Charlino
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Oficialmente, SEIKO PROSPEX SPECIAL EDITION PADI SRPE99K1 4R36-05H0. Aunque lo de "Tortuga" no podía estar mejor puesto, tanto por las formas como por la dureza y longevidad de estos relojes, igual que el animalito.
De sobra conocido, pero después de años viendo fotos y reportajes sobre los Seiko Tortuga de otros, me apetece presentar el mío ahora que por fin puedo. No es una novedad precisamente, pero yo al menos no me canso de ver fotos de estos relojes y leer sobre ellos, y creo que en general es así, porque este verano se han visto por los foros más Seiko Tortuga que ningún otro modelo.
Desde que salió al mercado en 2016, siempre he tenido ganas de tener un Seiko Tortuga PADI. No soy muy de divers, me gustan y tengo varios, pero no es mi tipo de reloj favorito, por eso he ido posponiendo el momento de comprar este reloj. El Seiko Tortuga es de los diver que más me han gustado siempre, en parte por ser un vintage fabricado hoy día, un reloj de la década de 1970 reeditado en estos tiempos, y que como tal lleva encima mucha historia y tradición de una marca que me encanta como Seiko. Después de años viendo el Tortuga PADI en reportajes de blogs y en las muñecas de otros en los foros, viendo y guardando fotos del reloj en mi carpeta del Seiko Tortuga, tantas que ya casi me parecía tener uno en casa, ha sido un gustazo haber tenido por fin uno este verano y haberlo disfrutado en persona desde mi pasado cumpleaños. No solo no me ha decepcionado, sino que me gusta más que nunca. Con este reloj no hace falta ser muy de divers, es un reloj muy, muy bonito, es un placer usarlo y mirarlo.
También me han gustado siempre los diver pepsi en general, estando muchas veces tentado de comprar un SKX009 o un Citizen Promaster 200M pepsi. Pero en mi lista siempre estaban otros más de mi estilo o que eran más difíciles de conseguir, y cuando alguno se me ha puesto a tiro, he tenido que aprovechar. Sobre todo algunos que han sido griales míos desde hace años, como el Orient World Diver 904545W de los 60, que cuando después de muchos años logré tener a tiro un ejemplar en un estado estético y mecánico excelente, no pude dejarlo escapar; o el Certina DS-1 Day-Date 2834-2 negro y con armis, que pude haber comprado más fácilmente hace años, pero cuando ya llevaba tiempo descatalogado y casi había perdido la esperanza de encontrar uno totalmente nuevo a un precio más o menos razonable, se me apareció.
Pensando que algún día este Tortuga PADI dejará de fabricarse y será más difícil de conseguir, este verano me propuse dejar a un lado otros de mi lista y hacerme por fin con él.
El reloj me ha traído muchas cosas a la vez. Mi primer Seiko diver, mi primer pepsi, mi primer diver certificado y, en pleno verano, uno de los relojes más veraniegos que he comprado en mi vida. No era uno de mis griales porque no cumple algunos de los requisitos, es fácil de conseguir y es relativamente económico. Pero otros requisitos sí los cumple, el principal, que me encanta desde hace muchos años y me sigue gustando igual. Pese a los años y a las nuevas y preciosas versiones de Tortuga que han ido llegando hasta hoy, este PADI sigue siendo mi preferido. Tenerlo por fin en mi caja Seiko me produce una sensación rara. Después de tantos años mirándolo y varias veces a punto de comprarlo, me resulta tan familiar que parece que lo tuviese desde hace tiempo, y me pregunto cómo es posible que haya tardado tanto en tener uno. El caso es que ha aportado un buen toque de color a esta caja, y ha llenado el hueco del imprescindible diver certificado que me faltaba entre mis Seiko. Hasta ahora el Seiko 5 Sports Compresor era el honroso representante de los Seiko acuáticos; hacía lo que podía, y es un 5 que me encanta, pero el Tortuga es un diver de verdad y es otra cosa.
