capeones
Milpostista
Sin verificar
Pues creo que esto es digno de contar...
Hace un par de meses estuve en India por trabajo. 4h30' de diferencia, así que en lugar de uno de mis GMT, que se llevan mal con las diferencias de medias horas, me llevé mi PO 9300, porque el subdial con las horas y minutos del crono puede utilizarse como segunda zona horaria (sí, sí, pensad un poco y os daréis cuenta fácilmente ).
Pues bien, al principio del viaje ocurrió. Control de aeropuerto, un avión al que llegaba muy justo, el maletín, la chaqueta, el cinturón... el PO al suelo. 150 gramos de reloj (afortunadamente lo llevaba con correa) cayendo sobre un suelo de mármol desde un metro. Diagnóstico de daños: un pulsador de crono hundido, ningún otro daño aparente. El reloj había caído sobre un pulsador... Curiosamente, el crono no se había parado, a pesar de estar el pulsador completamente hundido, y seguía marcando la segunda zona horaria sin problemas.
En los siete días siguientes de viaje, el reloj, aparte del pulsador, no tenía más síntomas, y seguía con su impecable marcha habitual de +0,5 seg./día... Hasta que el último día de viaje tuve un pequeño accidente, que acabó con algunos moratones en mi persona y un rayajo bastante aparente en una de las asas del PO. Rayajo, rayajo, nada de pelillo. Vaya viaje para el PO, que seguía funcionando estupendamente, a pesar de parecer venir de una incursión militar...
A la vuelta, directo al SAT, en la boutique Omega de Madrid. Como es de esperar, trato impecable en la recepción del reloj, donde les conté la historia completa, sin tratar de disfrazarla, y les pedí que arreglasen todos los desperfectos, pulido de la garra incluido. Al cabo de dos días me llama el técnico explicándome que al ser el nuevo calibre 9300, el reloj se va a Bienne, que en España no tocan todavía ese calibre, y que, aunque aparentemente funciona bien, quieren revisarlo a fondo para entender por qué tiene el pulsador de start-stop del crono hundido y el crono funcionando...
Pues bien, unas pocas semanas más tarde, recojo mi PO en la boutique de Ortega y Gasset, impecable, como nuevo, en su estuche de servicio técnico dentro de una preciosa bolsa roja con un lacito, y todo ello por el precio de... cero euros. Habían tenido la 'cortesía' de repararme un pulsador -y los desperfectos que hubiese dentro- y pulirme la garra -o la caja, porque el acabado es simple y absolutamente perfecto, como nuevo-, sabiendo que todo ello venía de un accidente, obviamente no cubierto por la garantía. Mi reloj se ha ido a Bienne a ser reparado por profesionales, ha vuelto en un tiempo razonable, y todo ello por cortesía de Omega .
En fin, yo estoy contento con mi PO chrono de vuelta, y el SAT de Omega ha excedido, con mucho, mis expectativas, así que creo que es justo reconocérselo. Mi experiencia personal ha sido de trato exquisito, información adecuada, resultado perfecto y una voluntad de que el cliente quede satisfecho como hace tiempo que no me encontraba.
Chapeau, Omega!! :.
PS.- además, esta historia me demuestra que el PO 9300, aparte de parecer un tanque, se comporta como tal. Con caídas y accidentes, el 9300 seguía latiendo a +0,5 al día .
PS2.- perdón por el ladrillo, tenía que contarlo
Hace un par de meses estuve en India por trabajo. 4h30' de diferencia, así que en lugar de uno de mis GMT, que se llevan mal con las diferencias de medias horas, me llevé mi PO 9300, porque el subdial con las horas y minutos del crono puede utilizarse como segunda zona horaria (sí, sí, pensad un poco y os daréis cuenta fácilmente ).
Pues bien, al principio del viaje ocurrió. Control de aeropuerto, un avión al que llegaba muy justo, el maletín, la chaqueta, el cinturón... el PO al suelo. 150 gramos de reloj (afortunadamente lo llevaba con correa) cayendo sobre un suelo de mármol desde un metro. Diagnóstico de daños: un pulsador de crono hundido, ningún otro daño aparente. El reloj había caído sobre un pulsador... Curiosamente, el crono no se había parado, a pesar de estar el pulsador completamente hundido, y seguía marcando la segunda zona horaria sin problemas.
En los siete días siguientes de viaje, el reloj, aparte del pulsador, no tenía más síntomas, y seguía con su impecable marcha habitual de +0,5 seg./día... Hasta que el último día de viaje tuve un pequeño accidente, que acabó con algunos moratones en mi persona y un rayajo bastante aparente en una de las asas del PO. Rayajo, rayajo, nada de pelillo. Vaya viaje para el PO, que seguía funcionando estupendamente, a pesar de parecer venir de una incursión militar...
A la vuelta, directo al SAT, en la boutique Omega de Madrid. Como es de esperar, trato impecable en la recepción del reloj, donde les conté la historia completa, sin tratar de disfrazarla, y les pedí que arreglasen todos los desperfectos, pulido de la garra incluido. Al cabo de dos días me llama el técnico explicándome que al ser el nuevo calibre 9300, el reloj se va a Bienne, que en España no tocan todavía ese calibre, y que, aunque aparentemente funciona bien, quieren revisarlo a fondo para entender por qué tiene el pulsador de start-stop del crono hundido y el crono funcionando...
Pues bien, unas pocas semanas más tarde, recojo mi PO en la boutique de Ortega y Gasset, impecable, como nuevo, en su estuche de servicio técnico dentro de una preciosa bolsa roja con un lacito, y todo ello por el precio de... cero euros. Habían tenido la 'cortesía' de repararme un pulsador -y los desperfectos que hubiese dentro- y pulirme la garra -o la caja, porque el acabado es simple y absolutamente perfecto, como nuevo-, sabiendo que todo ello venía de un accidente, obviamente no cubierto por la garantía. Mi reloj se ha ido a Bienne a ser reparado por profesionales, ha vuelto en un tiempo razonable, y todo ello por cortesía de Omega .
En fin, yo estoy contento con mi PO chrono de vuelta, y el SAT de Omega ha excedido, con mucho, mis expectativas, así que creo que es justo reconocérselo. Mi experiencia personal ha sido de trato exquisito, información adecuada, resultado perfecto y una voluntad de que el cliente quede satisfecho como hace tiempo que no me encontraba.
Chapeau, Omega!! :.
PS.- además, esta historia me demuestra que el PO 9300, aparte de parecer un tanque, se comporta como tal. Con caídas y accidentes, el 9300 seguía latiendo a +0,5 al día .
PS2.- perdón por el ladrillo, tenía que contarlo