El Royal Oak fue una bendición para Audemars Piguet a principios de los años 70. Salvó a la marca, que estaba en una situación comprometida y muy precaria, debido a la crisis del cuarzo. Sin embargo, ese éxito (al principio no tan éxito, por cierto, sino más a largo plazo) ha sido una especie de maldición para la marca ya que prácticamente es esclava de los RO y de los ROO. Bendita maldición, por otra parte, ya que la ha mantenido entre los grandes durante todos estos años. Pocos Millenary o Jules Audemars se ven. Es normal que la marca intente desencasillarse un poco de esa especie de monocultivo. El problema es que mejorar o superar un diseño tan peculiar, tan exquisito y original como el RO no es fácil. A mi entender el Code 11.59 no lo consigue. Es cierto que tiene una caja curiosa, con el octágono de la carrura, con las asas vacías..., seguramente estará muy bien terminado, tal como suele hacer AP en todos sus relojes, pero a mí el diseño me deja frío, indiferente. He leído en algún lugar (¿en Hodinkee, tal vez?) que el CEO de AP está que trina por las malas críticas que ha obtenido el nuevo reloj en las redes sociales. Parece ser, pues, que AP seguiría siendo lo que los anglosajones llaman "one-track pony". En cuanto al nuevo calibre 4302, esperemos que no tenga los achaques del famoso 3120 del cual yo soy uno de los damnificados.