Creo que en el cine se busca llegar al publico de nivel de entendimiento muy bajo y además está la complicidad de la marca misma. Un buen escritor o guionista, antes de mostrar una marca en el pago de una deuda de juego, indicaría solamente "y entrega un fino reloj de oro en pago", dejando al público/lector la libertad de elegir la marca del artículo en cuestión.
Pero que pasa con el encargado de patrocinio de esta ficticia pelicula. Pues va a la casa Rolex, pide permiso de utilizar su marca, mencionarla porque se lo van a exigir, me canso que es verdad y recibira con toda seguridad algún reloj en prestamo para la escena y ademas algún capital para la promoción.
Esto es culpa también de Rolex y el ejemplo que se me ocurre para respaldar es la serie de peliculas del 007. Si James Bond necesitara un reloj de trabajo y uno de presentación, no sería el precioso Omega Seamaster. De seguro sería un Paté Felipe para las fiestas y los ligues y un Casio para el peligro.
Bueno, al menos eso digo yo.
Saludos.