lo utilizarían sobre la superficie lunar. Salió al mercado en 1957, el mismo año en el que la Unión Soviética puso en órbita al Sputnik, el primer satélite artificial. La carrera espacial por aquel entonces apenas había comenzado. La NASA no se creó hasta 1958 y el primer programa espacial tripulado de EE.UU. (programa Mercury) data de 1961. Además, ¿os imagináis lo inútil que es un taquímetro en el espacio?
Una curiosidad: detrás de la tapa se esconde una segunda hecha de hierro dulce para aumentar ligeramente la resistencia del reloj a campos magnéticos, un detalle "vintage" del que prescinde el 3861 por no necesitarlo (METAS approved).
El cierre es donde mejor se aprecian las aventuras que ha vivido. Esta foto la hice el pasado jueves para el hilo diario. Las marcas están bastante exageradas por la luz, en directo tiene mucho mejor aspecto

Como veréis a continuación es un reloj muy agradecido con las correas. Tengo pendiente hacerme con un cuero para darle un toque más formal.
Tengo relojes mejores, en el sentido de más cómodos, más precisos, más modernos y hasta se dan cuerda ellos mismos
pero hasta ahora ninguno me saca una sonrisa cada vez que miro la hora en él.En fin. Vamos llegando al final. Cerramos con dos de la misma familia.
Un saludo y gracias por llegar hasta aquí

