Pestaña
Forer@ Senior
Sin verificar
Hace un par de semanas llegó un nuevo miembro a la familia y tras tenerlo bien manoseado me decido a presentároslo en el foro.
Conocí los monoagujas por un profe de Yoga que tenía auténtica fascinación por ellos y hoy, años después, empiezo a entender y compartir aquella pasión. Ha sido poco a poco, informándome primero sobre ellos, ahora encantado con el monumento a la sencillez que es este Luch que os traigo... y lo que venga.
Os resumo básicos del reloj: Luch monoaguja 71950760. Movimiento mecánico con calibre 1801.1 (con él y todo el ciclo de producción del reloj “inhouse”). 15 joyas. 21.600 alternancias. Reserva de marcha. 38h. (en la única prueba que he hecho llegó casi a 43h.). Acero. Ventana de exhibición trasera. Cristal mineral. W.R. 3ATM. Ancho de caja: 37,6mm. Grosor caja: 10,2mm. Caja + asas: 44mm. Anchura de asas: 20mm.
Como veis, se trata de una nueva versión del anterior 77471760 en acero en vez de cromado y con apertura de exhibición trasera. Me costó 73,64 Eur. puesto en casa (que hubieran sido menos con solo el IVA de aduanas, pero sin los 11,80 Eur. del falso IVA o IVA-mordida de Ebay).
Estamos, creo, ante un “reloj especial” por todo. Especial por pertenecer a un tipo, el monoaguja, que se alimenta de los orígenes y la historia de la horología desde el reloj de Sol a los relojes-referencia en ciudades y pueblos a partir del S.XVII (monoagujas que podemos disfrutar, sin necesidad de irnos a visitar Westminster, hoy en España en la plaza de la armería del Palacio Real, aquí en Madrid, o en la catedral de Toledo, por ejemplo). Y especial por pertenecer a una marca con una interesante historia que fabrica cada componente de la pieza.
(foto Imágenes Google)
En cuanto a la marca, Luch, los que se apañen con el inglés pueden consultar su historia muy resumida en su propia página web https://luch.by/en/o-zavode/istoriya/ o aquí en una versión más completa con catálogo histórico https://mroatman.wixsite.com/watches-of-the-ussr/luch
Por dar un par de pinceladas, diré que la historia de Luch comienza en 1953 cuando el entonces Consejo de Ministros de la república soviética de Bielorrusia a petición de su superior, el de la Unión Soviética, decide desarrollar en Minsk, la capital, una industria relojera con la construcción de una fábrica y de un centro de formación de profesionales. Su gran hito contemporáneo ocurriría en 2010 al ser adquirida en un 80% por la suiza Franck Müller, lo que la salvó del cierre. Fundamentalmente F. Müller parece entrar en la firma para aprovecharla como proveedora de componentes (y con algunos indicios de poco respeto por su tradición como el hecho de que los nuevos modelos de monoaguja se monten con calibres Miyota, pero ahí sigue gracias a ellos, así que...)
Aquí tenéis un vistazo a la planta de Minsk donde ser hace el reloj completo:
(foto web de Luch)
Por cierto, debo decir que es especialmente molesto leer constantemente lo de “la alternativa barata a Meistersinger” cuando hablamos de una marca y un calibre con esa historia, y de un tipo de reloj, el monoaguja, con esa tradición (lo que no quita que haya algún Meistersinger (¿todos?) que me quite el sueño y me esté tentando a arriesgarme a “una temporadita durmiendo en el sofá” que dirían los maestros del foro de Relojes Rusos).
(foto promocional Meistersinger)
En cuanto a mis impresiones con el reloj en muñeca, no pueden ser más entusiastas a pesar de su evidente modestia. Me encanta su tamaño (¿vuelven los pequeños? ¡bienvenidos!). Aunque creía que me iba a costar más, en un par de días “leía” la hora con cinco minutos de precisión en un vistazo. El dial blanco, que puede resultar un poco “plano”, adquiere viveza con el exotismo de los carácteres cirílicos bajo las 12h (el rayo de la marca) y sobre las 6h (las joyas y el país). La discreta ventanilla trasera deja asomar la parte “noble” del movimiento, y en este caso no es solo un elemento decorativo sino, no voy a decir que imprescindible, pero, sin duda, muy práctico en un monoaguja. El sonido al dar cuerda es estupendo y le imprime un gran carácter que queda desmentido por la fragilidad que percibes al estar plenamente cargado en apenas veinte vueltas (el 1801 es un calibre pequeñisimo usado durante años en relojes femeninos, parece ser que parcialmente copiado de un UROFA y desarrollado en la década de los cincuenta en la planta de Penza para Zaria como 1800 incluso antes que en la de Minsk -por ahí tengo margen de investigación-; por lo tanto, un clásico con siete décadas a sus espaldas).
(foto de The Time Bum)
Con respecto a su precisión, a falta de cronocomparador, mi impresión es que ha venido muy bien ajustado. Tras diez días de funcionamiento continuo puede haber ganado unos dos minutos, en todo caso muy inferior a los +/- 90 seg./día que da el fabricante.
Lo dicho, encantado. Es un reloj que tengo claro que no es para el ajetreo diario, pero que voy a conectar con días y momentos pausados y tranquilos, con lo que quizá, con el tiempo, sea capaz él mismo, con solo ponérmelo, de traerme ese sosiego.
Para finalizar, y disculpándome si he sido excesivo, os adjunto collage con distintas correas con las que lo estoy probando por si os apetece ayudarme a decidir con cuál se queda (reconozco que es un pelín infantil, pero la gracieta de llevar un monoaguja con una rally me divierte mucho).
