Tazio Nuvolari
Malquerido PloProf
Verificad@ con 2FA
Vaya por delante que esta presentación no va a ser tan espectacular como la del Ploprof "copito", pero sí que tiene su pequeña historia detrás.
En el año 2006 yo todavía era un "ejecutivo agresivo" de una multinacional suizo-alemana. Semanalmente solía coger 3-4 vuelos, de modo que tenía mucho tiempo muerto en los aeropuertos. Así fue como en un mes de diciembre, visitando las tiendas del de Frankfurt, me topé con un reloj que me sorprendió, puesto que no había leído nada relativo al mismo en las revistas del sector: se trataba del Sinn U1, el diver creado y presentado ese mismo año por la marca con sede en la misma ciudad.
Como iba con tiempo entré a preguntar (algo que no se debe hacer), me lo probé (algo que se debe hacer aún menos)... y pensé: "Qué demonios... un autoregalo para el fin de año". Y así fue como adquirí esa pieza extraña, algo pesada, con un brazalete sorprendetemente cómodo, pero sobre todo de aspecto magnetizante. Aquí cabe explicar que en esa época y debido a mi actividad profesional, yo iba diariamente vestido "de romano"... ya sabéis, traje, corbata y toda la pesca. De modo que muchos de mis relojes eran de un estilo totalmente diferente, con correas de piel, finitos, etc.
Este primer U1, por el que me preguntaron mucho en mi entorno (tanto aficionados al tema como gente ajena al mismo) ya que llamaba la atención, lo disfruté mucho durante un par de años. Pero ya sabéis cómo es esto... en una "razzia" que acometí en mi colección salió para ir a manos de un buen colega del motor (que sigue teniendo como su reloj único... y os aseguro que tras tantos años de batalla está todavía en muy buen estado).
Pasaron los años y siempre me quedó esa espinita del U1, un reloj que me había dado tanto por (en esa época) tan poco. Sé que a muchos aficionados no les gusta, sobre todo por sus agujas tipo Lego. Pero su legibilidad imbatible, su calidad de construcción y, sobre todo, su robustez gracias a su acero de submarino alemán lo hacen una pieza muy a tener en cuenta. Y así llegamos a 2009, cuando me topo en una revista especializada alemana con una imagen que no esperaba: ¡un U1 amarillo!!! 🤩
En honor a la verdad, en las imágenes había dos relojes: uno amarillo y otro naranja. Pero mis ojos se fueron instantáneamente al "gelb" (amarillo en la lengua de Goethe) y ya no se pudieron apartar de él. Los que me conocéis sabéis de mi querencia por el amarillo, un color al que le tengo una especial predilección desde siempre (ya sabéis: "No hay campo sin grillo, ni hortera sin amarillo"). Cuando competía en automovilismo era el color de mis coches, lo ha sido de muchos de mis autos de calle, y naturalmente me gusta en los relojes (de acuerdo, no en todos, pero poco le falta... 😅).
Pero leyendo el artículo empecé a vislumbrar la dificultad: se trataba de una edición especial de 2008, la primera que había autorizado la nueva Sinn en su historia, por cuenta de una joyería-relojería germana, aunque con el poco teutón nombre de Roberto. Y se trataba sin duda de una edición limitada de verdad: sólo 50 unidades de cada color. (En el año 2009 presentó otros dos colores, verde y azul, de los que también hizo 50 unidades de cada).
Huelga decir que a pesar de todos mis intentos me fue imposible hacerme con uno ya que se habían vendido con rapidez, y eso a pesar de que habían recibido furibundas críticas por parte del sector duro de sinners...
Durante más de un año lo busqué por todo tipo de websites, consciente de que era el único camino de conseguirlo. Pero no salió, y como suele suceder, otras piezas pasaron a ser prioritarias y el U1 "huevón" fue alejándose en la neblina de la memoria. Aunque nunca se fue...
De modo que en 2018 empecé la búsqueda de una unidad, pero bajo mis parámetros habituales: unidad nueva o de riguroso reestreno, full set y con brazalete. Como os podéis imaginar, existiendo solamente 50 unidades, las posibilidades de que aflorara aquí o allá eran realmente escasas. Y cuando lo hacía (soy miembro del foro Sinn alemán y muy de vez en cuando aparecía uno en la sección de compra-venta) eran unidades usadas o con el caucho, que es tal como se vendía.
