Qué buena aportación. Todos las conocemos aunque su aparición suela ser esporádica y poco numerosa.
Y puñeteramente pequeñas para que se vean bien en una foto de aquí te pillo aquí te mato 😀.
Pues no te equivocas, como son tan particulares y están tan extendidas geográficamente tienden a tener muchos nombres, por ejemplo mosquitas o palomillas de humedad, de los desagües, de las cañerías... No representan mayor peligro que el indicarnos que encuentran alimento en nuestros
bajos fondos.
Pertenecen al orden de los dípteros, como moscas y mosquitos, pero son parientes mucho más cercanos de estos últimos.
He barajado varias opciones y me quedo con:
Mosquita de la humedad (Psychoda minuta).
Una cosa muy característica en las venas de sus alas es que son longitudinales, bien visibles y numerosas.
Aporto la foto de una guía.
Las otras opciones que he manejado son Clogmia albipunctata y Psychoda cinerea.
Son animales que de adultos como mucho viven cuatro semanas y su aspecto va variando, así que he optado por esta especie. Su ciclo es muy rápido, a las 48 horas como mucho de ser puesto el huevo nace la larva. En menos de quince días se convierten en pupas cuya metamorfosis dura de 20 a 40 horas. Y ale-hop, ya son adultas.
Están muy bien adaptadas a lo acuático, alguna vez he visto una posada dentro de la taza de un sanitario, he tirado de la cisterna y ha salido volando de la catarata de agua.
Los pelos que la cubren tienen que ser muy hidrófugos.
Ibáñez en sus tebeos las usaba mucho.