P
Perseus
Visitante
Lo siento, solo descalificando, divagando y sin contarnos tus experiencias de tus relojes Seiko, la credibilidad que me llega es la de radio macuto.
Los argumentos llenos solo de palabras de desprestigio, solo hace ver lo que quien las dice tiene pendiente por resolver.
Hablemos de los relojes que tiene casa uno y compartan como les va, si no les gusta diganlo, pero solo ir sembrando temores de oídas y sin haber elementos de juicio, son sentencias a las que se les ve el plumero. Las cruzadas se acabaron hace tiempo y si alguien tiene alguna, que deje de aburrir al personal, que se nota demasiado.
Sigo esperando de conocer, ver fotos de esos Seikos de aquellos que han tenido tal o cual modelo y sabiendo de lo que hablan opinan mal de ese modelo. Aprenderemos todos.
Lecciones de oídas, para eso tenemos a la clase política.
Salu2.
Curioso que sea esa una dinámica bastante habitual en el foro. De repente, un compañero tiene un problema (o rabieta) puntual. Lo publica. Además, si es milpostista aunque haya ganado tal "mérito" poniendo emoticonos de "comiendo palomitas", parece que su palabra es irrebatible. Nos hacemos eco y comenzamos a repetirlo incensantemente. Al final, pasado un tiempo, eso que le sucedió a alguien de manera casi anecdótica se convierte en un dogma de fe.. y ay! de quién se atreva a contradecirlo..
Así, hoy por hoy, nos encontramos con "verdades absolutas" que cacareamos a coro al unísono..
Que si el SAT de tal marca es una mierda, que si tal marca que luce orgullosa el swiss made en la esfera en realidad procede de un taller de la periferia de Beijing, que si esa firma es de pobres.. de igual forma, que ensalzamos otras porque sí, sin más argumento que "es que X es X".. y nos quedamos tan panchos!
A mí estos hilos en los que algunos cuestionan las experiencias personales de compañeros sin haber tenido las propias con el mismo reloj o marca.. pues, como que no.
Todo esto me recuerda al cuento de Andersen de "El traje nuevo del Emperador". Con la multitud repitiendo y, lo que es peor, creyéndose a pies juntillas una mentira más que evidente por no salirse del tiesto, hasta que un niño con toda su inocencia destapa el pastel.
Como muy bien dices.. para lecciones de oídas ya tenemos a los políticos.. y así nos luce el pelo.
Un saludo y acertada reflexión compañero
