boga
Habitual
Sin verificar
Bueno, pues otra entrega de mi trabajo. Aqui vereis una demostración de que a veces puede ser super interesante y me lleva a sitios maravillosos; y al día siguiente es estressante y bajas a ver las miserias humanas. Por eso le he puesto el título "Del Cielo a la Tierra", porque de un día para otro, esto es lo que pasó. Eso si, los dos días, como no sabía que podía encontarme, llevé conmigo mi Casio G-7500, el vibrador.
EL CIELO
Ayer fui a hacer un reportaje a la montaña, al prepirineo catalán. No llega a ser el cielo, pero está más cerca. En un pueblo han montado un espacio de aventura, en el que puedes hacer senderismo, escalada, vías ferratas, barranquismo. Hay de todos los niveles, y fuimos a hacer, básicamente, como unos niños hacían una vía ferrata.
Aunque nos llevamos las dos cámaras hasta el pie de la pared, como había que hacer bastante el cabra, decidí subir con la cámara más pequeña, porque no es cuestión de ir por ahí colgado con casi 10 kilos en en el hombro (por muy asegurado que vayas).
Aqui me teneis, empezando la ascensión.
Asegurando los mosquetones.
Con dos de las niñas que hicieron la subida, abrazando la cámara, para que no haya peligro de que se me escape (de lejos, ya podeis ver el G-7500)
Un plano más cercano. El casco no queda demasiado presentable, ya que llevaba una gorra debajo.
Bajando, aún tuve el valor de ponerme sin manos, para hacer una foto cercana del G-7500
Aqui, después de la vía ferrata, con dos excursionistas que hacían una ruta.
En esta, medio colgado de la pared, mientras mi compañera hacía una presentación del reportaje.
Finalmente, bajando al camino. Creo que en la cara ya se me ve el cansancio del día; aunque fue un sitio precioso, y el esfuerzo mereció la pena.
LA TIERRA
Después de la buena experiencia del día anterior, hoy me ha tocado bajar a la dura realidad urbana. Hago un turno que empieza a las 6 de la mañana, y a esa hora ya nos hemos ido (yo y la compañera que vino conmigo ayer a la montaña) a hacer como desalojaban un asentamiento de inmigrantes en un barrio de Barcelona. Hemos estado alli desde las 6:30 a las 15:30 (con un intervalo en el que nos hemos ido corriendo a hacer una rueda de prensa al Ayuntamiento); esperando y buscando la mejor manera de explicar el tema, haciendo imágenes que hemos enviado para que otros compañeros las editasen en la tele, y haciendo conexiones en directo. A partir de media mañana, bajo un sol de justicia. Por suerte, y pese a la alta probabilidad de que hubiese enfrentamientos con la policía (hemos ido preparados para ello, por si acaso), la cosa ha acabado con tranquilidad.
Aqui he utilizado la cámara grande (la cosa no estaba para bromas).
Primera foto de mi fiel G-7500, poco antes de las siete de la mañana, frente al primer cordón policial de los Mossos d'Esquadra, que impedía que nos acercásemos a la fábrica abandonada que estaban desalojando (lo que se ve al fondo).
Como veis, las furgonetas casi impedían la visión
Como entonces estaba esperando y pasaban pocas cosas, podía dedicarme a hacer fotos. Si os fijais, el visor y la óptica de esta cámara es casi tan grande como todo lo que llevaba en la montaña (y eso que a la cámara pequeña le había puesto ayer un gran angular añadido).
Caras de pocos amigos.
Aqui, abriendo la barrera para que uno de los desalojados sacase sus pertenencias en un carrito. Como veis, ya he desarrollado la habilidad de hacer fotos al reloj mientras grabo.
Una vista más general del cordón policial, con esa mezcla de periodistas, policías y desalojados. Algunos de estos no querían que los grabásemos, y me han amenazado con romperme la cámara (o algo más). En estas situaciones hay que ir con mucho cuidado.
Para que veais, los mossos d'esquadra también llevan G. Creo que este que me mira de reojo llevaba un 6900 (no me he atrevido a preguntarle, y lo veía de muy lejos, porque si me movía perdía el sitio que tenía).
En un momento de calma, ya más avanzada la mañana, hasta le he pedido a mi compañera que me sacase una foto. El sol aún no castigaba. En la mochila que se ve que llevo colgada llevábamos los cascos, los chalecos de prensa y las máscaras antigas, por si las cosas se ponían feas.
Aqui, haciendo una conexión en directo.
De repente, nos han dicho que el Ayuntamiento de Barcelona hacía una rueda de prensa sobre el desalojo. Corriendo hacia alli, para grabar al concejal responsable del tema. Aqui me ha sido muy útil la opción de alarma vibradora del 7500, para avisarme en un momento determinado de una manera silenciosa, ya que no se podía oir la alarma.
Después, vuelta a la zona del desalojo. Ya habían echado a todos los de una nave, y aqui teneis a algunos, esperando fuera de otra que iban a derribar ese mismo día, una vez estuviese vacía.
Por último, una conexión en directo, para el informativo del mediodía. Eran más de las tres de la tarde, bajo un sol de justicia.
