Tazio Nuvolari
Malquerido PloProf
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En el artículo dedicado al Cartier Cheich (https://relojes-especiales.com/threads/la-fascinante-historia-del-cartier-cheich-el-reloj-más-icónico-del-parís-dakar.560828/), hice una breve recensión de la vida de este personaje aventurero, deportista multidisciplinar y creador del Paris-Dakar (aunque también organizó otras pruebas como las 24 Horas Motonáuticas de Rouen o el Raid Níger, entre Niamey y Bamaco), llamado Thierry Sabine. Su faceta de piloto, que mencioné muy de pasada, fue mucho más extensa y lustrosa de lo que allí se podía entrever.
DE TAL PALO TAL ASTILLA
Proveniente de una familia "con posibles", Sabine había practicado la hípica desde la infancia, y ya a los 14 años estaba considerado una figura relevante. Pero siendo el tipo inquieto que siempre demostró ser, los caballos empezaron a parecerle algo aburrido y se interesó por el motociclismo y el automovilismo (es decir, algo con muchos más caballos... 😅). De hecho este salto fue algo natural, ya que su padre, Gilbert Sabine, hizo sus pinitos como piloto amateur en las ediciones de 1952 y 1953 del Tour de France Automobile (una prueba muy completa que se celebró en terreno francés desde 1951 hasta 1986 y que combinaba carreras en circuito con pruebas de rallye, siempre disputadas con el mismo auto a lo largo de una semana), al volante de su Porsche 356.
Así pues, a principios de la década de 1970, Thierry Sabine comenzó a participar en rallyes nacionales y ganó su primera prueba en Le Touquet con su padre Gilbert Sabine como copiloto al voante de un Alpine 1300 S. Ese mismo año se impuso en el Tour de France National con Bernard Surre como copiloto y ya a los mandos de un Porsche 911S además de terminar segundo del Critérium nacional de rallys. Al año siguiente, Sabine pasó a la categoría internacional y ganó el Rallye de Picardie con Willy Huret como copiloto y el Rallye Alsace-Lorraine con Bernard Surre , siempre con el Porsche 911S. En 1971, con sólo 22 años, Sabine comenzó a participar en pruebas de circuito, con buenos resultados, quedando 8º en las 3 Horas de Le Mans con su Porsche 911 S.
En 1973 quedó cuarto en el Tour de France Automobile con un Porsche 911 RS, acompañado de Michel Delannoy. 1974 fue el año en que abordó un calendario internacional, al tiempo que se rpoclamaba nombrada campeón de Francia en circuito con el Porsche Carrera 3L RSR preparado por Louis Meznarie. En 1975 y 1976 volvió a participar en las 24 Horas de Le Mans al volante, cómo no, de sendos Porsche 911 Carrera RS 3.0 Gr.5, acabando ambas mangas aunque en posiciones discretas. Sus últimos dos intentos en la gran prueba gala (1980 con un BMW M1 y 1983 con un BMW 635 CSi se saldaron con abandonos por avería).
LA ETAPA PORSCHE DESIGN
De modo que podemos observar que una constante en su vida era la marca Porsche. Por eso no debe extrañarnos que su reloj de cabecera durante muchos años fuera el Porsche Design Chronograph 1 (ref. 7750), un cronógrafo totalmente negro que llegó al mercado en 1973, fabricado por Orfina (un modelo del que hablaré en un próximo artículo).
Fue un reloj que, por su afinidad con la órbita Porsche, tuvo desde los inicios del modelo (aunque no se sabe si lo adquirió o fue un obsequio) y con el que solía aparecer en multitud de imágenes:
LA BRÚJULA DEL DINERO
Pero como ya sabemos el París-Dakar se convirtió en pocos años en todo un fenómeno deportivo, audiovisual... y publicitario. Sabine necesitaba cualquier tipo de ingreso que ayudara a sufragar los tremendos costes de organización del raid a través de su sociedad TSO (Thierry Sabine Organisation). Así que en 1985 llegó a un acuerdo con la marca Texswiss mediante el cual el reloj oficial (pero no obligatorio, como sucedería años más tarde) de la carrera en su edición de 1986 sería su modelo estrella. ¿Y qué tenía de especial este reloj?
Pues que, aparte de la función de reloj propiamente dicha, incorporaba un elemento esencial en una prueba como el París-Dakar: una brújula. Fabricado por la sociedad Texswiss (que desapareció en el 2004), fue además la creadora del concepto de un modelo que después se vendió bajo diferentes marcas y denominaciones desde 1985 hasta finales de la década de 1990.
Como es lógico dada la época en que nació este reloj, su movimiento era de cuarzo. El dial de este tres agujas destaca por su gran legibilidad gracias a su dial negro mate y sus índices y agujas blancos, además del datario en la posición de las 3. Pero al observarlo con detenimiento extraña ver la corona en la posición de las 6, sobre todo cuando en la posición de las 3 hay lo que parece una corona... pero no lo es.