Ahora en la familia hay Prospex de tierra, mar y aire.
Como es un reloj muy conocido y con mucha literatura sobre él, no me voy a extender hablando de la historia de los Tortuga ni de características técnicas de sobra conocidas, pero el reloj merece que lo presente como es debido. Solo recordar que la reedición del Seiko Tortuga en 2016 tuvo tanto éxito que dio lugar a ediciones especiales y sucesivas versiones hasta hoy día, lo cual ha hecho que ahora nos parezca normal tener un Seiko Tortuga en nuestras cajas y muñecas, pero antes de 2016 no era tan normal. El Tortuga original 6309-7040, fabricado entre 1976 y 1988, quedaba ya muy atrás, era un reloj del catálogo histórico de Seiko que cualquier aficionado a la marca podía desear tener en los años anteriores a 2016, cuando hacía ya casi 30 años del final de su producción. Se podían encontrar en el mercado de segunda mano, pero no siempre en buen estado o en estado original.
Aún así, sigue siendo un buen vintage para conseguir, pero no cabe duda que la reedición, muy fiel al original, del Seiko Tortuga en 2016 fue un acierto total, haciendo felices a muchos aficionados, más aún a los seikófilos y seikoadictos. Por fin se podía tener un Seiko Tortuga flamante, un diver vintage fabricado hoy día, todo un clásico de la marca muy querido y además asequible.
Tortugas por todas partes y de todos los colores, maravilloso. Centrándome en el Tortuga PADI que os estoy presentando, es la versión que más me gusta por pura estética, por los colores. Como dije antes, me gustan los pepsi, y la versión pepsi de la reedición Tortuga de 2016 fue una base muy buena para esta Edición Especial, añadiéndole el azul rayos de sol de la esfera y otros detalles. Es un reloj colorido, muy alegre y muy veraniego, y además me parece la Edición Especial PADI perfecta, por sus colores rojo y azul como los de la asociación profesional de instructores de buceo que da nombre a este Tortuga.
Son también colores muy evocadores de las imágenes submarinas iluminadas por los flashes y antorchas de los buceadores, con los peces y corales de colores rojos vivos y el azul del mar de fondo lleno de matices.
Es como este Seiko Tortuga Padi, una escena submarina llena de color y con un fondo azul que cambia con la luz.
Como veis tiene el detalle del lumen a las tres, que indica que a pesar de los cerca de ocho años del modelo, este ejemplar se fabricó hace poco, lo estrené este verano cuando aún no tenía un año. El añadido de este aplique con lumen a las tres lo he visto también en otros Seiko diver de fabricación reciente que antes no lo tenían, como el Sumo; parece que, como he leído en este mismo foro y en otros sitios, tiene algo que ver con alguna actualización de la certificación diver de hace uno o dos años. El Tortuga es de los modelos que mejor ha acogido este pequeño cambio, sin que le afecte a los índices de minutos por tener más hueco entre el calendario y el borde. Si ves un Tortuga así, es que se fabricó hace poco; está bien, porque no siempre se puede ver el número de serie al ir a comprar.
El azul no es un azul rayos de sol cualquiera. Muchas veces en las fotos parece un azul más o menos normal, tirando a oscuro, pero es un azul con matices grisáceos muy particular, que no solo se ve más claro o más oscuro, sino a veces más azulado y a veces más grisáceo. Muy bonito pero difícil de ver en las fotos, hay que verlo al natural.
Los detalles en rojo de esta edición especial PADI están muy bien escogidos y repartidos, en especial me encanta la aguja minutera, que además de bonita queda más diferenciada todavía de la horaria; en el agua las distorsiones se mezclan con los colores y hacen unos juegos muy entretenidos.
