En tiempos de la "revolución económica española" (época de Mario Conde, o por ahí, paradigma de la riqueza súbita de tantos españoles a raiz de los famosos "pelotazos") hubo en Madrid, y no sé si subsiste, aunque imagino que ya no, una "escuela de millonarios", que llamaba a la educación racional de los recién llegados al mundo del dispendio.
En esa "escuela", decían en su promoción, que una economía de (entonces y por ejemplo) un millón de pesetas al mes -como ahora unos 60.000 Euros aprx en capacidad real de gasto- con un salario mínimo a la sazón sobre 37.000 "pelas", daba para muchas cosas, pero claro, no es cosa de comer gambas todos los días ni chuletón de buey a diario, y tal. De este modo "educaban" en el gasto moderado, discreto, a través del consumo de productos de lujo poco llamativos entre la gente desconocedora del ambiente de lujo y eso sí muy caros y exclusivos, para que pudieran ser apreciados por quienes lo valorasen.
Y quiero suponer que la mayoría de "pelotaceros" actuales, (futbolistas, golfistas...je je, y políticos, también políticos) esos que de la noche a la mañana se encuentran con que pueden tener seis ferraris y dos Aston Martin en su propio garaje sin que se toquen las puertas abriéndolas a la vez, podrían acudir a estas escuelas de discreción personal.
Porque si algo caracteriza al "rico de cuna" es la discreción, la limitadísima exhibición de bienes. Yo he conocido a hijos que al heredar no sabían lo que sus padres tuvieron, heredando con absoluta sorpresa un gran patrimonio desconocido, ni conocían el valor de los cuadros o antigüedades de su casa..
Pues eso.
Lo mismico que se ve en la foto.
Garrulería exhibicionista.
Luego a esos les embargan porque han gastado tanto que cuando llega Hacienda con el cazo no les da para pagar. En fin... mejor en eso que en cocaína. Que alguno, también...