Goldoff
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Un resumen de la historia reciente de H. Moser & Cie. que creo puede ser interesante para quien no conozca la marca.
En el verano de 2012 H. Moser & Cie. estaba en una posición delicada, al borde de la bancarrota y sin compradores en el horizonte. A pesar de los muchos activos de la marca (una historia única y, lo más importante, una manufactura integrada), su catastrófico funcionamiento y la incapacidad de gestión la había llevado a una situación límite.
Después de una "due diligence" de emergencia, MELB Holding, un grupo familiar suizo independiente propiedad de la familia Meylan, se convierte en el accionista mayoritario de H. Moser & Cie. y su empresa hermana, Precision Engineering AG. Se inicia un largo proceso de reconstrucción, transformación y revolución. Además de la rica historia de casi dos siglos y el potencial en comunicación de la marca, tenían a su disposición una manufactura completa y una unidad de producción de espirales y órganos reguladores que podían ofrecerse a terceros.
En palabras de Edouard Meylan, CEO de H. Moser & Cie., "La idea era aprovechar lo que ya se había hecho bien -y había muchas cosas buenas- y añadir un poco de nuestra propia personalidad, es decir, respetando el pasado pero incorporando un toque contemporáneo y puntualmente irreverente".
La primera fase fue, inevitablemente, la reestructuración. Tan pronto como fue económicamente factible, la fabricación se rediseñó por completo, con énfasis en la modernización a través de la compra de nuevas máquinas dedicadas al fresado, pero también para tareas muy específicas relacionadas con la fabricación de espirales, como el laminado y enrollado. Al mismo tiempo, se profundizó en el reposicionamiento de la imagen de la marca, con la adopción de una estrategia de comunicación comprometida con un enfoque fresco, audaz y a veces irreverente (tanto, que casi les cuesta un disgusto en alguna ocasión).
En los diez años transcurridos desde entonces la producción se ha multiplicado por cinco, la facturación por ocho y la rentabilidad del grupo está por encima del promedio del sector de la relojería suiza. Cien personas, repartidas por medio mundo (Schaffhausen, Hong Kong, Dubai y Nueva York) conforman el equipo de H. Moser & Cie.
Durante diez años la marca ha construido una reputación global. Abrazó de inmediato la entonces nueva (al menos en la Alta Relojería) era digital, llegando a nuevas audiencias y conectando con una comunidad comprometida, siendo pionera en lanzar una plataforma de comercio electrónico. Se han desarrollado dieciséis calibres de manufactura y se han introducido cinco nuevas colecciones, incluidas piezas únicas como Swiss Alp Watch y Venturer, así como permanentes para las líneas Heritage, Pioneer y Streamliner, que complementan la colección principal Endeavor.
Presentado en 2015, el Endeavour Perpetual Calendar Funky Blue fue el primer ejemplo de renovación: Equipado con el movimiento de calendario perpetuo de la marca y el dinamismo de una esfera degradada azul eléctrico nunca antes vista en un modelo de Alta Relojería. En el mismo año se lanzó un reloj Concept desprovisto de logotipos e índices, rompiendo con la norma no escrita del "marquismo" y que demostró que el verdadero lujo es una cuestión de identidad, con el enfoque central directamente en el producto en sí. Lo clavaron.
Al año siguiente (2016), H. Moser & Cie. causó revuelo con el lanzamiento del Swiss Alp Watch, un reloj con aspecto de smartwatch aunque completamente tradicional, que promovía los valores de la relojería mecánica frente a la ola conectada.
En 2017, el Swiss Mad Watch, con su caja hecha de queso, cuestionaba el criterio Swiss Made oficial, demasiado indulgente a ojos de Moser, y generó el ahora ya clásico vídeo "Let's make Swiss Made Great Again" (y que termina con "hecho por creativos suizos con la ayuda de hierbas orgáncias suizas")
Finalmente, en 2020, y en medio de la pandemia, H. Moser & Cie. lanzó su nueva colección Streamliner, que presenta un brazalete de metal integrado con un diseño singular. Fue un éxito instantáneo, que permitió a H. Moser & Cie. alcanzar el nivel de estabilidad que la marca aún disfruta en la actualidad.
En 2022, H. Moser & Cie. sigue gozando de una independencia y flexibilidad que le otorgan una gran libertad de acción y respuesta. Combina las raíces tradicionales con una elegancia atemporal y un toque ingeniosamente -y calculadamente- provocativo.
Con tres filiales en Asia, Oriente Medio y América, la compañía también planea fortalecer su presencia entre su red de minoristas, y abrirá su primera boutique en diciembre de 2022 en Hong Kong. Pero eso no es todo: A través de un ecosistema holístico, que incluye la autenticación de reloj por Blockchain, activos digitales y su propio espacio en el Metaverso, H. Moser & Cie. quiere ofrecer una definición de servicio completamente nueva. Y la aventura empieza ahora.
