Uffff... Pues a mí me encanta estar viviendo en esta época de evolución tecnológica acelerada en la que pensaba en mi infancia y adolescencia de lector empedernido de Ciencia Ficción. Desde el teléfono móvil tipo ladrillo los he empleado todos por motivos laborales y alucino de a donde hemos llegado y de lo que con suerte nos queda por ver. Me parece una época maravillosa y además con la suerte de haber podido disfrutar de lo existente en cada momento, sin nostalgia, pero sí con buenos recuerdos de cada momento y de cada tecnología.
Lo mismo me ocurre con la informática viendo que ordenadores con los que trabajaba a mediados de los años setenta son hoy en día objetos de museo.
Con los coches me pasa lo mismo. Disfruto con la electrónica actual lo mismo que disfruté de hacer miles y miles de kilómetros en coches sin ninguna asistencia electrónica.
O con la música, la fotografía, ...
En fin. "Carpe diem"
A mí también me gusta, por supuesto. Lo único que me repatea es tener que llevar el móvil a todos laooos y que se utilice mal esta tecnología. Por ejemplo, ver a personas que viajan para ir a trabajar en el tren, y que después de chatear, jugar y escuchar música en el móvil, te sacan un agendón tamaño folio de la cartera o el bolso para ver la orden del día de su trabajo.
Precisamente, mi primer ordenador personal fue un Macintosh Plus de los llamados "cabezones" y me gasté todos mis ahorros en él. Casi todo el mundo, me dijo entonces que estaba loco, que tenía que comprar un PC de los de MS-DOS porque era "compatible", etc, etc...
Yo lo único que sé, es que después de ver algunos PCs con el MS-DOS de la época y salí bastante decepcionado, hasta que entré en una tienda de Apple a pesar de que me habían dicho que eran ordenadores para tontos porque "iban con dibujitos" y una cosa llamada ratón.
Quedé maravillado y alucinado, con la maquinita, que, por cierto, comparada con las CPU gigantescas de los PCs de aquellas épocas, era pequeñísimo y me cabía en la mesa de casa. Con la memoria algo ampliada, ya era multitarea, tenía un procesador de texto con letras tipográficas, un programa llamado Hypercard que era un virguería e iba con una serie de "tarjetas" que se podían enlazar entre ellas mediante botones. Por ejemplo, podías enlazar la tarjeta del dentista con la tarjeta del día de la próxima visita al mismo y viceversa mediante unos botones que tú mismo podías crear y pegar, el primer Excel, que Microsoft había creado precisamente para esta máquina antes de desarrollar su Windows. Un programita de dibujo y además adquirí un programa de dibujo técnico, ClarisCad, que en aquella época ya era un programa de los llamados "inteligentes" antes de que AutoCad lo fuera. Y todo ello... en 1985.
Y de los coches igual. Aunque llevaba un Fiat Multipla, por tener cuatro hijos que todavía conservo, ahora llevo un Fiat 500 pequeñito, de 2019, todo manual, pero se nota la electrónica que el otro, más grande, no lleva, además del manos libres, un equipo de música que es una maravilla y que le puedes conectar cualquier cacharro reproductor de música, lo que sea y te la reproducey también he podido comprobar que esta electrónica funciona en un frenazo apurado que tuve que hacer para no atropellar a un peatón girando en un cruce, que se me metió inesperadamente en la calzada y no lo ví venir. Con un coche antiguo de este mismo tamaño y el frenazo que pegué tomando una curva cerradísima, probablemente, hubiera volcado y no lo hizo, porque la electrónica rectificó el trazado que seguía.
En cuanto al sonido, todavía tengo en funcionamiento un equipo de alta fidelidad que había sido de mi padre, pero ya no utilizo, ni el lector de CDs, ni el tocata, ni el Tunner, todo lo tengo a través del ordenador con un receptor Bluetooth o una entrada directa por cable, desde un iPod
Tanto la radio, como mi bibilioteca musical, como la música en streaming.