La caja de los Seiko Tortuga es un diseño excelente en lo funcional y en lo estético. El Tortuga es un reloj herramienta, y muy bien hecho, todo en él está diseñado con un fin práctico que lo haga un buen reloj de buceo, porque además tiene que cumplir con la certificación oficial como tal, pero además tiene unas formas bonitas, es un reloj atractivo se mire por donde se mire. La caja tiene unas formas suaves y redondeadas que la hacen muy hidrodinámica, cómoda y práctica para su uso en el agua, pero a la vez muy bonita. El bisel es alto, con dos filas de estriado para un buen agarre, pero no por ello resulta tosco, también es bonito. Las formas de la caja alrededor de la corona hacen que esta se pueda utilizar muy bien a la vez que queda bien protegida, y con los juegos de cepillados y pulidos también esa parte está bien resuelta estéticamente. Todo en esta caja es práctico y a la vez estético, un gran diseño con ya cerca de medio siglo detrás.
Los cepillados y pulidos son más que correctos para un reloj herramienta relativamente económico. La cara superior de la caja tiene un cepillado muy suave, más de lo que parece en muchas fotos, resulta agradable a la vista y al tacto. No tiene una carrura normal, visto a ras parece el casco de una barca. Son los flancos pulidos a espejo, tan característicos del Tortuga, una de las partes más bonitas del reloj y a la vez por su forma hacen que este quede muy cómodo en la muñeca aunque se doble la mano hacia arriba.
En la foto anterior se pueden ver muchas de las cosas que me encantan de esta caja. Las formas redondeadas, el cepillado suave del acero, el bisel alto y de fácil agarre, con la caída del inserto hacia adentro y el cristal por debajo del mismo bien protegido, los agujeros para el desmontaje fácil del brazalete, el encaje perfecto del eslabón final del brazalete entre las asas y los sutiles adornos pulidos a espejo, lo justo para darle un toque algo más refinado a un buen brazalete robusto y cómodo. Todo está muy bien pensado para que el reloj sea una herramienta útil y fácil de usar pero además atractiva a la vista.
Como una tortuga descansando sobre la raiz de un árbol en la orilla. La forma de la caja es lo que le da el apodo de Tortuga a este Seiko, y no podía estar más acertado, el parecido es evidente nada más verlo ya desde arriba, puesto en la muñeca. Pero para mí es por la parte de los flancos hacia abajo por donde más se parece a una tortuga. En la caída del caparazón desde la cara superior hasta la panza plana, parece que diseñaron el reloj directamente sobre la foto de una tortuga.
Los flancos redondeados, la panza plana, hasta parece por la posición de la corona que es una patita que está empezando a asomar la tortuga mientras esconde las otras tres. La Gran Ola de Kanagawa es otro detalle que me encanta del reloj. Una de las cosas que más me gustan de los diver son las decoraciones alusivas a temas del mar; en este caso está el mar embravecido, las barcas de pescadores volviendo de entregar su carga en los mercados de la costa, en Kanagawa, con el monte Fuji al fondo. No se ve todo eso en el relieve del Seiko, pero es lo que representa. Una decoración marinera en un diver de pura cepa, pero que además evoca la tradición y el arte japoneses representados en el famoso cuadro de Katsushika Hokusai, de la serie "Treinta y seis vistas del monte Fuji", de principios del s. XIX. Si los Seiko Tortuga de por sí son relojes históricos de Seiko y representan la tradición de la manufactura nipona, la decoración de su tapa trasera es pura tradición japonesa.
Por comentar algo más de lo que me gusta del reloj, su brazalete de acero finamente cepillado adornado con finas tiras pulidas a espejo me parece de una calidad más que correcta, de eslabones macizos, con eslabones finales también macizos y con una extensión de buceo que, al contrario de lo que había leído a veces, me parece fácil de accionar (aunque no tanto con guantes) y muy práctica. Ajusta muy bien entre las asas, y otro buen detalle son los cuatro agujeritos de micro ajuste. Menos mal, porque ya estoy harto de los cierres con ninguno o con uno o dos agujeritos. Este sí tiene los necesarios, y no tendré que quitarle ni ponerle nada una vez ajustado. Otra vez menos mal, porque el sistema de barrita y tubito no es el más fácil. Es un brazalete muy cómodo y agradable al tacto, de acabado suave. Al igual que todo el reloj, muy cómodo a pesar de su tamaño y peso.
