jdortega
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Muy buenas a todos, hoy toca escribir sobre una pieza de una marca que se ha puesto de moda y está dando mucho que hablar por los elogios que reciben los atractivos modelos que está lanzando en los últimos años. Se trata de Parmigiani Fleurier, de la cual no había tenido la oportunidad de tener una de sus piezas en muñeca, y ha resultado ser una gratísima sorpresa y digna de ocupar un espacio importante en la colección. Pero primero narremos brevemente la historia de esta joven pero prestigiosa marca de AR.
En 1976 Michel Parmigiani inició su actividad empresarial como restaurador relojero. Su buen hacer le hizo lograrse una excelente reputación en Suiza, lo que le llevó a ser contratado para un encargo de la colección Maurice-Yves Sandoz. En ese tiempo se ganó la confianza de Pierre Landolt, presidente de la Fundación de la Familia Sandoz. Y ello condujo a que en el año 1996 la Fundación Sandoz junto con Michel Parmigiani fundaran en Fleurier, Suiza, lo que hoy conocemos como Parmigiani Fleurier. Esto permitió a la nueva firma posicionarse en el centro de un grupo excepcional de compañías, cuya propiedad es de la Fundación Sandoz, dedicadas al mundo de la relojería y que son parte esencial de la configuración de la industria relojera Suiza. Compañías que producen directamente, y a un nivel soberbio, desde cajas hasta agujas, pasando por incluso espirales. Entre ellas se encuentra por ejemplo la manufactura de calibres Vaucher, que manufactura calibres para diversos importantes clientes tales como Hermés ó Richard Mille.
Por todo ello Parmigiani Fleurier dispone de los recursos necesarios para realizar verdaderas obras de alta relojería tanto en sus materiales como en acabados, e incluso las más grandes complicaciones (repetición de minutos, complicaciones astronómicas, etc…). Y como claro ejemplo está la pieza objeto de este texto, la cual tiene escasamente año y medio de vida desde su lanzamiento pero ya tiene su buena fama ganada. Por ejemplo fue finalista a finales del 2020 del premio al mejor crono en el GPHG quedando a escasa distancia del ganador en ese apartado (el Streamliner crono de H. Moser esfera negra…). Este Tondagraph GT aúna apartados estéticos, en su caja y brazalete, que son señas de identidad de la marca con detalles novedosos extremadamente interesantes. Simplemente conociendo que su diseño corrió a cargo del responsable, ya veterano, de diseñar en su día el VC Overseas original, uno ya se puede esperar ciertas emociones.
Para rematar la faena esta pieza en específico pertenece a una edición especial que la joyería Cellini de Nueva York acordó con PF. La edición cuenta con sólo 10 unidades y el dial hecho a mano es único, y es lo que realmente diferencia esta edición de la principal. Es decir, esta pieza desborda exclusividad sin ninguna duda, siendo además la última que quedaba a la venta. El resto ya se habían vendido todas previamente también en esa misma joyería. Pero vamos a su descripción detallada.
Comencemos por la caja de acero indicando que tiene unos generosos, pero a su vez muy llevables, 42mm de ancho y 13mm de alto. Su espectacular bisel estriado, realizado a mano cada una de sus ranuras, es la marca más característica de muchos de los modelos históricos de PF. Y por otro lado, las extraordinarias asas en forma de lágrima caída son la seña de identidad de los modelos más modernos de la firma. Además los pulsadores que continúan con esa forma lagrimal merecen un apartado por sí solos. Personalmente los considero los botones de crono más bonitos y elegantes que jamás he visto. Realmente impresionantes. La vista se te va sí ó sí a su espectacular pulido deseando deslizar los dedos sobre ellos con esa forma curva a modo de perfecto tobogán. Destaca también la corona poliédrica finalizada con el logo actual de PF.
