Zimmermann
Habitual
Sin verificar
Abro este hilo como homenaje y para recordar la figura de Fernando Argenta, fallecido ayer a los 68 años (qué mayor, ¡Como pasan los años, no me doy cuenta que yo casi tengo 50).
Quizá me haya extrañado su edad, porque lo guardo en mis recuerdos y mi memoria como una persona siempre y eternamente jovial, vital y que transmitía siempre esa alegría y positividad. Siempre con ese aire desenfadado, espontáneo y divertido, que tan pronto llamaba a Bach cariñosamente, Viejo Pelucas, como a Vivaldi, Cura Pelirrojillo; era todo un amante con mayúsculas de la música, y en especial de la clásica, permanentemente dispuesto a divulgarla y transmitirla. Además era un defensor a ultranza de la figura de su padre, el malogrado director de orquesta Ataulfo Argenta, y cuando nombraba o ponía en el programa algo dirigido por él notabas como se emocionaba al hablar de su padre.
Lo recuerdo junto a su compañera inseparable de los años ´80 y ´90, Araceli González Campa (voz y risa de la que estaba enamorado), en el programa de RNE “Clásicos Populares”, cuando yo estudiaba la carrera y aunque no lo oía de continuo, procuraba sintonizarlo si estaba a esa hora en casa (era un buen complemento a la emisora hermana Radio Clásica). Por las cartas y llamadas que recibían en el programa lo mismo les seguía un taxista desde su taxi, que una portera desde la garita de su portería mientras estaba repasando aburrida “El Diez Minutos”, que un estudiante de piano. La verdad me hizo pasar muy buenos ratos (¡aquellas votaciones de versiones de un mismo fragmento musical!...) y lo recuerdo con mucho cariño, cuando un fragmento u obra me gustaba que apuntaba su título para después intentar adquirirla en vinilo en mi ciudad, que no es que hubiera mucho donde elegir de clásica…
Hacía tiempo que no sabía nada de él y no sabía que estaba enfermo, me dio mucha pena ayer enterarme de esta triste noticia… En fín, que se nos ha ido una persona buena, cariñosa y afable. Que en paz descanses, Fernando.
Un cordial saludo
Quizá me haya extrañado su edad, porque lo guardo en mis recuerdos y mi memoria como una persona siempre y eternamente jovial, vital y que transmitía siempre esa alegría y positividad. Siempre con ese aire desenfadado, espontáneo y divertido, que tan pronto llamaba a Bach cariñosamente, Viejo Pelucas, como a Vivaldi, Cura Pelirrojillo; era todo un amante con mayúsculas de la música, y en especial de la clásica, permanentemente dispuesto a divulgarla y transmitirla. Además era un defensor a ultranza de la figura de su padre, el malogrado director de orquesta Ataulfo Argenta, y cuando nombraba o ponía en el programa algo dirigido por él notabas como se emocionaba al hablar de su padre.
Lo recuerdo junto a su compañera inseparable de los años ´80 y ´90, Araceli González Campa (voz y risa de la que estaba enamorado), en el programa de RNE “Clásicos Populares”, cuando yo estudiaba la carrera y aunque no lo oía de continuo, procuraba sintonizarlo si estaba a esa hora en casa (era un buen complemento a la emisora hermana Radio Clásica). Por las cartas y llamadas que recibían en el programa lo mismo les seguía un taxista desde su taxi, que una portera desde la garita de su portería mientras estaba repasando aburrida “El Diez Minutos”, que un estudiante de piano. La verdad me hizo pasar muy buenos ratos (¡aquellas votaciones de versiones de un mismo fragmento musical!...) y lo recuerdo con mucho cariño, cuando un fragmento u obra me gustaba que apuntaba su título para después intentar adquirirla en vinilo en mi ciudad, que no es que hubiera mucho donde elegir de clásica…
Hacía tiempo que no sabía nada de él y no sabía que estaba enfermo, me dio mucha pena ayer enterarme de esta triste noticia… En fín, que se nos ha ido una persona buena, cariñosa y afable. Que en paz descanses, Fernando.
Un cordial saludo