...más que estadísticamente, comparativamente. Ejemplo: un Submariner en los años 70 podía ser el "reloj de elección" para un buzo profesional en plataformas petrolíferas: era lo que había, cumplía el trabajo y estaba dentro de los costes aceptables del negocio, así que no era ni caro ni barato sino, simplemente, un "es lo que hay". Hoy (haciendo abstracción de que el precio no es el mismo y de que un reloj mecánico ni siquiera es la herramienta de elección) resulta que hay otros candidatos capaces de ser lo mismo (minus marquitis) a una fracción del precio, por lo que el Submariner pasa a ser un reloj de buceo objetivamente caro. OBJETIVAMENTE caro: que tú te lo puedas comprar con la calderilla que te queda en el bolsillo al final del día no cambia ese hecho.
Pero aquí ni siquiera ése es el caso porque la definición de CUCO es la que es (ni siquiera "definición", es que es la literalidad del acróstico: Cualquier Uso, Cualquier Ocasión). Si ese profesional suizo al que el reloj X no le pasa de ser un capricho un poco subidito no se lo llevaría en su visita de trabajo a las 3000 viviendas o a su viaje de aventura a la Amazonia por esto o o por lo otro, creo que es evidente que, para él al menos, no puede ser CUCO. Y si se pretende que CUCO sea una categoría, entonces sí, entra la estadística: si un reloj, por lo que sea, no puede ser CUCO para un conjunto significativo de usuarios, entonces no puede entrar en la categoría (en lo personal, que cada uno haga de su capa un sayo: ya dije que, para mí, mi Mk40 es un CUCO porque los hechos así lo han demostrado). No es la forma, es la función.