...........si, cerró su ciclo pero tú sigues y el corazón, tu dolido corazón, habrá veces que querrá escapar allá donde ella esté. ¿Por qué se van las madres si con ellas se llevan nuestras más íntimas raíces...?
Juan, ahora te toca luchar aún más para que al no sentir su calor ni ver su sonrisa no pienses que todo se ha acabado. Sabes que no. El corazón sangrará pero con tesón y esfuerzo acabará aceptando esa dura y cruda realidad.
Y, si, es tiempo de lágrimas, tiempo de dolor que parece no tener fin. Llora, Juan, saca esa angustia que seguramente te ahoga... Llora, que las lágrimas limpian temores y dolores...Llora pero no pares, no mires atrás si no es para reforzar y gozar del recuerdo de su sonrisa y vive alegrando cada momento de tu vida por haber tenido la gran suerte de haber tenido a tu MADRE.
Pero las lágrimas solas dejan un gran vacío. Hay que afrontar la realidad, esperar el futuro aunque nos parezca que nunca más existirá, y ofrecerle una sonrisa. Porque además, estoy seguro que es lo que a tu querida MADRE le gustaría ver...
¡Adelante, Juan, tú puedes hacer que tras esas lágrimas florezca una sonrisa para ofrecérsela como tantas otras veces a tu MADRE...!
Pensando en ayudar, pues no puedo darte un fuerte abrazo, a un buen compañero cuando ha perdido a la amable, dulce y seguro que siempre sonriente MADRE.
Abrazos, Juan, aunque sean en la distancia.