Esa pieza que está donde habitualmente encentramos la corona se trata en realidad de una leva que se abate en 90º, liberando así la semicaja superior donde está el reloj, la cual rota sobre un pivote que está en la posición de las 9, otorgando el acceso a la brújula mecánica que se encuentra debajo y de la que se tiene una visibilidad total. Este modo de apertura de la brújula es especialmente fácil, seguro e ingenioso, sin juego de ningún tipo.
Hace unos años tuve la oportunidad de tener uno en la mano, aunque no le hice fotos porque había otras piezas más interesantes. Lo que sorprende en primer lugar es la calidad de diseño de la caja: el reloj pesa pero no es un ladrillo, y da una impresión general degran robustez y de calidad en su consrucción. Obviamente es alto en cuanto a grosor pero sorprendentemente cómodo en la muñeca. La pulsera original está firmada por NSA, una empresa suiza especializada en brazaletes.
SU ÚLTIMO RELOJ
Thierry Sabine lució este reloj en todo momento durante esa edición del París-Dakar de 1986...
... hasta que, desgraciadamente, falleció en el accidente de helicóptero ya comentado en el post anterior, cuando iba a rescatar a un piloto perdido en plena noche. Su esposa Suzanne recuperó su reloj y lo ha llevado siempre desde entonces:
UNA FAMA EFÍMERA
De hecho el reloj-brújula se hizo tan famoso que en plena época de la "fiebre pin" tuvo el suyo propio:
Entre las diversas marcas que pusieron su nombre en el dial de este modelo se encuentra una muy ilustre y querida en este foro, y cuyo modelo 171 es de los menos conocidos:
Pues tras haber escrito todo este rollo (no sé cómo los aguantáis... 😇) se me acaba de ocurrir el tema para una próxima entrega.
Nos vemos allí !!! 😉🤟
PS: Perdonad si no contesto en el horario europeo, pero estoy en USA con ocasión del concurso de elegancia de Amelia Island.
DE TAL PALO TAL ASTILLA
Proveniente de una familia "con posibles", Sabine había practicado la hípica desde la infancia, y ya a los 14 años estaba considerado una figura relevante. Pero siendo el tipo inquieto que siempre demostró ser, los caballos empezaron a parecerle algo aburrido y se interesó por el motociclismo y el automovilismo (es decir, algo con muchos más caballos... 😅). De hecho este salto fue algo natural, ya que su padre, Gilbert Sabine, hizo sus pinitos como piloto amateur en las ediciones de 1952 y 1953 del Tour de France Automobile (una prueba muy completa que se celebró en terreno francés desde 1951 hasta 1986 y que combinaba carreras en circuito con pruebas de rallye, siempre disputadas con el mismo auto a lo largo de una semana), al volante de su Porsche 356.
Así pues, a principios de la década de 1970, Thierry Sabine comenzó a participar en rallyes nacionales y ganó su primera prueba en Le Touquet con su padre Gilbert Sabine como copiloto al voante de un Alpine 1300 S. Ese mismo año se impuso en el Tour de France National con Bernard Surre como copiloto y ya a los mandos de un Porsche 911S además de terminar segundo del Critérium nacional de rallys. Al año siguiente, Sabine pasó a la categoría internacional y ganó el Rallye de Picardie con Willy Huret como copiloto y el Rallye Alsace-Lorraine con Bernard Surre , siempre con el Porsche 911S. En 1971, con sólo 22 años, Sabine comenzó a participar en pruebas de circuito, con buenos resultados, quedando 8º en las 3 Horas de Le Mans con su Porsche 911 S.
Thierry Sabine negociando una curva del Tour De France Automobile de 1971, prueba que no consiguió terminar por avería mecánica
En 1973 quedó cuarto en el Tour de France Automobile con un Porsche 911 RS, acompañado de Michel Delannoy. 1974 fue el año en que abordó un calendario internacional, al tiempo que se rpoclamaba nombrada campeón de Francia en circuito con el Porsche Carrera 3L RSR preparado por Louis Meznarie. En 1975 y 1976 volvió a participar en las 24 Horas de Le Mans al volante, cómo no, de sendos Porsche 911 Carrera RS 3.0 Gr.5, acabando ambas mangas aunque en posiciones discretas. Sus últimos dos intentos en la gran prueba gala (1980 con un BMW M1 y 1983 con un BMW 635 CSi se saldaron con abandonos por avería).
La cita de las 24 Horas de Le Mans de 1976 se saldó para Thierry Sabine y su equipo con una 13ª plaza en su categoría
Ese mismo año en el Tour de France Automobile compartió volante con Francis Roussely y acabó en 14º posición (es el de la izquierda, aún no se había dejado su característica barba...)