El brazalete fluye desde las asas simétricamente con sus eslabones exteriores pulidos a espejo de forma que parece una cascada de agua que surge desde los pulsadores del crono y las asas de la caja. Los eslabones intermedios contrastan excelentemente al estar cepillados de forma elegante. Y sin embargo los eslabones centrales perpendiculares a las filas exteriores están alternativa y secuencialmente cepillado uno y pulido el siguiente. El truco en esta clara armonía que destila la visión caja-brazalete está en que se diseñó el brazalete antes incluso que la propia caja. Por lo que el diseñador le dio una importancia extrema al brazalete al crear la caja. Este es también el motivo del equilibrio inesperado que se encuentra uno al llevar puesto este Tondagraph GT de 42mm. Sorprende cómo se adapta la pieza tan cómodamente a la muñeca a pesar de esas dimensiones que intuyen un peso superior del que realmente se siente.
El dial azul perlado es verdaderamente especial en esta edición de 10 piezas (de hecho el color del modelo estándar del catálogo de PF es negro/gris, ó blanco tipo panda; nada de azul). Está estampado a mano siendo por tanto cada esfera única y dando una sensación de singularidad tremenda. Las agujas esqueletizadas acentúan de hecho la importancia de la textura de la esfera. Cada uno de los índices y las agujas están pulidos a mano de forma exquisita logrando un resplandor que ilumina indirectamente al propio azul del dial provocando la sensación de estar estampado como con perlas. Y como curiosidad interesante e inteligente comentar la funcionalidad de la subesfera colocada a las 3. El semicírculo superior tiene dos hileras en paralelo que establecen los índices del 00 al 30 y del 30 al 60 de los segundos normales del reloj. La aguja gira en su totalidad sin ser retrógrada como podría parecer a simple vista. Pero al tener cada extremo diferente longitud uno de ellos recorre la hilera del 00 al 30 y, acto seguido, el otro recorre la del 30 al 60 de forma secuencial. Muy sutil la verdad. Pudiendo así dejar libre la parte inferior para lo que se precise. En este caso para mostrar el mes en curso.
Otro de los puntos fuertes de este Tondograph GT son sus complicaciones. El tener un crono con calendario anual (sólo hay que configurarlo una vez al año debido al mes de febrero) y con fecha grande (dos ventanas de dígitos con discos independientes) no es en absoluto algo común. De hecho sólo 4 otras marcas han comercializado en alguna ocasión algo así. Patek, que fue la pionera, Ulysse Nardin, Carl F. Bucherer y Richard Mille, siendo en estas dos últimas no manufacturado in-house el correspondiente calibre. Por lo tanto este calibre PF043 no es cualquier cosa. Y como prueba de ello simplemente añadir que es el mismo calibre que la empresa fabricante de calibres Vaucher, hermana de PF, vende directamente a Richard Mille para su RM11.
El calibre cuenta con 56 joyas, un total de 443 componentes y una decoración de estampado artesanal de al menos el nivel de ejecución de piezas de Patek ó de VC. Destaca su precioso rotor de oro de 22 kilates que brilla marcadamente contra la platina, los puentes y la caja. Es manufacturado “in-house” considerando obviamente que Vaucher es como decir PF. Consta de dos módulos superpuestos para el crono y para el calendario anual respectivamente. Seguramente hubiera sido más sofisticada una estructura integrada en vez de modular, pero entonces el precio puesto al reloj (para lo que ofrece en su sector es extraordinariamente competitivo) no habría soportado el coste del desarrollo. Y este calibre PF043 es suficientemente bueno para ubicarse muy arriba en los relojes deportivos de lujo actuales. Tiene una WR de 100 metros que siendo crono es correcta y una reserva de marcha de 45 horas (ahí sí que creo tiene un punto claro de mejora aunque siendo automático esa carencia se minimiza en parte).