Del calibre poca cosa que decir, el 4R36 me gusta mucho, funciona muy bien en todos mis relojes, Seiko y de otras marcas que lo llevan dentro en forma de NH35, y tengo una confianza plena en él. En todo caso, con más rubíes sustentando el movimiento, y con cuerda manual y parada de segundero, es una mejora con respecto al viejo Seiko Tortuga original, algo lógico teniendo en cuenta los años. Me parece el calibre perfecto para un reloj como este, fiable, eficiente y sin problemas, no me parece necesario un calibre mejor. Aunque estaría bien, y seguro que los que tienen versiones más modernas del Tortuga equipadas con cristal de zafiro lo disfrutan, tampoco me parece muy necesario en un reloj como este. Lleva el Hardlex medianamente protegido al ir más bajo que el bisel, y al fin y al cabo, aunque sea un reloj muy bonito y hasta con algunos detalles estéticos refinados, es un reloj herramienta. ¡Pero qué herramienta tan bonita!
No soy muy de divers y es un tipo de reloj que solo uso en verano. No es a propósito, es algo visceral, en verano me encanta usarlos pero al llegar el otoño me gusta mucho más usar otros relojes. A lo mejor este Seiko va a ser mi excepción. Aunque me gustan mucho el otoño y el invierno, tampoco es mala idea llevar este trocito de verano tan alegre que es el Tortuga PADI puesto en la muñeca cuando llegue el frío. ¿Cuál mejor que este reloj para eso? De momento hoy ya he probado a ponérmelo en un día que más que de finales de verano parecía de finales de noviembre, frío y lluvioso, y me ha gustado mucho llevarlo.
Finalmente me he extendido más de lo que pensaba, así que gracias por el esfuerzo de leerlo y verlo, y espero que a pesar de la gran cantidad de Tortugas que hay por todos lados, os haya gustado ver la presentación del mío.
¡Saludos!
De sobra conocido, pero después de años viendo fotos y reportajes sobre los Seiko Tortuga de otros, me apetece presentar el mío ahora que por fin puedo. No es una novedad precisamente, pero yo al menos no me canso de ver fotos de estos relojes y leer sobre ellos, y creo que en general es así, porque este verano se han visto por los foros más Seiko Tortuga que ningún otro modelo.
Desde que salió al mercado en 2016, siempre he tenido ganas de tener un Seiko Tortuga PADI. No soy muy de divers, me gustan y tengo varios, pero no es mi tipo de reloj favorito, por eso he ido posponiendo el momento de comprar este reloj. El Seiko Tortuga es de los diver que más me han gustado siempre, en parte por ser un vintage fabricado hoy día, un reloj de la década de 1970 reeditado en estos tiempos, y que como tal lleva encima mucha historia y tradición de una marca que me encanta como Seiko. Después de años viendo el Tortuga PADI en reportajes de blogs y en las muñecas de otros en los foros, viendo y guardando fotos del reloj en mi carpeta del Seiko Tortuga, tantas que ya casi me parecía tener uno en casa, ha sido un gustazo haber tenido por fin uno este verano y haberlo disfrutado en persona desde mi pasado cumpleaños. No solo no me ha decepcionado, sino que me gusta más que nunca. Con este reloj no hace falta ser muy de divers, es un reloj muy, muy bonito, es un placer usarlo y mirarlo.
