La verdad es que textos como el que has copiado y pegado, tienen un análisis hasta cierto punto controvertido, como son también las respuestas de este interesante hilo, y merece la pena creo, verter alguna opinión al respecto, y digo verter, porqué el contenido de lo que pegas/recortas, se ha perpetrado, ni siquiera se ha vertido.
A mi ya no me gustan los toros, entiendo que haya gente a la que le gusten, y doy por sentado que es un espectáculo en cierto modo cruel, por desgracia tan cruel como es la vida misma, quizá de ello emane, su gracia, y también su desgracia.
También es cierto que, por motivos familiares, conozco algo el tema en profundidad, lo suficiente para no perder el tiempo en detenerme a decir, que casi todo lo que dice el texto, es sencillamente mentira, y fácilmente verificable (esta aseveración) para cualquiera que lo quiera comprobar.
También es fácil comprobar, que para la lidia y el toro en general, existen unas normas estrictas y un control bastante riguroso por parte de autoridades, y administración en general, y que las malas prácticas deben ser perseguidas y penadas, en caso de que existan.
Todo ello, y sin perjuicio de ser exhaustivo al respecto, que lo merece, se infieren claramente una serie de consideraciones.
Al parecer, ya no solo por el título (no lo veo muy claro) aquí existen dos problemas, uno el de la fiesta, y otro el de lo nacional, no veo muy bien si el problema que denuncias en el escrito, es que sea una fiesta, o que sea una fiesta nacional (por el título) o ambas cosas, y creo conviene separar ambos extremos, una cosa es analizar la prohibición o la naturaleza del hecho, y otra el atributo geográfico político del mismo, de esta última parte no voy a hablar, dado que está prohibido hablar de política, pero no deja de sorprenderme que con ese contenido, el hilo se titule como se titula. Así como la extraña, que no inocente (no por este hilo, aunque coincidente) moda reciente o tendencia manifiesta en contra de lo que algunos denominan la fiesta, otros la fiesta nacional, otros los toros, y algunos vecinos (los franceses), la tauromaquia (en francés), aunque y repito, solo recientemente, los temas al respecto solo se refieren a “la fiesta nacional”.
También es cierto que, el espectáculo del cual hablamos, no se realiza solo en España, hay toreo en Francia, y en muchos países de Hispanoamérica, con lo cual su prohibición en nuestro país, no significaría necesariamente la desaparición del mismo.
Al grano, o al toro, que dicen los aficionados, si se narrase con el mismo tino que hace el autor, una operación de cirugía (vamos a poner estética) con el mismo sesgo con el que el autor del escrito describe la lidia y los previos de la lidia, está claro que se nos pondrían también los pelos de punta, imaginemos la descripción de sangre, tejidos cortados, pieles retraídas, cortes, y un largo sinfín de crueldades estéticas que no merece la pena reseñar, no digo ya la narración de la muerte y agonía, de un enfermo terminal humano, la vida y muerte no son cosas (por desgracia) en que el sufrimiento no exista, pero aquí el asunto parece ser que lo que hay que prohibir o censurar es el dolor causado sin un fin concreto, o con el fin de producir arte o espectáculo (no ya el “negocio de algunos” como si le importase a alguien o fuese malo hacer negocios, ganar dinero vamos, que es en el fondo, lo que a muchos les fastidia) ya que todos estamos de acuerdo que, es difícil prohibir el dolor, o la muerte, aunque muchos estén en ello, que todo llegará, y no se debe confundir prohibir con paliar o con no causar daño de forma gratuita, asunto este sobre el que parece existir mas unanimidad.
El primer asunto que nos puede llevar a reflexionar es como, para justificar un argumento, se puede usar matices falsos y/o exagerados; ¿es que no es bastante “cruel” la fiesta para tener que exagerar hasta la nausea y mentir de forma consciente sobre los aspectos mas escatológicos de la misma?, sinceramente, yo creo que la propia certificación de la falsedad de algunos de los aspectos relevantes que se citan, ya desacreditan per se, usar ese escrito como argumento contrario a la fiesta, si se quiere argumentar en contra, hágase con el rigor y la neutralidad que exige el tema. Vaya por delante que creo que ha sido usado de forma inocente, de lo que no cabe duda es que no hay inocencia en su formulación, quizá si en el fin que persigue, pero claro, el fin, no justifica los medios, salvo en política, y no creo que el hilo tenga nada que ver.