(fotos de los juguetes tomadas con el permiso y la complicidad de mis hijos)
Ea, presentado queda.
Saludos nada cronometrados.
Conocí los monoagujas por un profe de Yoga que tenía auténtica fascinación por ellos y hoy, años después, empiezo a entender y compartir aquella pasión. Ha sido poco a poco, informándome primero sobre ellos, ahora encantado con el monumento a la sencillez que es este Luch que os traigo... y lo que venga.
Os resumo básicos del reloj: Luch monoaguja 71950760. Movimiento mecánico con calibre 1801.1 (con él y todo el ciclo de producción del reloj “inhouse”). 15 joyas. 21.600 alternancias. Reserva de marcha. 38h. (en la única prueba que he hecho llegó casi a 43h.). Acero. Ventana de exhibición trasera. Cristal mineral. W.R. 3ATM. Ancho de caja: 37,6mm. Grosor caja: 10,2mm. Caja + asas: 44mm. Anchura de asas: 20mm.
Como veis, se trata de una nueva versión del anterior 77471760 en acero en vez de cromado y con apertura de exhibición trasera. Me costó 73,64 Eur. puesto en casa (que hubieran sido menos con solo el IVA de aduanas, pero sin los 11,80 Eur. del falso IVA o IVA-mordida de Ebay).
Estamos, creo, ante un “reloj especial” por todo. Especial por pertenecer a un tipo, el monoaguja, que se alimenta de los orígenes y la historia de la horología desde el reloj de Sol a los relojes-referencia en ciudades y pueblos a partir del S.XVII (monoagujas que podemos disfrutar, sin necesidad de irnos a visitar Westminster, hoy en España en la plaza de la armería del Palacio Real, aquí en Madrid, o en la catedral de Toledo, por ejemplo). Y especial por pertenecer a una marca con una interesante historia que fabrica cada componente de la pieza.
(foto Imágenes Google)
En cuanto a la marca, Luch, los que se apañen con el inglés pueden consultar su historia muy resumida en su propia página web https://luch.by/en/o-zavode/istoriya/ o aquí en una versión más completa con catálogo histórico https://mroatman.wixsite.com/watches-of-the-ussr/luch
Por dar un par de pinceladas, diré que la historia de Luch comienza en 1953 cuando el entonces Consejo de Ministros de la república soviética de Bielorrusia a petición de su superior, el de la Unión Soviética, decide desarrollar en Minsk, la capital, una industria relojera con la construcción de una fábrica y de un centro de formación de profesionales. Su gran hito contemporáneo ocurriría en 2010 al ser adquirida en un 80% por la suiza Franck Müller, lo que la salvó del cierre. Fundamentalmente F. Müller parece entrar en la firma para aprovecharla como proveedora de componentes (y con algunos indicios de poco respeto por su tradición como el hecho de que los nuevos modelos de monoaguja se monten con calibres Miyota, pero ahí sigue gracias a ellos, así que...)
Aquí tenéis un vistazo a la planta de Minsk donde ser hace el reloj completo:
(foto web de Luch)
Por cierto, debo decir que es especialmente molesto leer constantemente lo de “la alternativa barata a Meistersinger” cuando hablamos de una marca y un calibre con esa historia, y de un tipo de reloj, el monoaguja, con esa tradición (lo que no quita que haya algún Meistersinger (¿todos?) que me quite el sueño y me esté tentando a arriesgarme a “una temporadita durmiendo en el sofá” que dirían los maestros del foro de Relojes Rusos).
(foto promocional Meistersinger)
En cuanto a mis impresiones con el reloj en muñeca, no pueden ser más entusiastas a pesar de su evidente modestia. Me encanta su tamaño (¿vuelven los pequeños? ¡bienvenidos!). Aunque creía que me iba a costar más, en un par de días “leía” la hora con cinco minutos de precisión en un vistazo. El dial blanco, que puede resultar un poco “plano”, adquiere viveza con el exotismo de los carácteres cirílicos bajo las 12h (el rayo de la marca) y sobre las 6h (las joyas y el país). La discreta ventanilla trasera deja asomar la parte “noble” del movimiento, y en este caso no es solo un elemento decorativo sino, no voy a decir que imprescindible, pero, sin duda, muy práctico en un monoaguja. El sonido al dar cuerda es estupendo y le imprime un gran carácter que queda desmentido por la fragilidad que percibes al estar plenamente cargado en apenas veinte vueltas (el 1801 es un calibre pequeñisimo usado durante años en relojes femeninos, parece ser que parcialmente copiado de un UROFA y desarrollado en la década de los cincuenta en la planta de Penza para Zaria como 1800 incluso antes que en la de Minsk -por ahí tengo margen de investigación-; por lo tanto, un clásico con siete décadas a sus espaldas).
(foto de The Time Bum)
Con respecto a su precisión, a falta de cronocomparador, mi impresión es que ha venido muy bien ajustado. Tras diez días de funcionamiento continuo puede haber ganado unos dos minutos, en todo caso muy inferior a los +/- 90 seg./día que da el fabricante.
Lo dicho, encantado. Es un reloj que tengo claro que no es para el ajetreo diario, pero que voy a conectar con días y momentos pausados y tranquilos, con lo que quizá, con el tiempo, sea capaz él mismo, con solo ponérmelo, de traerme ese sosiego.
Para finalizar, y disculpándome si he sido excesivo, os adjunto collage con distintas correas con las que lo estoy probando por si os apetece ayudarme a decidir con cuál se queda (reconozco que es un pelín infantil, pero la gracieta de llevar un monoaguja con una rally me divierte mucho).
(fotos de los juguetes tomadas con el permiso y la complicidad de mis hijos)
Ea, presentado queda.
Saludos nada cronometrados.