P
papitu
Milpostista
Sin verificar
Coincido totalmente con vosotros, pero sin pretender ser aguafiestas, veces tengo una sensación de que tal vez no merezca la pena. A ver si me explico... Con las cosas tan importantes y graves que hay en la vida, a veces pienso que hacer depender mi felicidad de la llegada de un reloj me sitúa a la altura de mi hijo de 5 años cuando su felicidad depende del juguete que quiere en ese momento.
Igual me estoy poniendo un poco filosófico, pero a veces tengo cierto conflicto interior entre esta afición bastante irracional y la cabeza que me dice que resulta bastante absurda la importancia que le doy a esa maquinita pegada a mi muñeca y que me da la hora igual que el móvil o cualquier otro reloj del montón. Incluso, en otras ocasiones trato de averiguar qué tendrán los relojes para conseguir atraparnos a tantas personas.
Imagino que cada cual tendrá sus razones (simple capricho, deleite por su funcionamiento, cuestión de estatus social, o una mezcla de todo), pero algo tienen los relojes que enganchan como una droga.
Yo lo veo al contrario, compañero. Cuando me sorprendo a mí mismo "preocupado" por minucias tipo que no ha llegado ese paquete o que no llevo el color de los calcetines correctamente combinados, me hace agradecer el no tener actualmente otros problemas mayores de los que preocuparme, que todos los hemos tenido (desde la salud de un familiar o apuros económicos, laborales...).
Espero que durante mucho tiempo más mi mayor preocupación sea a ver si llega ese reloj o que esa correa me va muy larga