Pero si algo me sobra es paciencia. Siempre les digo a mis clientes del automóvil que todo, todo acaba saliendo. Y esta máxima me la aplico en todas mis colecciones. Así que teniendo activadas las alertas por esta pieza, el pasado mes de abril saltó la liebre en Alemania. ¡Y menuda liebre!!! Una unidad de riguroso estreno, full set, con su caucho y... ¡brazalete!!! Por si fuera poco el precio era muy correcto pero yo no puedo dejar de ser quien soy, así que igualmente lo negocié. Y en cuestión de unas horas ya era mío.
Tras toda esta paliza (sois unos auténticos masocas... 😜), paso a presentaros unas fotos del susodicho. En estas ediciones especiales es vital que la documentación incluya el manual especial de Juwelier Roberto y el adhesivo del comercio en la tarjeta de garantía.
Sí, el color no es para todo el mundo. Pero combina muy bien con los acentos también amarillos del bisel, el cual está tegimentado (es el nombre que recibe el tratamiento de endurecimiento que aplica Sinn sobre sus relojes). Hay un pequeño precio a pagar por disfrutar de esta versión, y es que en el dial aparece la inscripción de la joyería que lo encargó: Juwelier Roberto. A mi tampoco me apasiona, pero está en caracteres muy pequeños y uno se acostumbra rápido.
Tanto los índices como las manecillas, así como el datario, son de color gris oscuro, otorgando de nuevo una legibilidad impresionante.
Un detalle sorprendente: están dotadas de lumen negro, que no es tan potente como el habitual, pero rinde muy bien.
Y ahora una curiosidad. El dial presenta de forma extremadamente sutil tanto el país de origen del reloj como el logo y año de creación de la joyería que lo encargó. Está hecho en sobrerelieve blanco, y sólo puede observarse bajo condiciones muy concretas de luz, por lo que se agradece su discreción.
La caja y el bisel, cuyo accionamiento es irreprochable y sin juego ninguno, muestran un mecanizado perfecto, al igual que la generosa corona. Situada a las 4, hace que nunca nos moleste, sea cual sea la flexión de la mano.
En la trasera encontramos la inscripción del número unitario dentro de la serie de 50, siendo el resto de texto el standard del U1, con mención a ese acero de submarino alemán (Deutscher U-Boot Stahl). Se trata de un acero desarrollado por la empresa ThyssenKrupp para los submarinos de la clase 212 de la marina germana, y en este caso destaca por su tono grisáceo mate. La ventaja de este acero es que no es necesario lavar el reloj en agua dulce tras su inmersión repetida en agua salada, aparte de ser 1.55 veces más resistente a la ruptura que el 316L habitual en el sector.
En cuanto al brazalete, es el sospechoso habitual en forma de H, ultracómo y resistente. Eso sí, la gran asignatura pendiente de Sinn sigue siendo el cierre. De acuerdo que funciona irreprochablemente, pero a estas alturas las chapitas deberían dar paso a un cierre mecanizado. Y es que lo más sangrante es que el caucho... ¡sí que lleva un cierre mecanizado y con extensión de buceo!!! 😵💫
Hay propietarios del U1 que le han puesto este cierre al brazalete, pero es una maniobra que requiere ciertas modificaciones y eso es algo que no me entusiasma.
En el interior late otro viejo conocido, un ETA 2824-2, una ventaja de haber sido fabricado antes de 2013, ya que a partir de ese año Sinn monta calibres Sellita SW-200 en esta serie. La casualidad ha querido, además, que funcione prácticamente en parámetros COSC, aunque tengo previsto que mi relojero de cabecera le haga una revisión antes de mojarlo (para engrase y cambio de juntas no es imprescindible enviarlo a Sinn).
Y esto es to... esto es to... esto es todo, amigos. 😁
A los que habéis llegado hasta aquí os merecéis un monumento (de bolsillo, tampoco os flipéis) en la plaza mayor de vuestro pueblo.
¡Gracias por vuestra atención y cariño!!! 😉🤟
PS: Esta crónica la escribí y dejé preparada a principios de semana, ya que desde el jueves estoy en Italia con ocasión de la celebración de la Mille Miglia histórica. Por esta razón apreciaréis ciertas discrepancias en las horas y fechas mostradas en el dial.