Bueno, pues esto ha sido todo. Espero que no se os haya hecho pesado, y que el Casio G-7500 (que se ha comportado como un campeón, como no podía ser de otra forma) haya servido de excusa para mostraros dos días de mi trabajo, muy diferentes. Puedes tener experiencias magníficas, y al día siguiente hacer algo nada agradable (aunque os aseguro que podía haber sido peor).
EL CIELO
Ayer fui a hacer un reportaje a la montaña, al prepirineo catalán. No llega a ser el cielo, pero está más cerca. En un pueblo han montado un espacio de aventura, en el que puedes hacer senderismo, escalada, vías ferratas, barranquismo. Hay de todos los niveles, y fuimos a hacer, básicamente, como unos niños hacían una vía ferrata.
Aunque nos llevamos las dos cámaras hasta el pie de la pared, como había que hacer bastante el cabra, decidí subir con la cámara más pequeña, porque no es cuestión de ir por ahí colgado con casi 10 kilos en en el hombro (por muy asegurado que vayas).
Aqui me teneis, empezando la ascensión.
Asegurando los mosquetones.
Con dos de las niñas que hicieron la subida, abrazando la cámara, para que no haya peligro de que se me escape (de lejos, ya podeis ver el G-7500)
Un plano más cercano. El casco no queda demasiado presentable, ya que llevaba una gorra debajo.
Bajando, aún tuve el valor de ponerme sin manos, para hacer una foto cercana del G-7500
Aqui, después de la vía ferrata, con dos excursionistas que hacían una ruta.
En esta, medio colgado de la pared, mientras mi compañera hacía una presentación del reportaje.
Finalmente, bajando al camino. Creo que en la cara ya se me ve el cansancio del día; aunque fue un sitio precioso, y el esfuerzo mereció la pena.
LA TIERRA
Después de la buena experiencia del día anterior, hoy me ha tocado bajar a la dura realidad urbana. Hago un turno que empieza a las 6 de la mañana, y a esa hora ya nos hemos ido (yo y la compañera que vino conmigo ayer a la montaña) a hacer como desalojaban un asentamiento de inmigrantes en un barrio de Barcelona. Hemos estado alli desde las 6:30 a las 15:30 (con un intervalo en el que nos hemos ido corriendo a hacer una rueda de prensa al Ayuntamiento); esperando y buscando la mejor manera de explicar el tema, haciendo imágenes que hemos enviado para que otros compañeros las editasen en la tele, y haciendo conexiones en directo. A partir de media mañana, bajo un sol de justicia. Por suerte, y pese a la alta probabilidad de que hubiese enfrentamientos con la policía (hemos ido preparados para ello, por si acaso), la cosa ha acabado con tranquilidad.
Aqui he utilizado la cámara grande (la cosa no estaba para bromas).
Primera foto de mi fiel G-7500, poco antes de las siete de la mañana, frente al primer cordón policial de los Mossos d'Esquadra, que impedía que nos acercásemos a la fábrica abandonada que estaban desalojando (lo que se ve al fondo).
Como veis, las furgonetas casi impedían la visión
Como entonces estaba esperando y pasaban pocas cosas, podía dedicarme a hacer fotos. Si os fijais, el visor y la óptica de esta cámara es casi tan grande como todo lo que llevaba en la montaña (y eso que a la cámara pequeña le había puesto ayer un gran angular añadido).
Caras de pocos amigos.
Aqui, abriendo la barrera para que uno de los desalojados sacase sus pertenencias en un carrito. Como veis, ya he desarrollado la habilidad de hacer fotos al reloj mientras grabo.
Una vista más general del cordón policial, con esa mezcla de periodistas, policías y desalojados. Algunos de estos no querían que los grabásemos, y me han amenazado con romperme la cámara (o algo más). En estas situaciones hay que ir con mucho cuidado.
Para que veais, los mossos d'esquadra también llevan G. Creo que este que me mira de reojo llevaba un 6900 (no me he atrevido a preguntarle, y lo veía de muy lejos, porque si me movía perdía el sitio que tenía).
En un momento de calma, ya más avanzada la mañana, hasta le he pedido a mi compañera que me sacase una foto. El sol aún no castigaba. En la mochila que se ve que llevo colgada llevábamos los cascos, los chalecos de prensa y las máscaras antigas, por si las cosas se ponían feas.
Aqui, haciendo una conexión en directo.
De repente, nos han dicho que el Ayuntamiento de Barcelona hacía una rueda de prensa sobre el desalojo. Corriendo hacia alli, para grabar al concejal responsable del tema. Aqui me ha sido muy útil la opción de alarma vibradora del 7500, para avisarme en un momento determinado de una manera silenciosa, ya que no se podía oir la alarma.
Después, vuelta a la zona del desalojo. Ya habían echado a todos los de una nave, y aqui teneis a algunos, esperando fuera de otra que iban a derribar ese mismo día, una vez estuviese vacía.
Por último, una conexión en directo, para el informativo del mediodía. Eran más de las tres de la tarde, bajo un sol de justicia.
Bueno, pues esto ha sido todo. Espero que no se os haya hecho pesado, y que el Casio G-7500 (que se ha comportado como un campeón, como no podía ser de otra forma) haya servido de excusa para mostraros dos días de mi trabajo, muy diferentes. Puedes tener experiencias magníficas, y al día siguiente hacer algo nada agradable (aunque os aseguro que podía haber sido peor).
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