Acordarse ahora de Mou, de Ramos, de la Cristiana, de Roncero, de Hervé ... es engrandecerlos sin que lo merezcan. Es como acordarse de que en el estreno del Don Giovanni estaba Rodolfo Gustavo II en el público: pues qué bien.
Arte, sinfonía, belleza en estado puro, magia ... éxtasis: cualquier calificativo se queda corto y no es un tópico. Hay que verlo una vez, y otra, y otra, y solo preguntarse porqué el fútbol ha tardado más de 100 años en llegar a su cénit. Porque lo de ayer fue eso: un máximo. ¿Vísteis el Brasil del 70? ¿Al Ajax de Cruiff? Yo no, pero me da igual: he visto al Barça del siglo XXI, que es mucho más que todo eso junto. Y encima, es mi equipo, y el de mi padre, y el de mi hijo: qué placer, Dios, qué placer
En el fondo, los jugadores del Madrid son unos afortunados: vieron de muy cerca lo que el resto del mundo "solo" vimos por tv. Un día podrán contarlo a sus nietos. Es una pena que Ramos no quisiera ver los últimos minutos