Arturo Ortiz
Forer@ Senior
Sin verificar
Pues eso compañeros, resulta que ayer viernes por la noche, al regresar del trabajo, me dispongo a iniciar el ritual semanal de sacar los relojes para darles cuerda y dejarlos listos para el fin de semana.
Al abrir el armario, que se encuentra bajo llave, me doy cuenta que la caja del Longines no está donde siempre la dejo, sino hasta el fondo del armario y volteada y empiezo a sudar frío... la tomo y la siento ligera, la abro y vacía...
Inmediatamente tomo la caja del Tag Heuer e igualmente la siento ligera, la abro e igualmente vacía! Son unos momentos terribles, donde me niego rotundamente a aceptar que me han robado.
Bajo corriendo las escaleras, gritando a mi esposa que me han robado, al igual que han desaparecido todas las alhajas de oro, anillos de boda y anillo de compromiso de mi esposa.
Inmediatamente tengo la certeza de que fué la domestica, que lleva menos de 2 meses de servicio.
Me voy corriendo al Ministerio Público para levantar una denuncia, pero al llegar, la fila de espera es larguísima y me dicen que con suerte me pueden atender a las 3 de la mañana.
Sin confiar en la burocracia de mi país, decido arreglar las cosas a mi modo y le exijo a la doméstica que se presente en la casa. Lógicamente lo negó todo, y todo tipo de amenazas y presion psicológica no sirven de nada, no da su brazo a torcer. Acabo por correrla de la casa.
Trato de ir a dormir, pero fué imposible, pero al menos pasé toda la noche ideando un plan para recuperar mis relojes.
Hoy por la mañana, me fuí a recorrer todas las casas de empeño de mi localidad, que no es muy grande, con fotografías y papeles de los relojes, en algunas se muestran reticentes, pero acceden a tomar mis datos y avisarme en caso de ocurrir algo.
Al cabo de una hora más o menos, recibo una llamada de un empleado de Fundación Dondé, que es una de las casas en cuestión, y el empleado, pidiéndome la mayor discreción, me dice que es posible que sepa dónde se encuentran los relojes.
Al ver una esperanza, le ofrezco una recompensa si me ayuda a recuperar los relojes. Al final suelta la sopa de que el día anterior habían ido a tratar de empeñar los relojes. Empeñaron el Tag pero con el Longines no llegaron a ningún acuerdo.
Me dice que tiene los datos de la clienta, y que se pondrá en contacto para mejorarle la oferta y hacerla regresar.
Al cabo de unos minutos, me dice que la clienta accedió a la nueva oferta y se presentará a la una de la tarde, yo estaría oculto en algún lugar cercano y la agarraría con las manos en la masa.
Al llegar la hora, se comunica la clienta y dice que no se presentará, que piensa que es una trampa para obligarla a ir. Desconozco que métodos usaron en la casa de empeño, pero al final accedió a mandar el reloj con otra persona.
Después de casi una hora, me avisan que el individuo ya se encuentra ahí, justo con el valuador. Inmediatamente me presento en la casa de empeños y me dirijo con el valuador, afirmando que ése reloj es mío.
Al principio el individuo, que resultó ser un taxista contratado para hacer el encargo lo negó, pero me tiro un farol diciendo que tengo dos agentes de policía afuera, y al menor intento de huída sería detenido, el individuo traga el anzuelo y el primer reloj es recuperado. Le exijo me devuelva el otro, amenazándolo con meterlo a la cárcel y confiesa que la fulana que me robó está en su taxi, adentro de un estacionamiento.
Nos vamos inmediatamente al estacionamiento, y efectivamente estaba la doméstica con sus 3 hijas pequeñas, al ver eso supe que sería fácil vencerla.
Al abrir la puerta del taxi la enfrento, poniéndole el reloj frente a la cara y gritándole que es una ladrona y que es inútil que se resista, adicionalmente estoy grabando video con el móvil. Las hijas se ponen en shock e inmediatamente comienzan a llorar. Después de discutir un rato y decirle que aparece en los videos de seguridad de la casa de empeño, los cuales serán puestos a mi disposición, acepta que cometió el robo. Me suplica que deje de grabar y que borre el video. Yo me pongo la condición de que vaya personalmente a la casa de empeño a retirar el reloj, y al entregarmelo borraré el video.
Mi papá se presenta en el lugar y se queda custodiando al taxista y a las niñas, mientras vamos a la casa de empeños.
Ahí alega que perdió la boleta y se gastó el dinero, que no puede recuperar el reloj.
Los empleados le dicen que con presentar su identificación y dar su consentimiento pueden entregar el reloj, lógicamente yo pagando el préstamo.
Después de pagar un equivalente de unos 800 euros, me entregan el reloj. Inmediatamente les reclamo a los de la casa de empeño cómo es posible que acepten ese tipo de mercancías sin acreditar la propiedad, que es imposible que alguien con la capacidad económica para tener esos relojes vaya a empeñarlos, lógicamente todos los que llevan son robados. No saben que contestar, dicen que son políticas de la empresa.
Finalmente, después de alegar muchas cosas con la fulana que ni caso tiene poner aquí, la dejé que se fuera.
La denuncié públicamente en un tianguis virtual del Facebook y la noticia se extendió como pólvora. Castigo más que suficiente al cerrarse las puertas para que pueda laborar.