También me han gustado siempre los diver pepsi en general, estando muchas veces tentado de comprar un SKX009 o un Citizen Promaster 200M pepsi. Pero en mi lista siempre estaban otros más de mi estilo o que eran más difíciles de conseguir, y cuando alguno se me ha puesto a tiro, he tenido que aprovechar. Sobre todo algunos que han sido griales míos desde hace años, como el Orient World Diver 904545W de los 60, que cuando después de muchos años logré tener a tiro un ejemplar en un estado estético y mecánico excelente, no pude dejarlo escapar; o el Certina DS-1 Day-Date 2834-2 negro y con armis, que pude haber comprado más fácilmente hace años, pero cuando ya llevaba tiempo descatalogado y casi había perdido la esperanza de encontrar uno totalmente nuevo a un precio más o menos razonable, se me apareció.
Pensando que algún día este Tortuga PADI dejará de fabricarse y será más difícil de conseguir, este verano me propuse dejar a un lado otros de mi lista y hacerme por fin con él.
El reloj me ha traído muchas cosas a la vez. Mi primer Seiko diver, mi primer pepsi, mi primer diver certificado y, en pleno verano, uno de los relojes más veraniegos que he comprado en mi vida. No era uno de mis griales porque no cumple algunos de los requisitos, es fácil de conseguir y es relativamente económico. Pero otros requisitos sí los cumple, el principal, que me encanta desde hace muchos años y me sigue gustando igual. Pese a los años y a las nuevas y preciosas versiones de Tortuga que han ido llegando hasta hoy, este PADI sigue siendo mi preferido. Tenerlo por fin en mi caja Seiko me produce una sensación rara. Después de tantos años mirándolo y varias veces a punto de comprarlo, me resulta tan familiar que parece que lo tuviese desde hace tiempo, y me pregunto cómo es posible que haya tardado tanto en tener uno. El caso es que ha aportado un buen toque de color a esta caja, y ha llenado el hueco del imprescindible diver certificado que me faltaba entre mis Seiko. Hasta ahora el Seiko 5 Sports Compresor era el honroso representante de los Seiko acuáticos; hacía lo que podía, y es un 5 que me encanta, pero el Tortuga es un diver de verdad y es otra cosa.
Ahora en la familia hay Prospex de tierra, mar y aire.
Como es un reloj muy conocido y con mucha literatura sobre él, no me voy a extender hablando de la historia de los Tortuga ni de características técnicas de sobra conocidas, pero el reloj merece que lo presente como es debido. Solo recordar que la reedición del Seiko Tortuga en 2016 tuvo tanto éxito que dio lugar a ediciones especiales y sucesivas versiones hasta hoy día, lo cual ha hecho que ahora nos parezca normal tener un Seiko Tortuga en nuestras cajas y muñecas, pero antes de 2016 no era tan normal. El Tortuga original 6309-7040, fabricado entre 1976 y 1988, quedaba ya muy atrás, era un reloj del catálogo histórico de Seiko que cualquier aficionado a la marca podía desear tener en los años anteriores a 2016, cuando hacía ya casi 30 años del final de su producción. Se podían encontrar en el mercado de segunda mano, pero no siempre en buen estado o en estado original.
Aún así, sigue siendo un buen vintage para conseguir, pero no cabe duda que la reedición, muy fiel al original, del Seiko Tortuga en 2016 fue un acierto total, haciendo felices a muchos aficionados, más aún a los seikófilos y seikoadictos. Por fin se podía tener un Seiko Tortuga flamante, un diver vintage fabricado hoy día, todo un clásico de la marca muy querido y además asequible.
Tortugas por todas partes y de todos los colores, maravilloso. Centrándome en el Tortuga PADI que os estoy presentando, es la versión que más me gusta por pura estética, por los colores. Como dije antes, me gustan los pepsi, y la versión pepsi de la reedición Tortuga de 2016 fue una base muy buena para esta Edición Especial, añadiéndole el azul rayos de sol de la esfera y otros detalles. Es un reloj colorido, muy alegre y muy veraniego, y además me parece la Edición Especial PADI perfecta, por sus colores rojo y azul como los de la asociación profesional de instructores de buceo que da nombre a este Tortuga.
Son también colores muy evocadores de las imágenes submarinas iluminadas por los flashes y antorchas de los buceadores, con los peces y corales de colores rojos vivos y el azul del mar de fondo lleno de matices.