En el verano de 2012 H. Moser & Cie. estaba en una posición delicada, al borde de la bancarrota y sin compradores en el horizonte. A pesar de los muchos activos de la marca (una historia única y, lo más importante, una manufactura integrada), su catastrófico funcionamiento y la incapacidad de gestión la había llevado a una situación límite.
Después de una "due diligence" de emergencia, MELB Holding, un grupo familiar suizo independiente propiedad de la familia Meylan, se convierte en el accionista mayoritario de H. Moser & Cie. y su empresa hermana, Precision Engineering AG. Se inicia un largo proceso de reconstrucción, transformación y revolución. Además de la rica historia de casi dos siglos y el potencial en comunicación de la marca, tenían a su disposición una manufactura completa y una unidad de producción de espirales y órganos reguladores que podían ofrecerse a terceros.
En palabras de Edouard Meylan, CEO de H. Moser & Cie., "La idea era aprovechar lo que ya se había hecho bien -y había muchas cosas buenas- y añadir un poco de nuestra propia personalidad, es decir, respetando el pasado pero incorporando un toque contemporáneo y puntualmente irreverente".
La primera fase fue, inevitablemente, la reestructuración. Tan pronto como fue económicamente factible, la fabricación se rediseñó por completo, con énfasis en la modernización a través de la compra de nuevas máquinas dedicadas al fresado, pero también para tareas muy específicas relacionadas con la fabricación de espirales, como el laminado y enrollado. Al mismo tiempo, se profundizó en el reposicionamiento de la imagen de la marca, con la adopción de una estrategia de comunicación comprometida con un enfoque fresco, audaz y a veces irreverente (tanto, que casi les cuesta un disgusto en alguna ocasión).
En los diez años transcurridos desde entonces la producción se ha multiplicado por cinco, la facturación por ocho y la rentabilidad del grupo está por encima del promedio del sector de la relojería suiza. Cien personas, repartidas por medio mundo (Schaffhausen, Hong Kong, Dubai y Nueva York) conforman el equipo de H. Moser & Cie.
Durante diez años la marca ha construido una reputación global. Abrazó de inmediato la entonces nueva (al menos en la Alta Relojería) era digital, llegando a nuevas audiencias y conectando con una comunidad comprometida, siendo pionera en lanzar una plataforma de comercio electrónico. Se han desarrollado dieciséis calibres de manufactura y se han introducido cinco nuevas colecciones, incluidas piezas únicas como Swiss Alp Watch y Venturer, así como permanentes para las líneas Heritage, Pioneer y Streamliner, que complementan la colección principal Endeavor.
Presentado en 2015, el Endeavour Perpetual Calendar Funky Blue fue el primer ejemplo de renovación: Equipado con el movimiento de calendario perpetuo de la marca y el dinamismo de una esfera degradada azul eléctrico nunca antes vista en un modelo de Alta Relojería. En el mismo año se lanzó un reloj Concept desprovisto de logotipos e índices, rompiendo con la norma no escrita del "marquismo" y que demostró que el verdadero lujo es una cuestión de identidad, con el enfoque central directamente en el producto en sí. Lo clavaron.
Al año siguiente (2016), H. Moser & Cie. causó revuelo con el lanzamiento del Swiss Alp Watch, un reloj con aspecto de smartwatch aunque completamente tradicional, que promovía los valores de la relojería mecánica frente a la ola conectada.
En 2017, el Swiss Mad Watch, con su caja hecha de queso, cuestionaba el criterio Swiss Made oficial, demasiado indulgente a ojos de Moser, y generó el ahora ya clásico vídeo "Let's make Swiss Made Great Again" (y que termina con "hecho por creativos suizos con la ayuda de hierbas orgáncias suizas")
Finalmente, en 2020, y en medio de la pandemia, H. Moser & Cie. lanzó su nueva colección Streamliner, que presenta un brazalete de metal integrado con un diseño singular. Fue un éxito instantáneo, que permitió a H. Moser & Cie. alcanzar el nivel de estabilidad que la marca aún disfruta en la actualidad.
En 2022, H. Moser & Cie. sigue gozando de una independencia y flexibilidad que le otorgan una gran libertad de acción y respuesta. Combina las raíces tradicionales con una elegancia atemporal y un toque ingeniosamente -y calculadamente- provocativo.
Con tres filiales en Asia, Oriente Medio y América, la compañía también planea fortalecer su presencia entre su red de minoristas, y abrirá su primera boutique en diciembre de 2022 en Hong Kong. Pero eso no es todo: A través de un ecosistema holístico, que incluye la autenticación de reloj por Blockchain, activos digitales y su propio espacio en el Metaverso, H. Moser & Cie. quiere ofrecer una definición de servicio completamente nueva. Y la aventura empieza ahora.