Finalmente, aunque con cierto costo, pude recuperar mis relojes. Al menos eso hace que me sienta satisfecho. No le deseo algo así a nadie.
Saludos!
Al abrir el armario, que se encuentra bajo llave, me doy cuenta que la caja del Longines no está donde siempre la dejo, sino hasta el fondo del armario y volteada y empiezo a sudar frío... la tomo y la siento ligera, la abro y vacía...
Inmediatamente tomo la caja del Tag Heuer e igualmente la siento ligera, la abro e igualmente vacía! Son unos momentos terribles, donde me niego rotundamente a aceptar que me han robado.
Bajo corriendo las escaleras, gritando a mi esposa que me han robado, al igual que han desaparecido todas las alhajas de oro, anillos de boda y anillo de compromiso de mi esposa.
Inmediatamente tengo la certeza de que fué la domestica, que lleva menos de 2 meses de servicio.
Me voy corriendo al Ministerio Público para levantar una denuncia, pero al llegar, la fila de espera es larguísima y me dicen que con suerte me pueden atender a las 3 de la mañana.
Sin confiar en la burocracia de mi país, decido arreglar las cosas a mi modo y le exijo a la doméstica que se presente en la casa. Lógicamente lo negó todo, y todo tipo de amenazas y presion psicológica no sirven de nada, no da su brazo a torcer. Acabo por correrla de la casa.
Trato de ir a dormir, pero fué imposible, pero al menos pasé toda la noche ideando un plan para recuperar mis relojes.
Hoy por la mañana, me fuí a recorrer todas las casas de empeño de mi localidad, que no es muy grande, con fotografías y papeles de los relojes, en algunas se muestran reticentes, pero acceden a tomar mis datos y avisarme en caso de ocurrir algo.
Al cabo de una hora más o menos, recibo una llamada de un empleado de Fundación Dondé, que es una de las casas en cuestión, y el empleado, pidiéndome la mayor discreción, me dice que es posible que sepa dónde se encuentran los relojes.
Al ver una esperanza, le ofrezco una recompensa si me ayuda a recuperar los relojes. Al final suelta la sopa de que el día anterior habían ido a tratar de empeñar los relojes. Empeñaron el Tag pero con el Longines no llegaron a ningún acuerdo.
Me dice que tiene los datos de la clienta, y que se pondrá en contacto para mejorarle la oferta y hacerla regresar.
Al cabo de unos minutos, me dice que la clienta accedió a la nueva oferta y se presentará a la una de la tarde, yo estaría oculto en algún lugar cercano y la agarraría con las manos en la masa.
Al llegar la hora, se comunica la clienta y dice que no se presentará, que piensa que es una trampa para obligarla a ir. Desconozco que métodos usaron en la casa de empeño, pero al final accedió a mandar el reloj con otra persona.
Después de casi una hora, me avisan que el individuo ya se encuentra ahí, justo con el valuador. Inmediatamente me presento en la casa de empeños y me dirijo con el valuador, afirmando que ése reloj es mío.
Al principio el individuo, que resultó ser un taxista contratado para hacer el encargo lo negó, pero me tiro un farol diciendo que tengo dos agentes de policía afuera, y al menor intento de huída sería detenido, el individuo traga el anzuelo y el primer reloj es recuperado. Le exijo me devuelva el otro, amenazándolo con meterlo a la cárcel y confiesa que la fulana que me robó está en su taxi, adentro de un estacionamiento.
Nos vamos inmediatamente al estacionamiento, y efectivamente estaba la doméstica con sus 3 hijas pequeñas, al ver eso supe que sería fácil vencerla.
Al abrir la puerta del taxi la enfrento, poniéndole el reloj frente a la cara y gritándole que es una ladrona y que es inútil que se resista, adicionalmente estoy grabando video con el móvil. Las hijas se ponen en shock e inmediatamente comienzan a llorar. Después de discutir un rato y decirle que aparece en los videos de seguridad de la casa de empeño, los cuales serán puestos a mi disposición, acepta que cometió el robo. Me suplica que deje de grabar y que borre el video. Yo me pongo la condición de que vaya personalmente a la casa de empeño a retirar el reloj, y al entregarmelo borraré el video.
Mi papá se presenta en el lugar y se queda custodiando al taxista y a las niñas, mientras vamos a la casa de empeños.
Ahí alega que perdió la boleta y se gastó el dinero, que no puede recuperar el reloj.
Los empleados le dicen que con presentar su identificación y dar su consentimiento pueden entregar el reloj, lógicamente yo pagando el préstamo.
Después de pagar un equivalente de unos 800 euros, me entregan el reloj. Inmediatamente les reclamo a los de la casa de empeño cómo es posible que acepten ese tipo de mercancías sin acreditar la propiedad, que es imposible que alguien con la capacidad económica para tener esos relojes vaya a empeñarlos, lógicamente todos los que llevan son robados. No saben que contestar, dicen que son políticas de la empresa.
Finalmente, después de alegar muchas cosas con la fulana que ni caso tiene poner aquí, la dejé que se fuera.
La denuncié públicamente en un tianguis virtual del Facebook y la noticia se extendió como pólvora. Castigo más que suficiente al cerrarse las puertas para que pueda laborar.
Finalmente, aunque con cierto costo, pude recuperar mis relojes. Al menos eso hace que me sienta satisfecho. No le deseo algo así a nadie.
Saludos!