Es como este Seiko Tortuga Padi, una escena submarina llena de color y con un fondo azul que cambia con la luz.
Como veis tiene el detalle del lumen a las tres, que indica que a pesar de los cerca de ocho años del modelo, este ejemplar se fabricó hace poco, lo estrené este verano cuando aún no tenía un año. El añadido de este aplique con lumen a las tres lo he visto también en otros Seiko diver de fabricación reciente que antes no lo tenían, como el Sumo; parece que, como he leído en este mismo foro y en otros sitios, tiene algo que ver con alguna actualización de la certificación diver de hace uno o dos años. El Tortuga es de los modelos que mejor ha acogido este pequeño cambio, sin que le afecte a los índices de minutos por tener más hueco entre el calendario y el borde. Si ves un Tortuga así, es que se fabricó hace poco; está bien, porque no siempre se puede ver el número de serie al ir a comprar.
El azul no es un azul rayos de sol cualquiera. Muchas veces en las fotos parece un azul más o menos normal, tirando a oscuro, pero es un azul con matices grisáceos muy particular, que no solo se ve más claro o más oscuro, sino a veces más azulado y a veces más grisáceo. Muy bonito pero difícil de ver en las fotos, hay que verlo al natural.
Los detalles en rojo de esta edición especial PADI están muy bien escogidos y repartidos, en especial me encanta la aguja minutera, que además de bonita queda más diferenciada todavía de la horaria; en el agua las distorsiones se mezclan con los colores y hacen unos juegos muy entretenidos.
La caja de los Seiko Tortuga es un diseño excelente en lo funcional y en lo estético. El Tortuga es un reloj herramienta, y muy bien hecho, todo en él está diseñado con un fin práctico que lo haga un buen reloj de buceo, porque además tiene que cumplir con la certificación oficial como tal, pero además tiene unas formas bonitas, es un reloj atractivo se mire por donde se mire. La caja tiene unas formas suaves y redondeadas que la hacen muy hidrodinámica, cómoda y práctica para su uso en el agua, pero a la vez muy bonita. El bisel es alto, con dos filas de estriado para un buen agarre, pero no por ello resulta tosco, también es bonito. Las formas de la caja alrededor de la corona hacen que esta se pueda utilizar muy bien a la vez que queda bien protegida, y con los juegos de cepillados y pulidos también esa parte está bien resuelta estéticamente. Todo en esta caja es práctico y a la vez estético, un gran diseño con ya cerca de medio siglo detrás.
Los cepillados y pulidos son más que correctos para un reloj herramienta relativamente económico. La cara superior de la caja tiene un cepillado muy suave, más de lo que parece en muchas fotos, resulta agradable a la vista y al tacto. No tiene una carrura normal, visto a ras parece el casco de una barca. Son los flancos pulidos a espejo, tan característicos del Tortuga, una de las partes más bonitas del reloj y a la vez por su forma hacen que este quede muy cómodo en la muñeca aunque se doble la mano hacia arriba.
En la foto anterior se pueden ver muchas de las cosas que me encantan de esta caja. Las formas redondeadas, el cepillado suave del acero, el bisel alto y de fácil agarre, con la caída del inserto hacia adentro y el cristal por debajo del mismo bien protegido, los agujeros para el desmontaje fácil del brazalete, el encaje perfecto del eslabón final del brazalete entre las asas y los sutiles adornos pulidos a espejo, lo justo para darle un toque algo más refinado a un buen brazalete robusto y cómodo. Todo está muy bien pensado para que el reloj sea una herramienta útil y fácil de usar pero además atractiva a la vista.
Como una tortuga descansando sobre la raiz de un árbol en la orilla. La forma de la caja es lo que le da el apodo de Tortuga a este Seiko, y no podía estar más acertado, el parecido es evidente nada más verlo ya desde arriba, puesto en la muñeca. Pero para mí es por la parte de los flancos hacia abajo por donde más se parece a una tortuga. En la caída del caparazón desde la cara superior hasta la panza plana, parece que diseñaron el reloj directamente sobre la foto de una tortuga.