En el año 2006 yo todavía era un "ejecutivo agresivo" de una multinacional suizo-alemana. Semanalmente solía coger 3-4 vuelos, de modo que tenía mucho tiempo muerto en los aeropuertos. Así fue como en un mes de diciembre, visitando las tiendas del de Frankfurt, me topé con un reloj que me sorprendió, puesto que no había leído nada relativo al mismo en las revistas del sector: se trataba del Sinn U1, el diver creado y presentado ese mismo año por la marca con sede en la misma ciudad.
Como iba con tiempo entré a preguntar (algo que no se debe hacer), me lo probé (algo que se debe hacer aún menos)... y pensé: "Qué demonios... un autoregalo para el fin de año". Y así fue como adquirí esa pieza extraña, algo pesada, con un brazalete sorprendetemente cómodo, pero sobre todo de aspecto magnetizante. Aquí cabe explicar que en esa época y debido a mi actividad profesional, yo iba diariamente vestido "de romano"... ya sabéis, traje, corbata y toda la pesca. De modo que muchos de mis relojes eran de un estilo totalmente diferente, con correas de piel, finitos, etc.
Este primer U1, por el que me preguntaron mucho en mi entorno (tanto aficionados al tema como gente ajena al mismo) ya que llamaba la atención, lo disfruté mucho durante un par de años. Pero ya sabéis cómo es esto... en una "razzia" que acometí en mi colección salió para ir a manos de un buen colega del motor (que sigue teniendo como su reloj único... y os aseguro que tras tantos años de batalla está todavía en muy buen estado).
Pasaron los años y siempre me quedó esa espinita del U1, un reloj que me había dado tanto por (en esa época) tan poco. Sé que a muchos aficionados no les gusta, sobre todo por sus agujas tipo Lego. Pero su legibilidad imbatible, su calidad de construcción y, sobre todo, su robustez gracias a su acero de submarino alemán lo hacen una pieza muy a tener en cuenta. Y así llegamos a 2009, cuando me topo en una revista especializada alemana con una imagen que no esperaba: ¡un U1 amarillo!!! 🤩
En honor a la verdad, en las imágenes había dos relojes: uno amarillo y otro naranja. Pero mis ojos se fueron instantáneamente al "gelb" (amarillo en la lengua de Goethe) y ya no se pudieron apartar de él. Los que me conocéis sabéis de mi querencia por el amarillo, un color al que le tengo una especial predilección desde siempre (ya sabéis: "No hay campo sin grillo, ni hortera sin amarillo"). Cuando competía en automovilismo era el color de mis coches, lo ha sido de muchos de mis autos de calle, y naturalmente me gusta en los relojes (de acuerdo, no en todos, pero poco le falta... 😅).
Pero leyendo el artículo empecé a vislumbrar la dificultad: se trataba de una edición especial de 2008, la primera que había autorizado la nueva Sinn en su historia, por cuenta de una joyería-relojería germana, aunque con el poco teutón nombre de Roberto. Y se trataba sin duda de una edición limitada de verdad: sólo 50 unidades de cada color. (En el año 2009 presentó otros dos colores, verde y azul, de los que también hizo 50 unidades de cada).
Huelga decir que a pesar de todos mis intentos me fue imposible hacerme con uno ya que se habían vendido con rapidez, y eso a pesar de que habían recibido furibundas críticas por parte del sector duro de sinners...
Durante más de un año lo busqué por todo tipo de websites, consciente de que era el único camino de conseguirlo. Pero no salió, y como suele suceder, otras piezas pasaron a ser prioritarias y el U1 "huevón" fue alejándose en la neblina de la memoria. Aunque nunca se fue...
De modo que en 2018 empecé la búsqueda de una unidad, pero bajo mis parámetros habituales: unidad nueva o de riguroso reestreno, full set y con brazalete. Como os podéis imaginar, existiendo solamente 50 unidades, las posibilidades de que aflorara aquí o allá eran realmente escasas. Y cuando lo hacía (soy miembro del foro Sinn alemán y muy de vez en cuando aparecía uno en la sección de compra-venta) eran unidades usadas o con el caucho, que es tal como se vendía.
