JDPBILI
Milpostista
Sin verificar
En junio de 1983, la revista Popular Science publicitaba un nuevo modelo de Casio, que seguía dando pasos tecnológicos de gigante en lo que a relojes se refiere, y este es un paso aun hoy en día persiste y no hay mejor prueba de ello que los "smartwatches": se trataba de un reloj "táctil".
La carrera de finales de los 70 y la década de los 80 fue frenética para Casio, innovadores hasta límites insospechados, que incluso hoy en día -más de 30 años después- siguen pareciendo relojes muy avanzados, lo que quiere decir que en su día representaban "la cima de la tecnología" en lo que a relojes se refiere.
Es ni más ni menos que el TC-500, un reloj calculadora (TouchCalculator) con apariencia de reloj elegante, gracias a su tecnología de LCD de doble capa y sensor táctil en la pantalla. El responsable es el módulo 119.
Hoy, justo 35 años después estos relojes siguen siendo plenamente funcionales, como quién no quiere la cosa y es que eran otros tiempos.
El reloj cuenta con una pantalla excelente, su tamaño y proporciones hace que la información en los modos "normales" sea excelente, mostrando un pantalla principal con unos dígitos de gran tamaño que muestran h:mm:ss, día de la semana, mes y día del mes.
Con el botón inferior izquierdo accedemos a los distintos modos del reloj que son los siguientes: calculadora, alarmas (cuenta con tres alarmas), dual time, timer y cronómetro. Como característica a destacar, siempre muestra la hora local en todos los modos excepto en el modo calculadora.
La primera pulsación nos permite acceder al LCD que sobreimpresiona la calculadora, con una capacidad de 8 dígitos y funciones básicas:
Un pequeño retoque nos permite ver la trama sobre la pantalla para la función táctil:
A partir de este modo accedemos a los siguientes modos:
- Alarmas y señal horaria: tres alarmas independientes, mostrando siempre la hora.
- Dual Time, totalmente independiente de la hora local que también muestra.
- Timer, mostrando la hora y con señal acústica a su finalización.
- Crono, con función LAP y mostrando la hora.
Cuenta además con luz y confirmación sonora de funciones con distintivo cuando se regresa al modo principal.
CONSLUSIONES
Es un reloj muy elegante, tremendamente tecnológico, muy bien acabado y con un funcionamiento suave, preciso y cómodo ya que sus cuatro botones (incluyendo el de ajuste) tienen un tamaño francamente excelente, de lo mejor que se puede encontrar. El reloj es de metal con tapa de acero inoxidable, un marco de plástico en su frontal y un elegante brazalete de acero inoxidable cómodo de usar. Su tamaño es grande para la época por lo que la visibilidad es excelente. La alarma suena muy alta y clara.
¿ Y qué pasa con la calculadora ?
Como habéis podido ver en las fotos, la pantalla alberga en este modo unos minúsculos botones, además de algunas funciones en el marco inferior y los botones derechos. Si "insistimos" en pulsar determinado número, es más complicado que si lo hacemos con "naturalidad" con la parte central de la yema de los dedos, pero aún así los inferiores son más complicados de seleccionar. Obviamente cuanto más pequeños sean los dedos, mejor. Pero con paciencia y entrenamiento, llega a conseguirse un uso fluido.
El reloj, es una auténtica pasada tecnológica, y además vestidor. Poco se puede decir más.
La carrera de finales de los 70 y la década de los 80 fue frenética para Casio, innovadores hasta límites insospechados, que incluso hoy en día -más de 30 años después- siguen pareciendo relojes muy avanzados, lo que quiere decir que en su día representaban "la cima de la tecnología" en lo que a relojes se refiere.
Es ni más ni menos que el TC-500, un reloj calculadora (TouchCalculator) con apariencia de reloj elegante, gracias a su tecnología de LCD de doble capa y sensor táctil en la pantalla. El responsable es el módulo 119.
Hoy, justo 35 años después estos relojes siguen siendo plenamente funcionales, como quién no quiere la cosa y es que eran otros tiempos.
El reloj cuenta con una pantalla excelente, su tamaño y proporciones hace que la información en los modos "normales" sea excelente, mostrando un pantalla principal con unos dígitos de gran tamaño que muestran h:mm:ss, día de la semana, mes y día del mes.
Con el botón inferior izquierdo accedemos a los distintos modos del reloj que son los siguientes: calculadora, alarmas (cuenta con tres alarmas), dual time, timer y cronómetro. Como característica a destacar, siempre muestra la hora local en todos los modos excepto en el modo calculadora.
La primera pulsación nos permite acceder al LCD que sobreimpresiona la calculadora, con una capacidad de 8 dígitos y funciones básicas:
Un pequeño retoque nos permite ver la trama sobre la pantalla para la función táctil:
A partir de este modo accedemos a los siguientes modos:
- Alarmas y señal horaria: tres alarmas independientes, mostrando siempre la hora.
- Dual Time, totalmente independiente de la hora local que también muestra.
- Timer, mostrando la hora y con señal acústica a su finalización.
- Crono, con función LAP y mostrando la hora.
Cuenta además con luz y confirmación sonora de funciones con distintivo cuando se regresa al modo principal.
CONSLUSIONES
Es un reloj muy elegante, tremendamente tecnológico, muy bien acabado y con un funcionamiento suave, preciso y cómodo ya que sus cuatro botones (incluyendo el de ajuste) tienen un tamaño francamente excelente, de lo mejor que se puede encontrar. El reloj es de metal con tapa de acero inoxidable, un marco de plástico en su frontal y un elegante brazalete de acero inoxidable cómodo de usar. Su tamaño es grande para la época por lo que la visibilidad es excelente. La alarma suena muy alta y clara.
¿ Y qué pasa con la calculadora ?
Como habéis podido ver en las fotos, la pantalla alberga en este modo unos minúsculos botones, además de algunas funciones en el marco inferior y los botones derechos. Si "insistimos" en pulsar determinado número, es más complicado que si lo hacemos con "naturalidad" con la parte central de la yema de los dedos, pero aún así los inferiores son más complicados de seleccionar. Obviamente cuanto más pequeños sean los dedos, mejor. Pero con paciencia y entrenamiento, llega a conseguirse un uso fluido.
El reloj, es una auténtica pasada tecnológica, y además vestidor. Poco se puede decir más.