Soy muy nuevo en este foro, y como dije en las contadas ocasiones en las que participé, sé nada de relojería. Toda la vida me gustaron los relojes desde el punto de vista estético, y desconocía totalmente conceptos como "calibre" o muchos otros que vengo descubriendo en este foro. Ya había leído varios mensajes del estilo que tuve que leer en este hilo, y al principio me parecían jocosos solamente, pero ya a esta altura algunos me resultan directamente despectivos. Decir cosas como "Hay algunas etnias sociales que necesitan autoafirmarse dentro de su marginación llevando oro, no importa el gusto sobre el diseño o estetica , solo importa aparentar cuanto más oro mejor , más poder , más presumo.", me suena ciertamente insultante, discriminatorio e ignorantemente generalizador; es como que yo pretendiera decir "los marroquíes son todos ladrones" porque una vez vi a uno robar en algún lugar de España. Quizás el forista mazel no comprende que la ignorancia o el mal gusto no son patrimonio exclusivo de determinadas etnias o clases sociales. Sin ir más lejos, en este foro he visto relojes que cuestan más caros que una casa, y que no me pondría aunque me los regalaran, porque por más que cuesten 50.000 dólares (por poner un ejemplo), en mi concepto, son un atentado a la estética.
"Todo tipo de ostentaciones desmedidas y sin criterio denotan una rebelión personal contra el gran complejo de inferioridad que tienen."
También es un concepto altamente generalizador e insultante. ¿Qué es ostentación desmedida? ¿Cuál es el mejor criterio? ¿Por qué el suyo tiene que ser el mejor criterio? ¿Acaso usted se siente dueño de la razón para decir eso? ¿Acaso no tiene derecho alguien a decir que es una falta de criterio absoluta gastarse 1.000 dólares -o mucho más-, en algo que sirve simplemente para medir el tiempo, y que en realidad cuesta unas cuantas veces menos del precio al que lo venden? ¿No puede pensar alguien que no es aficionado a los relojes, que las marcas de gama alta "estafan" a su compradores con precios súper inflados? Yo creo que en definitiva todo es una cuestión de opiniones y no de razones.
Quizás algunas de esas personas a las que mazel menciona, sienten rebelión, sí, pero probablemente ante tantas injusticias que han tenido que vivir, y ante las oportunidades que la vida les ha negado, se vieron empujados de su lugar de origen para poder comer. Quizás habría que ponerse a pensar un poco en la razones de esas inequidades, o incluso analizar también, si la empresa a la que pertenecemos no fomenta el hecho de que esas inequidades se mantengan y se acentúen, o si nosotros mismos también colaboramos en cierta medida y con nuestro granito de arena para que la injusticia social continúe. Con esto no quiero generalizar, ni decir que los que tienen dinero, o los jefes de nuestros empleos, o los empresarios sean malos y los pobres buenos, pero creo que habría que ponerse a pensar un poquito nada más el por qué en el siglo XXI existe gente pornográficamente rica y gente que literalmente se muere de hambre, antes que pensar que por el hecho de tener un color distinto de piel o hablar otro idioma, se es al instante alguien al que se puede discriminar con tanta ligereza.
No digo que no existan aquellos que menciona mazel, y probablemente sean algo esnobs, pero los esnobs están en todas partes, entre los ricos y los pobres, e inclusive en este foro, y en grandes cantidades.
Si yo tuviera la posibilidad de comprarme un reloj de alta gama, seguramente lo haría, pero de ninguna manera tendría la soberbia de pensar que soy más listo, más honesto o mejor persona porque yo tengo el original y otro un fake, como se ha dicho por aquí. Ni que hablar de todo el resto de tonterías acerca de la posible personalidad que pueda tener alguien que lleva un reloj falsificado.
Suscribo las palabras de kaesar, ¿acaso los que opinan de forma tan contundente cumplieron siempre, durante toda su vida y a rajatabla, con todas las leyes? Vamos... que no soy el rey de los listos pero tampoco soy un tonto.
No es que una cosa mala justifique otra cosa mala, pero de allí a creerse el ombligo del mundo, el dueño de la razón, y afirmar que alguien es mejor o peor, más o menos ignorante, porque se lleva determinado reloj en la muñeca...