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Buenos días a todos,
Ayer, estando inspirado, conteste a un hilo de otro compañero con una reflexión mía personal acerca de los vintage.
He creido interesante copiar esas mismas palabras en este subforo, y ya lanzo la pregunta, para vosotros cual son los motivos de vuestra pasión hacia este tipo de relojes?
Los relojes vintage tienen una esencia difícil de explicar con palabras.
Sus colores, formas, tamaños, pátinas y diseños, sus calibres mecánicos, sus esferas en algunos casos abombadas, sus cristales en muchos casos plexys abombados también, el tacto al darles cuerda que te recuerda que estás ante una máquina puramente mecanica, su fuerte TIC TAC al funcionar que resuena como si fuera música para nuestros oídos, sus cajas marcadas con cicatrices por experiencias vividas... Son argumentos únicos.
Si encima a todo lo anterior, les sumas un gran dosis de romanticismo:
La historia de algunos modelos, el fantasear pensando en que vida habrán llevado esos relojes durante décadas hasta caer en tus manos, abrir su tapa trasera y ver marcadas fechas de algunas revisiones pasadas a veces muy antiguas, fantaseas imagínandote la vida que llevarian sus anteriores dueños en aquellos años de los que data el reloj (guerras, acontecimientos históricos etc), el exotismo de tener piezas que se fabricaron en países en el otro extremo del planeta, pensar en el extraordinario ingenio humano de haber inventado y creado esos increíbles calibres con piezas en miniatura con medios técnicos a veces casi artesanales...
pues todo ello es un cóctel de un atractivo que puede enganchar muchísimo creando auténtica pasión, felicidad, ilusión, una forma de adorar la afición casi como una forma de vida...
Ayer, estando inspirado, conteste a un hilo de otro compañero con una reflexión mía personal acerca de los vintage.
He creido interesante copiar esas mismas palabras en este subforo, y ya lanzo la pregunta, para vosotros cual son los motivos de vuestra pasión hacia este tipo de relojes?
Los relojes vintage tienen una esencia difícil de explicar con palabras.
Sus colores, formas, tamaños, pátinas y diseños, sus calibres mecánicos, sus esferas en algunos casos abombadas, sus cristales en muchos casos plexys abombados también, el tacto al darles cuerda que te recuerda que estás ante una máquina puramente mecanica, su fuerte TIC TAC al funcionar que resuena como si fuera música para nuestros oídos, sus cajas marcadas con cicatrices por experiencias vividas... Son argumentos únicos.
Si encima a todo lo anterior, les sumas un gran dosis de romanticismo:
La historia de algunos modelos, el fantasear pensando en que vida habrán llevado esos relojes durante décadas hasta caer en tus manos, abrir su tapa trasera y ver marcadas fechas de algunas revisiones pasadas a veces muy antiguas, fantaseas imagínandote la vida que llevarian sus anteriores dueños en aquellos años de los que data el reloj (guerras, acontecimientos históricos etc), el exotismo de tener piezas que se fabricaron en países en el otro extremo del planeta, pensar en el extraordinario ingenio humano de haber inventado y creado esos increíbles calibres con piezas en miniatura con medios técnicos a veces casi artesanales...
pues todo ello es un cóctel de un atractivo que puede enganchar muchísimo creando auténtica pasión, felicidad, ilusión, una forma de adorar la afición casi como una forma de vida...
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