Paso
Forer@ Senior
Sin verificar
Las últimas fechas del 2005 me dejaron caer. Bueno, realmente las últimas fechas constituyen el aspecto temporal de la cuestión, pero no fueron éstas, sino la genial y altruista ocurrencia de Ernest –Evalls por estos lares- como administrador de su excelente página web de inforeloj, con el más sano y no menos altruista concierto de Hexavi de Hora Exacta (relojería) y de Ruiz Revuelto (fornituras), de convocar un concurso fotográfico relacionado con los relojes, quien/es suscitaron mi interés y más que escasas artes fotográficas para participar en ese concurso, sin más pretensiones –por mi parte-, que las de vencer mi estática inercia a esmerarme en tan bonita afición, como lo es la fotografía, y que tan pareja corre en estos tiempos con la de los relojes, así como la de participar con mi modesta contribución a tan brillante iniciativa.
Pues bien, las cosas fueron bastante mejor de lo que en mí cupiera esperar, y con gran sorpresa y regocijo recibí de boca de Ernest la noticia de que mi bodegón “cuaderno de bitácora” había sido escogido como destinatario del generoso premio ofrecido. Así que me ha parecido que era de obligado placer el compartir con todos vosotros ese maravilloso Favre Leuba que, como premio ofrecido por Hexavi (Hora Exacta), me envió Ernest y con el que colmé mi CRI antes de que el pasado 2005 dejara paso a un nuevo año colmado de buenos propósitos e intenciones en lo que a esta bendita afición se refiere.
Por todo ello, deseo dejar constancia de nuevo, de mi profundo agradecimiento a Ernest, a Hexavi y a Ruiz Revuelto, por la parte que a cada uno corresponde, al haber hecho posible y tangible una iniciativa que invita a repetirse.
Y sin más prolegómenos, he aquí ese fantástico Favre Leuba de cuerda manual, chapado en oro y con fondo de acero, de la década de los 70 (calculo que de finales) cuando empezaban a generalizarse los cristales planos y minerales en los relojes de pulsera en los que, su escaso grosor, constituía un atributo de primer orden, cuando de relojes de vestir se trataba:
Por cierto, no me negaréis el asombroso parecido a este bonito Baume & Mercier que tuve a bien regalarle allá por el año 1977 a la que entonces era mi novia y con la que, sin solución de continuidad, vengo compartiendo mis días:
También de cuerda manual, con idéntico cristal y muy parecida forma de caja, aunque de acero en este caso, si bien la corona es algo que tuve que improvisar cuando perdió la suya (era igual pero de acero), cuando era algo más atrevido que ahora para trastear con estas cosas. También puede observarse que la “delgadez” estaba muy de moda por aquellos años.
También quisiera agradecer desde aquí a tod@s las calurosas felicitaciones que me hicísteis llegar tras conocerse el resultado del concurso. ¡GRACIAS!
Bien, pues eso es todo, así que desde aquí os animo a todos a promover y participar en iniciativas como la tomada por inforreloj con su concurso fotográfico ya que, de un lado, el sólo hecho de participar ya representa un espléndido estímulo y placer, y de otro, me atrevo a afirmar que la afición a los relojes es escribe muy bien a través de las imágenes.
¡Saludos!
Pues bien, las cosas fueron bastante mejor de lo que en mí cupiera esperar, y con gran sorpresa y regocijo recibí de boca de Ernest la noticia de que mi bodegón “cuaderno de bitácora” había sido escogido como destinatario del generoso premio ofrecido. Así que me ha parecido que era de obligado placer el compartir con todos vosotros ese maravilloso Favre Leuba que, como premio ofrecido por Hexavi (Hora Exacta), me envió Ernest y con el que colmé mi CRI antes de que el pasado 2005 dejara paso a un nuevo año colmado de buenos propósitos e intenciones en lo que a esta bendita afición se refiere.
Por todo ello, deseo dejar constancia de nuevo, de mi profundo agradecimiento a Ernest, a Hexavi y a Ruiz Revuelto, por la parte que a cada uno corresponde, al haber hecho posible y tangible una iniciativa que invita a repetirse.
Y sin más prolegómenos, he aquí ese fantástico Favre Leuba de cuerda manual, chapado en oro y con fondo de acero, de la década de los 70 (calculo que de finales) cuando empezaban a generalizarse los cristales planos y minerales en los relojes de pulsera en los que, su escaso grosor, constituía un atributo de primer orden, cuando de relojes de vestir se trataba:
Por cierto, no me negaréis el asombroso parecido a este bonito Baume & Mercier que tuve a bien regalarle allá por el año 1977 a la que entonces era mi novia y con la que, sin solución de continuidad, vengo compartiendo mis días:
También de cuerda manual, con idéntico cristal y muy parecida forma de caja, aunque de acero en este caso, si bien la corona es algo que tuve que improvisar cuando perdió la suya (era igual pero de acero), cuando era algo más atrevido que ahora para trastear con estas cosas. También puede observarse que la “delgadez” estaba muy de moda por aquellos años.
También quisiera agradecer desde aquí a tod@s las calurosas felicitaciones que me hicísteis llegar tras conocerse el resultado del concurso. ¡GRACIAS!
Bien, pues eso es todo, así que desde aquí os animo a todos a promover y participar en iniciativas como la tomada por inforreloj con su concurso fotográfico ya que, de un lado, el sólo hecho de participar ya representa un espléndido estímulo y placer, y de otro, me atrevo a afirmar que la afición a los relojes es escribe muy bien a través de las imágenes.
¡Saludos!
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