Pero si algo me sobra es paciencia. Siempre les digo a mis clientes del automóvil que todo, todo acaba saliendo. Y esta máxima me la aplico en todas mis colecciones. Así que teniendo activadas las alertas por esta pieza, el pasado mes de abril saltó la liebre en Alemania. ¡Y menuda liebre!!! Una unidad de riguroso estreno, full set, con su caucho y... ¡brazalete!!! Por si fuera poco el precio era muy correcto pero yo no puedo dejar de ser quien soy, así que igualmente lo negocié. Y en cuestión de unas horas ya era mío.
Tras toda esta paliza (sois unos auténticos masocas... 😜), paso a presentaros unas fotos del susodicho. En estas ediciones especiales es vital que la documentación incluya el manual especial de Juwelier Roberto y el adhesivo del comercio en la tarjeta de garantía.
Sí, el color no es para todo el mundo. Pero combina muy bien con los acentos también amarillos del bisel, el cual está tegimentado (es el nombre que recibe el tratamiento de endurecimiento que aplica Sinn sobre sus relojes). Hay un pequeño precio a pagar por disfrutar de esta versión, y es que en el dial aparece la inscripción de la joyería que lo encargó: Juwelier Roberto. A mi tampoco me apasiona, pero está en caracteres muy pequeños y uno se acostumbra rápido.
Tanto los índices como las manecillas, así como el datario, son de color gris oscuro, otorgando de nuevo una legibilidad impresionante.
Un detalle sorprendente: están dotadas de lumen negro, que no es tan potente como el habitual, pero rinde muy bien.
Y ahora una curiosidad. El dial presenta de forma extremadamente sutil tanto el país de origen del reloj como el logo y año de creación de la joyería que lo encargó. Está hecho en sobrerelieve blanco, y sólo puede observarse bajo condiciones muy concretas de luz, por lo que se agradece su discreción.
La caja y el bisel, cuyo accionamiento es irreprochable y sin juego ninguno, muestran un mecanizado perfecto, al igual que la generosa corona. Situada a las 4, hace que nunca nos moleste, sea cual sea la flexión de la mano.
En la trasera encontramos la inscripción del número unitario dentro de la serie de 50, siendo el resto de texto el standard del U1, con mención a ese acero de submarino alemán (Deutscher U-Boot Stahl). Se trata de un acero desarrollado por la empresa ThyssenKrupp para los submarinos de la clase 212 de la marina germana, y en este caso destaca por su tono grisáceo mate. La ventaja de este acero es que no es necesario lavar el reloj en agua dulce tras su inmersión repetida en agua salada, aparte de ser 1.55 veces más resistente a la ruptura que el 316L habitual en el sector.
En cuanto al brazalete, es el sospechoso habitual en forma de H, ultracómo y resistente. Eso sí, la gran asignatura pendiente de Sinn sigue siendo el cierre. De acuerdo que funciona irreprochablemente, pero a estas alturas las chapitas deberían dar paso a un cierre mecanizado. Y es que lo más sangrante es que el caucho... ¡sí que lleva un cierre mecanizado y con extensión de buceo!!! 😵💫
Hay propietarios del U1 que le han puesto este cierre al brazalete, pero es una maniobra que requiere ciertas modificaciones y eso es algo que no me entusiasma.
En el interior late otro viejo conocido, un ETA 2824-2, una ventaja de haber sido fabricado antes de 2013, ya que a partir de ese año Sinn monta calibres Sellita SW-200 en esta serie. La casualidad ha querido, además, que funcione prácticamente en parámetros COSC, aunque tengo previsto que mi relojero de cabecera le haga una revisión antes de mojarlo (para engrase y cambio de juntas no es imprescindible enviarlo a Sinn).
Y esto es to... esto es to... esto es todo, amigos. 😁
A los que habéis llegado hasta aquí os merecéis un monumento (de bolsillo, tampoco os flipéis) en la plaza mayor de vuestro pueblo.
¡Gracias por vuestra atención y cariño!!! 😉🤟
PS: Esta crónica la escribí y dejé preparada a principios de semana, ya que desde el jueves estoy en Italia con ocasión de la celebración de la Mille Miglia histórica. Por esta razón apreciaréis ciertas discrepancias en las horas y fechas mostradas en el dial.
Última edición: