A mí, en general, siempre me han atendido muy bien en las relojerías.
En unos casos, con vendedores muy conocedores del producto y en otros menos conocedores, pero amables, cordiales y naturales.
Alguna experiencia muy positiva: en Porto Cervo, mirando el escaparate de una relojería, que si no recuerdo mal se llamaba Tourbillon, y fijándome en unos preciosos Jaquet Droz, salió un dependiente y me dijo que pasara a verlos.
Me enseñó bastantes modelos de esta marca, así como de Glasutte y alguna otra más. Y eso que le dije que no iba a comprar. Pero estuve más de una hora disfrutando de ver fantásticos relojes. Un tío muy amable y profesional. Y encima me dio unos estupendos libros y catálogos.
Como experiencia negativa (de las pocas que recuerdo), en Mallorca, en relojería Alemana (creo que se llama así): vi que tenían unos Rolex Sky-Dweller en el escaparate.
Entré a preguntar por el modelo de oro blanco y correa de piel negra.
Me atendió una dependienta de nacionalidad china. Casi le molestó enseñármelo. De hecho, creo que tuve que insistirle. Le hice alguna pregunta sobre la complicación del modelo y no supo responderme, ni mostrarme nada de su funcionamiento. Nada. Salvo que me dijo que era un calendario perpetuo. [emoji33].
Vamos, que no puso nada de su parte para vender. Y no soy de los que pretenden que sepan mucho. Pero qué menos que sepa cómo funciona y me muestre sus funciones ¿no?
Me fui con una sensación extraña. No es que no fuera cordial. Era como indiferente. Sin entusiasmo. Sin amabilidad (tampoco lo contrario). Sin interés. Nunca me había pasado eso. Ni me ha vuelto a pasar.
Por lo demás mis experiencias han sido correctas y en algunas ocasiones muy agradables.