Los flancos redondeados, la panza plana, hasta parece por la posición de la corona que es una patita que está empezando a asomar la tortuga mientras esconde las otras tres. La Gran Ola de Kanagawa es otro detalle que me encanta del reloj. Una de las cosas que más me gustan de los diver son las decoraciones alusivas a temas del mar; en este caso está el mar embravecido, las barcas de pescadores volviendo de entregar su carga en los mercados de la costa, en Kanagawa, con el monte Fuji al fondo. No se ve todo eso en el relieve del Seiko, pero es lo que representa. Una decoración marinera en un diver de pura cepa, pero que además evoca la tradición y el arte japoneses representados en el famoso cuadro de Katsushika Hokusai, de la serie "Treinta y seis vistas del monte Fuji", de principios del s. XIX. Si los Seiko Tortuga de por sí son relojes históricos de Seiko y representan la tradición de la manufactura nipona, la decoración de su tapa trasera es pura tradición japonesa.
Por comentar algo más de lo que me gusta del reloj, su brazalete de acero finamente cepillado adornado con finas tiras pulidas a espejo me parece de una calidad más que correcta, de eslabones macizos, con eslabones finales también macizos y con una extensión de buceo que, al contrario de lo que había leído a veces, me parece fácil de accionar (aunque no tanto con guantes) y muy práctica. Ajusta muy bien entre las asas, y otro buen detalle son los cuatro agujeritos de micro ajuste. Menos mal, porque ya estoy harto de los cierres con ninguno o con uno o dos agujeritos. Este sí tiene los necesarios, y no tendré que quitarle ni ponerle nada una vez ajustado. Otra vez menos mal, porque el sistema de barrita y tubito no es el más fácil. Es un brazalete muy cómodo y agradable al tacto, de acabado suave. Al igual que todo el reloj, muy cómodo a pesar de su tamaño y peso.
Del calibre poca cosa que decir, el 4R36 me gusta mucho, funciona muy bien en todos mis relojes, Seiko y de otras marcas que lo llevan dentro en forma de NH35, y tengo una confianza plena en él. En todo caso, con más rubíes sustentando el movimiento, y con cuerda manual y parada de segundero, es una mejora con respecto al viejo Seiko Tortuga original, algo lógico teniendo en cuenta los años. Me parece el calibre perfecto para un reloj como este, fiable, eficiente y sin problemas, no me parece necesario un calibre mejor. Aunque estaría bien, y seguro que los que tienen versiones más modernas del Tortuga equipadas con cristal de zafiro lo disfrutan, tampoco me parece muy necesario en un reloj como este. Lleva el Hardlex medianamente protegido al ir más bajo que el bisel, y al fin y al cabo, aunque sea un reloj muy bonito y hasta con algunos detalles estéticos refinados, es un reloj herramienta. ¡Pero qué herramienta tan bonita!
No soy muy de divers y es un tipo de reloj que solo uso en verano. No es a propósito, es algo visceral, en verano me encanta usarlos pero al llegar el otoño me gusta mucho más usar otros relojes. A lo mejor este Seiko va a ser mi excepción. Aunque me gustan mucho el otoño y el invierno, tampoco es mala idea llevar este trocito de verano tan alegre que es el Tortuga PADI puesto en la muñeca cuando llegue el frío. ¿Cuál mejor que este reloj para eso? De momento hoy ya he probado a ponérmelo en un día que más que de finales de verano parecía de finales de noviembre, frío y lluvioso, y me ha gustado mucho llevarlo.
Finalmente me he extendido más de lo que pensaba, así que gracias por el esfuerzo de leerlo y verlo, y espero que a pesar de la gran cantidad de Tortugas que hay por todos lados, os haya gustado ver la presentación del mío.
¡Saludos!
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