Mi historia personal con este reloj se resume en que fue una agradable sorpresa que no buscaba en absoluto. Resulta que vistas las presentaciones del Watch & Wonders de finales del mes pasado me gustaron bastante ciertos modelos de PF. Cosa que ya me había pasado en la presentación del año anterior. Así que me dispuse a tener una charla de aprendizaje personal con el CO que conociera que distribuyera PF. Y el único de los que conozco que lo hace es Cellini. Pude hablar por teléfono con mi ya amigo Joel y me indicó que la gente se estaba volviendo loca con los modelos de PF. Que los del año pasado se los habían quitado de las manos nada más salir los de este Watch & Wonders y que los nuevos ya tenían bastante gente apuntada esperando (de qué me sonará todo esto…?). Le dije que aparte del nuevo GMT me había siempre gustado el crono con esos pulsadores que tiene para quitar el hipo a cualquiera. Él me confirmó que lo de los botones del crono era un espectáculo y que sí, que también con lo que conocía de la marca, él se iría a un crono aunque sólo fuera por los mencionados pulsadores. Le dije que si le llegaba un crono de los nuevos Tonda y no tenía mucho compromiso que por favor me llamara para por si acaso, que nunca se sabía. Al día siguiente me llamó para mi sorpresa de nuevo y me dijo que había buscado en un cajón algo que sabía había guardado. Era esta pieza. Yo conocía los Tondagraph del año pasado y los tenía como posible objetivo, pero nunca pensé en este tan especial porque no tenía ni idea de que existiera. Me dijo era el último de sólo 10 que habían fabricado, que él mismo había vendido en exclusiva los otros 9, y que si lo quería ahí lo tenía. Ese mismo día había hablado de forma totalmente inocente con un amigo que viajaba de vacaciones a principios de Semana Santa a Nueva York (esta vez no le solté el muerto a mi señora…), y con ese recuerdo ya até todos los cabos y me di por vencido. Negocié el precio lo mejor que pude (sorprendentemente estaba a pvp bastante más barato que los modelos de este 2022; la inflación…?) y le pedí por favor a mi amigo que me lo recogiera de forma personal. Y voilà, hoy me llegó mi PF!
A Joel le sigo debiendo una buena visita, a mi amigo Rafa una buena comilona, y a mi mujer una buena explicación (¿?)
Ah! Y viene con una correa de caucho extra:
Espero os haya gustado.
En 1976 Michel Parmigiani inició su actividad empresarial como restaurador relojero. Su buen hacer le hizo lograrse una excelente reputación en Suiza, lo que le llevó a ser contratado para un encargo de la colección Maurice-Yves Sandoz. En ese tiempo se ganó la confianza de Pierre Landolt, presidente de la Fundación de la Familia Sandoz. Y ello condujo a que en el año 1996 la Fundación Sandoz junto con Michel Parmigiani fundaran en Fleurier, Suiza, lo que hoy conocemos como Parmigiani Fleurier. Esto permitió a la nueva firma posicionarse en el centro de un grupo excepcional de compañías, cuya propiedad es de la Fundación Sandoz, dedicadas al mundo de la relojería y que son parte esencial de la configuración de la industria relojera Suiza. Compañías que producen directamente, y a un nivel soberbio, desde cajas hasta agujas, pasando por incluso espirales. Entre ellas se encuentra por ejemplo la manufactura de calibres Vaucher, que manufactura calibres para diversos importantes clientes tales como Hermés ó Richard Mille.
Por todo ello Parmigiani Fleurier dispone de los recursos necesarios para realizar verdaderas obras de alta relojería tanto en sus materiales como en acabados, e incluso las más grandes complicaciones (repetición de minutos, complicaciones astronómicas, etc…). Y como claro ejemplo está la pieza objeto de este texto, la cual tiene escasamente año y medio de vida desde su lanzamiento pero ya tiene su buena fama ganada. Por ejemplo fue finalista a finales del 2020 del premio al mejor crono en el GPHG quedando a escasa distancia del ganador en ese apartado (el Streamliner crono de H. Moser esfera negra…). Este Tondagraph GT aúna apartados estéticos, en su caja y brazalete, que son señas de identidad de la marca con detalles novedosos extremadamente interesantes. Simplemente conociendo que su diseño corrió a cargo del responsable, ya veterano, de diseñar en su día el VC Overseas original, uno ya se puede esperar ciertas emociones.
