Personalmente yo nunca he dicho, ni pienso, que los suizos nos engañen. Ahora bien, tengo tristemente claro que los chinos se van a llevar todo por delante. Y todo, es todo. Llevan años metiendo la patita en todos los mercados, y están en un punto en que en muchos de ellos le han comido el terreno a las grandes marcas de toda la vida. ¿Hablamos de tecnología? Algunas marcas chinas han pasado de ser clonadoras de productos de reconocido prestigio para crear los suyos propios mejorando calidades y prestaciones. ¿Hablamos de coches? Exactamente lo mismo. Y, en términos generales, ya no se trata de precios, porque si hasta hace poco lo chino era sinónimo de mala calidad, hoy día hemos llegado a un punto en el que en muchos segmentos han sido capaces de crear productos y tecnología propios al nivel, o en algunos casos por encima, de las marcas tradicionalmente reconocidas. Los chinos están comprando marcas europeas de la más diversa índole y aprovechan el tirón del nombre para crear nuevos productos que, ciertamente, en muchos casos poco o nada tienen que ver con los productos originales, pero que en algunos sí que empiezan a estar a la altura, o por encima.
¿En la relojería? Pues es, tristemente, cuestión de tiempo. Las ventas que mueve este sector está a años luz de otros sectores. Es mucho más rentable fabricar coches, televisores, teléfonos o cualquier producto tecnológico que consume la mayoría. Es ahí donde está el beneficio, y no en vender relojes a 100€ (o menos). Ahora bien, es un hecho incontestable que ciertas marcas están empezando a demostrar y dejar patente que se pueden fabricar relojes con buenos niveles de calidad, materiales y acabados y venderlos varios órdenes de precio por debajo de sus "equivalentes" suizos o japoneses (nótense las comillas). Aún no ha llegado el momento, pero llegará. Y se comerán el mercado de la relojería como se están comiendo todo lo demás. Y la relojería de lujo, probablemente, seguirá estando en manos de unas cuantas suizas, pero la que consume la mayoría de los mortales terminará en manos chinas, si no, al tiempo. Y dejarán de fusilar modelos míticos y empezarán a crear los propios. Y será un camino lento, porque a los aficionados a la relojería nos mueve mucho más la pasión que la razón, pero por muy pasionales que seamos, que lo somos, también hay una parte de cerebro que aún nos funciona y que nos dice "nos están vendiendo relojes por 100€ con características similares o superiores a suizos o japoneses de 400-500". Y la pasión y amor por la tradición seguirá moviendo nuestra CRI, pero cada vez más nuestra razón nos llevará a plantearnos ciertas cosas. Y esas reflexiones, en ciertos segmentos, son las que te molestan a ti y llamas matraca.
Y, supongo que te refieres a mi, no metía ninguna matraca. Lo ponía dentro de mi reflexión tras varios años en este mundo en el que la pasión me mueve y que mantengo, pero sin cerrar los ojos. Y, sí, supongo, como me comentaste, que te sentó fatal que pusiera como ejemplo de tomadura de pelo la exitosísima serie MoonSwatch. Y, lo siento, pero lo mantengo. Respetando a aquellos que escojan estos modelos, eso por descontado, es un hecho incontestable que, en este caso en concreto, nos están vendiendo imagen, historia, trayectoria, homenaje, pasión, recuerdos... por encima de lo que debería ser el fin último, el reloj. Algunos chinos, en estas gamas de precios de momento, están demostrando que tal vez no nos estén engañando, pero sí vendiendo muy, muy por encima de lo que realmente valen ciertos modelos.
En la relojería pasa algo parecido a los coches, aunque con matices, claro. Son contados los fabricantes que son capaces de desarrollar un motor, como son contados los que pueden desarrollar y fabricar con garantías un movimiento. Los chinos han empezado a reventar la venta de vehículos en cuanto los eléctricos han entrado en escena, con motores que puede fabricar, virtualmente, cualquiera. Ahí entra la principal diferencia con la relojería. Los smartwatches están, digamos, en un ámbito paralelo y diferente, mientras que fabricar un reloj mecánico o de cuarzo tiene bastante más enjundia. De momento, salvo alguna honrosa excepción, los calibres que dominan el mercado son suizos o japoneses y, de momento, parece que eso va a seguir siendo así. Ahora bien, observar determinados modelos chinos hace que muchos nos planteemos eso que tú llamas matraca: ¿Hacia donde vamos o está yendo la relojería, o cierta relojería suiza (y añado yo, japonesa)?
En toda mi evolución relojera he llegado a algunas conclusiones. Una de ellas es que, a día de hoy, no me compraré un chino por más de 100€, pero también he llegado a otras, como que no me compraré ningún suizo o japonés por más de 1500€, o que mi cutre Berny de 107€ , de momento, me está ofreciendo más que el Kamasu o el Seiko 5. Pero claro, no es un Orient o un Seiko, no es un calibre manufactura, no tiene trayectoria de marca, historia, prestigio, es un chino de 100€, que pese a llevar el calibre Miyota más barato, me está dando un desvío diario de 1-2s . Pero es que el Seiko 5 vale 3 veces más, y su 4R36 es un calibre virtualmente idéntico en calidad y prestaciones, y me tengo que conformar con cristal hardlex (que Seiko vende muy bien, pese a poner Zafiro a sus gamas altas), corona a presión, endlinks huecos y hermeticidad a 100m (aunque jamás me meteré en el mar o la piscina con ningún reloj que no lleve corona roscada). ¿Y de verdad crees que es una matraca? No, no lo es, es un hecho que ciertos modelos chinos nos deben abrir los ojos, aunque sea un poquito.
Dicho todo lo anterior, hay muchísima más tela que cortar, controles de calidad, marcas que aparecen y desaparecen, la dependencia de movimientos de terceros, la falta de una tradición relojera consistente... Y, claro, toda esta matraca está, de momento, en el ámbito de los relojes de entrada. Pero, ¿de verdad crees que no van a ser capaces en un futuro no muy lejano de sacar los colores a los suizos, o japoneses, en otras gamas? Yo, tristemente, creo que sí, que ocurrirá, como está ocurriendo ya con modelos en gamas de precios asequibles. Dejan, o dejarán, en evidencia, que debajo de la pasión está la razón, o lo razonable. Y es un hecho, y no una opinión, que ciertos modelos o marcan piden más, muchísimo más, de lo razonable por ciertos relojes. Y, sí, claro, también están las más honestas en este sentido, que te hacen sentir que si bien pagas un componente extra de precio por aspectos que nada tienen que ver con lo que llevas en la muñeca, al menos son capaces de venderte modelos con los que te sientes bien por todo lo que te ofrecen en el ámbito estrictamente relojero. Se me ocurre Tissot, Certina, Hamilton....
Saludos 😉