croma
Habitual
Sin verificar
Hola:
Alguna vez ha salido el tema de las plumas con grabados personales sobre alguno de sus componentes. En general devalúan la pluma y muchos las rechazamos en favor de otras sin huellas tan manifiestas de posesión.
Pero algunas pasan nuestros filtros y todos tenemos más de una con dichos atributos y, personalmente, reconozco que cada vez me molesta menos por no decir casi nada en absoluto.
Que las plumas hayan pertenecido a otro antes es algo normal y natural. Si son antiguas, con más probabilidad. Tenemos que recordar que una estilográfica era, hace años, una posesión valiosa y duradera, y adornarla con el nombre del poseedor era normal y, a veces, recomendable. Antes casi todos usaban estilográfica habitualmente, y poder diferenciarla de la de otro ciudadano era aconsejable.
Los vendedores también se encargan de recordarnos cuando una pluma no ha sido hoyada por mano escritora alguna ni bautizada con tintas ni licores pigmentados. Sus precios hacen que ese detalle no pase inadvertido.
Las plumas personalizadas suelen ser bastante más baratas y eso siempre es un factor a considerar.
También los grabados personales resultan ser una muestra de respeto y reconocimiento. Pensemos que la mayoría de los juegos de estilográficas de oro macizo llevan algún tipo de grabado. Precisamente son la gama de plumas que con más frecuencia lo presentan. En esto, el precio/valor de la pieza suele estar directamente relacionado con la probabilidad de que presente algún tipo de personalización.
Las que no me agradan tanto, y suelo descartar salvo oferta irresistible, son las que portan grabados o personalizaciones de alguna empresa o publicidad en general, excepción hecha de estrellitas blancas, pelícanos maternales, flechas inofensivas y tantas otras que todos conocemos.
El producto del limpieza utilizado en ese caso no debería representar ningún problema, aunque tampoco era el más indicado.
Felicidades por la adquisición. No hay Bohème fea.
Saludos.
Alguna vez ha salido el tema de las plumas con grabados personales sobre alguno de sus componentes. En general devalúan la pluma y muchos las rechazamos en favor de otras sin huellas tan manifiestas de posesión.
Pero algunas pasan nuestros filtros y todos tenemos más de una con dichos atributos y, personalmente, reconozco que cada vez me molesta menos por no decir casi nada en absoluto.
Que las plumas hayan pertenecido a otro antes es algo normal y natural. Si son antiguas, con más probabilidad. Tenemos que recordar que una estilográfica era, hace años, una posesión valiosa y duradera, y adornarla con el nombre del poseedor era normal y, a veces, recomendable. Antes casi todos usaban estilográfica habitualmente, y poder diferenciarla de la de otro ciudadano era aconsejable.
Los vendedores también se encargan de recordarnos cuando una pluma no ha sido hoyada por mano escritora alguna ni bautizada con tintas ni licores pigmentados. Sus precios hacen que ese detalle no pase inadvertido.
Las plumas personalizadas suelen ser bastante más baratas y eso siempre es un factor a considerar.
También los grabados personales resultan ser una muestra de respeto y reconocimiento. Pensemos que la mayoría de los juegos de estilográficas de oro macizo llevan algún tipo de grabado. Precisamente son la gama de plumas que con más frecuencia lo presentan. En esto, el precio/valor de la pieza suele estar directamente relacionado con la probabilidad de que presente algún tipo de personalización.
Las que no me agradan tanto, y suelo descartar salvo oferta irresistible, son las que portan grabados o personalizaciones de alguna empresa o publicidad en general, excepción hecha de estrellitas blancas, pelícanos maternales, flechas inofensivas y tantas otras que todos conocemos.
El producto del limpieza utilizado en ese caso no debería representar ningún problema, aunque tampoco era el más indicado.
Felicidades por la adquisición. No hay Bohème fea.
Saludos.
Pues he contactado con el vendedor. Al parecer limpió el plumin con algo llamado Rotring limpiador. No se lo que es.
El caso es que tras la limpieza que la he hecho y dejarla como decía mi abuela “oreando” parece estar perfecta.
Joer, y me ha estado contando un poco la historia de su padre y pidiéndome que cuide la pluma, y esto me confirma lo que tantas veces hemos dicho por aquí.
Detrás de una pluma, hay una vida, una historia, un porqué fue atesorada, cuidada, ese es uno de los muchos motivos por los que cada vez que adquiero una pluma casi pido perdón a su antiguo dueño, al de verdad, y me imponen mucho respeto.