Por otra parte, si lo que se trata es de evitar el sufrimiento de los animales, empecemos por evitar o prohibir, los actos humanos que causan mas dolor y sufrimiento a estos, y a los peces, y a las plantas, y porqué no, a los objetos, que moralmente son lesionados con mucha mayor frecuencia, y moralmente también descalifican, la naturaleza de los autores de la misma, empecemos pues por lo mas extenso, por lo mas grave, por lo mas frecuente:
La caza
La pesca
La jardinería (las flores sufren de forma horrorosa al ser arrancadas)
Los establos (es una vida de castigo y sufrimiento)
Los rodeos
El Foe Grass
El consumo de marisco y crustáceos o moluscos vivos
Los animales domésticos (muchos)
Andar por el campo
Arrancar setas
Matar insectos al ir en coche
Las fiestas de los pueblos con animales
Los actos religiosos o tribales en los que mueren animales no anestesiados
Y un largísimo etc de actividades desarrolladas y ha desarrollar por los seres humanos, la mayor parte sin regulación ni control, y con un mayor grado de crueldad que el que pueda tener una corrida de toros.
Por supuesto me refiero a los que causan dolor o no tienen fines altruistas, si pudiésemos medir el grado de dolor causado, las corridas quedarían como un marginal de la historia del dolor universal, en base solo a que son escasas en comparación con otras manifestaciones y costumbres mucho mas crueles y frecuentes.
¿Porqué empezar por la fiesta? El ser humano prioriza sus estrategias para alcanzar fines concretos, ¿Por qué solo es para divertir a los aficionados?
Bueno, lo mismo que otras tantas de las mencionadas.
¿Por empezar por alguna?, hombre, comencemos por las mas extensivas, o por la más crueles, hay que ver lo horrible de los sacrificios de animales que a diario se realizan por muchas religiones, es terrible la agonía de cabras o corderos degollados en mucho rituales religiosos.
La realidad, es mucho mas prosaica, ni es lógico empezar por lo insignificante, ni es lógico ni justo abolir solo una parte, si de lo que se trata es de evitar sufrimiento, evítese todo, si se trata de prohibir espectáculos crueles, empezando por el circo y los zoos, y acabando por los estanques y los acuarios, acabemos con todo, o mejor, lo mejor sería prohibir la muerte, el sufrimiento, la sangre, o prohibirnos todos, que quizá sea la única manera de evitar todo lo que estamos comentando.
No entender la lidia (y otras muchas cosas entendiendo por entender la lidia o los toros en un concepto amplio, ósea que esta exista como fenómeno cultural y antropológico) dentro de unas normas, es no entender la vida, ni la muerte, ni la cultura en algunos matices, ni a los animales, ni las necesidades de los seres humanos, no siempre (casi nunca) exentas de consecuencias para su entorno, es sencillamente, no entender nada, no entender algunos atributos básicos consustanciales al ser humano, y no se debe confundir, con la actitud personal y libre de cada uno de no hacer o causar daños innecesarios por mera diversión, si se quiere terminar con las corridas, basta convencer a la gente que no acuda a las mismas, en base a una información veraz y con argumentos claros y concisos, no acudir personalmente, y sobre todo ser coherente con unos principios, empezando por uno mismo antes de intentar hacer proselitismo con los demás, y esto nos lleva al bucle sobre las inferencias personales en el entorno natural, no matemos bacterias, no matemos virus, salvo que sea para evitar la males mayores, no jodamos a las medusas de la playas, ni a los pobres mosquitos con venenos e insecticidas.
Basta informar, y después, dejar que la gente decida, en su conjunto, no solo unos pocos, si sale que no, pues no, pero si la mayoría lo quiere, o se prohíbe todo en todos sitios, o que sean las mayorías la únicas capacitadas para decidir en aspectos concretos de su vivencia personal, con las regulaciones y las cautelas que sean menester.
Lo que quiere decir el gran filosofo alemán, es que el no ser cruel con los animales, es una postura personal que refleja la naturaleza intima de un sujeto, a la que se llega por convencimiento y reflexión, no de forma natural ni general, ni antropológica, es una opción de vida, convencer no es obligar, y no se convence con exageraciones ni con prohibiciones, y mucho menos, dando en el culo de los toros, la patada que se quiere dar en el culo de otras cosas, de otros conceptos, mucho menos animales, mucho mas humanas de lo que parecen, y muy pocas veces, como esta, de forma inocente y bienintencionada.
Saludos