Para rematar la faena esta pieza en específico pertenece a una edición especial que la joyería Cellini de Nueva York acordó con PF. La edición cuenta con sólo 10 unidades y el dial hecho a mano es único, y es lo que realmente diferencia esta edición de la principal. Es decir, esta pieza desborda exclusividad sin ninguna duda, siendo además la última que quedaba a la venta. El resto ya se habían vendido todas previamente también en esa misma joyería. Pero vamos a su descripción detallada.
Comencemos por la caja de acero indicando que tiene unos generosos, pero a su vez muy llevables, 42mm de ancho y 13mm de alto. Su espectacular bisel estriado, realizado a mano cada una de sus ranuras, es la marca más característica de muchos de los modelos históricos de PF. Y por otro lado, las extraordinarias asas en forma de lágrima caída son la seña de identidad de los modelos más modernos de la firma. Además los pulsadores que continúan con esa forma lagrimal merecen un apartado por sí solos. Personalmente los considero los botones de crono más bonitos y elegantes que jamás he visto. Realmente impresionantes. La vista se te va sí ó sí a su espectacular pulido deseando deslizar los dedos sobre ellos con esa forma curva a modo de perfecto tobogán. Destaca también la corona poliédrica finalizada con el logo actual de PF.
El brazalete fluye desde las asas simétricamente con sus eslabones exteriores pulidos a espejo de forma que parece una cascada de agua que surge desde los pulsadores del crono y las asas de la caja. Los eslabones intermedios contrastan excelentemente al estar cepillados de forma elegante. Y sin embargo los eslabones centrales perpendiculares a las filas exteriores están alternativa y secuencialmente cepillado uno y pulido el siguiente. El truco en esta clara armonía que destila la visión caja-brazalete está en que se diseñó el brazalete antes incluso que la propia caja. Por lo que el diseñador le dio una importancia extrema al brazalete al crear la caja. Este es también el motivo del equilibrio inesperado que se encuentra uno al llevar puesto este Tondagraph GT de 42mm. Sorprende cómo se adapta la pieza tan cómodamente a la muñeca a pesar de esas dimensiones que intuyen un peso superior del que realmente se siente.
El dial azul perlado es verdaderamente especial en esta edición de 10 piezas (de hecho el color del modelo estándar del catálogo de PF es negro/gris, ó blanco tipo panda; nada de azul). Está estampado a mano siendo por tanto cada esfera única y dando una sensación de singularidad tremenda. Las agujas esqueletizadas acentúan de hecho la importancia de la textura de la esfera. Cada uno de los índices y las agujas están pulidos a mano de forma exquisita logrando un resplandor que ilumina indirectamente al propio azul del dial provocando la sensación de estar estampado como con perlas. Y como curiosidad interesante e inteligente comentar la funcionalidad de la subesfera colocada a las 3. El semicírculo superior tiene dos hileras en paralelo que establecen los índices del 00 al 30 y del 30 al 60 de los segundos normales del reloj. La aguja gira en su totalidad sin ser retrógrada como podría parecer a simple vista. Pero al tener cada extremo diferente longitud uno de ellos recorre la hilera del 00 al 30 y, acto seguido, el otro recorre la del 30 al 60 de forma secuencial. Muy sutil la verdad. Pudiendo así dejar libre la parte inferior para lo que se precise. En este caso para mostrar el mes en curso.