LA ETAPA PORSCHE DESIGN
De modo que podemos observar que una constante en su vida era la marca Porsche. Por eso no debe extrañarnos que su reloj de cabecera durante muchos años fuera el Porsche Design Chronograph 1 (ref. 7750), un cronógrafo totalmente negro que llegó al mercado en 1973, fabricado por Orfina (un modelo del que hablaré en un próximo artículo).
Fue un reloj que, por su afinidad con la órbita Porsche, tuvo desde los inicios del modelo (aunque no se sabe si lo adquirió o fue un obsequio) y con el que solía aparecer en multitud de imágenes:
Sabine en una foto publicitaria, donde nos muestra el modo correcto de rayar un reloj pavonado...
... y aquí en su terreno preferido, en el cual se dejó la vida y donde reposan sus cenizas
Qué planta, qué pelazo, qué mirada... y qué reloj!!!
LA BRÚJULA DEL DINERO
Pero como ya sabemos el París-Dakar se convirtió en pocos años en todo un fenómeno deportivo, audiovisual... y publicitario. Sabine necesitaba cualquier tipo de ingreso que ayudara a sufragar los tremendos costes de organización del raid a través de su sociedad TSO (Thierry Sabine Organisation). Así que en 1985 llegó a un acuerdo con la marca Texswiss mediante el cual el reloj oficial (pero no obligatorio, como sucedería años más tarde) de la carrera en su edición de 1986 sería su modelo estrella. ¿Y qué tenía de especial este reloj?
Pues que, aparte de la función de reloj propiamente dicha, incorporaba un elemento esencial en una prueba como el París-Dakar: una brújula. Fabricado por la sociedad Texswiss (que desapareció en el 2004), fue además la creadora del concepto de un modelo que después se vendió bajo diferentes marcas y denominaciones desde 1985 hasta finales de la década de 1990.
Como es lógico dada la época en que nació este reloj, su movimiento era de cuarzo. El dial de este tres agujas destaca por su gran legibilidad gracias a su dial negro mate y sus índices y agujas blancos, además del datario en la posición de las 3. Pero al observarlo con detenimiento extraña ver la corona en la posición de las 6, sobre todo cuando en la posición de las 3 hay lo que parece una corona... pero no lo es.
En esta foto hay un pequeño truquillo: la manga esconde el pivote sobre el que rota la semicaja del reloj...
Esa pieza que está donde habitualmente encentramos la corona se trata en realidad de una leva que se abate en 90º, liberando así la semicaja superior donde está el reloj, la cual rota sobre un pivote que está en la posición de las 9, otorgando el acceso a la brújula mecánica que se encuentra debajo y de la que se tiene una visibilidad total. Este modo de apertura de la brújula es especialmente fácil, seguro e ingenioso, sin juego de ningún tipo.
... y que aquí se puede ver en toda su plenitud.
Hace unos años tuve la oportunidad de tener uno en la mano, aunque no le hice fotos porque había otras piezas más interesantes. Lo que sorprende en primer lugar es la calidad de diseño de la caja: el reloj pesa pero no es un ladrillo, y da una impresión general degran robustez y de calidad en su consrucción. Obviamente es alto en cuanto a grosor pero sorprendentemente cómodo en la muñeca. La pulsera original está firmada por NSA, una empresa suiza especializada en brazaletes.
La brújula es también visible por debajo, y el brazalete es de eslabones doblados, algo de lo que nadie se quejaba entonces
El set completo, con las instrucciones de uso de la brújula
SU ÚLTIMO RELOJ
Thierry Sabine lució este reloj en todo momento durante esa edición del París-Dakar de 1986...
Ojalá no hubiera vuelto a ese maldito helicóptero...
... hasta que, desgraciadamente, falleció en el accidente de helicóptero ya comentado en el post anterior, cuando iba a rescatar a un piloto perdido en plena noche. Su esposa Suzanne recuperó su reloj y lo ha llevado siempre desde entonces:
Dos relojes unidos por la tragedia
UNA FAMA EFÍMERA
De hecho el reloj-brújula se hizo tan famoso que en plena época de la "fiebre pin" tuvo el suyo propio:
¿Recordáis cuando coleccionar pins era algo interesante...?
Entre las diversas marcas que pusieron su nombre en el dial de este modelo se encuentra una muy ilustre y querida en este foro, y cuyo modelo 171 es de los menos conocidos:
Pues tras haber escrito todo este rollo (no sé cómo los aguantáis... 😇) se me acaba de ocurrir el tema para una próxima entrega.
Nos vemos allí !!! 😉🤟
PS: Perdonad si no contesto en el horario europeo, pero estoy en USA con ocasión del concurso de elegancia de Amelia Island.
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