Otro de los puntos fuertes de este Tondograph GT son sus complicaciones. El tener un crono con calendario anual (sólo hay que configurarlo una vez al año debido al mes de febrero) y con fecha grande (dos ventanas de dígitos con discos independientes) no es en absoluto algo común. De hecho sólo 4 otras marcas han comercializado en alguna ocasión algo así. Patek, que fue la pionera, Ulysse Nardin, Carl F. Bucherer y Richard Mille, siendo en estas dos últimas no manufacturado in-house el correspondiente calibre. Por lo tanto este calibre PF043 no es cualquier cosa. Y como prueba de ello simplemente añadir que es el mismo calibre que la empresa fabricante de calibres Vaucher, hermana de PF, vende directamente a Richard Mille para su RM11.
El calibre cuenta con 56 joyas, un total de 443 componentes y una decoración de estampado artesanal de al menos el nivel de ejecución de piezas de Patek ó de VC. Destaca su precioso rotor de oro de 22 kilates que brilla marcadamente contra la platina, los puentes y la caja. Es manufacturado “in-house” considerando obviamente que Vaucher es como decir PF. Consta de dos módulos superpuestos para el crono y para el calendario anual respectivamente. Seguramente hubiera sido más sofisticada una estructura integrada en vez de modular, pero entonces el precio puesto al reloj (para lo que ofrece en su sector es extraordinariamente competitivo) no habría soportado el coste del desarrollo. Y este calibre PF043 es suficientemente bueno para ubicarse muy arriba en los relojes deportivos de lujo actuales. Tiene una WR de 100 metros que siendo crono es correcta y una reserva de marcha de 45 horas (ahí sí que creo tiene un punto claro de mejora aunque siendo automático esa carencia se minimiza en parte).
Mi historia personal con este reloj se resume en que fue una agradable sorpresa que no buscaba en absoluto. Resulta que vistas las presentaciones del Watch & Wonders de finales del mes pasado me gustaron bastante ciertos modelos de PF. Cosa que ya me había pasado en la presentación del año anterior. Así que me dispuse a tener una charla de aprendizaje personal con el CO que conociera que distribuyera PF. Y el único de los que conozco que lo hace es Cellini. Pude hablar por teléfono con mi ya amigo Joel y me indicó que la gente se estaba volviendo loca con los modelos de PF. Que los del año pasado se los habían quitado de las manos nada más salir los de este Watch & Wonders y que los nuevos ya tenían bastante gente apuntada esperando (de qué me sonará todo esto…?). Le dije que aparte del nuevo GMT me había siempre gustado el crono con esos pulsadores que tiene para quitar el hipo a cualquiera. Él me confirmó que lo de los botones del crono era un espectáculo y que sí, que también con lo que conocía de la marca, él se iría a un crono aunque sólo fuera por los mencionados pulsadores. Le dije que si le llegaba un crono de los nuevos Tonda y no tenía mucho compromiso que por favor me llamara para por si acaso, que nunca se sabía. Al día siguiente me llamó para mi sorpresa de nuevo y me dijo que había buscado en un cajón algo que sabía había guardado. Era esta pieza. Yo conocía los Tondagraph del año pasado y los tenía como posible objetivo, pero nunca pensé en este tan especial porque no tenía ni idea de que existiera. Me dijo era el último de sólo 10 que habían fabricado, que él mismo había vendido en exclusiva los otros 9, y que si lo quería ahí lo tenía. Ese mismo día había hablado de forma totalmente inocente con un amigo que viajaba de vacaciones a principios de Semana Santa a Nueva York (esta vez no le solté el muerto a mi señora…), y con ese recuerdo ya até todos los cabos y me di por vencido. Negocié el precio lo mejor que pude (sorprendentemente estaba a pvp bastante más barato que los modelos de este 2022; la inflación…?) y le pedí por favor a mi amigo que me lo recogiera de forma personal. Y voilà, hoy me llegó mi PF!
A Joel le sigo debiendo una buena visita, a mi amigo Rafa una buena comilona, y a mi mujer una buena explicación (¿?)
Ah! Y viene con una correa de caucho extra:
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