Estoy de acuerdo contigo, ¿y qué hacemos con la ingente cantidad de hermanos y hermanas que viven juntos y al morir uno se encuentran en esa misma situación? ¿Es que acaso no deberían tener los mismos derechos?, ¿cuál es la diferencia que no se acuestan en la misma cama?, ¿porqué no se legaliza entonces también el matrimonio entre hermanos? Si el no poder tener descendencia, de formas naturales antropológicas como es que una persona no puede fecundar a otra del mismo sexo, no es razón suficiente porque puede ser suplida por la medicina, entonces los hermanos también pueden recurrir a la medicina para su descendencia. O a adoptar.
De todas formas, me parece curioso y llamativo que estos colectivos (y otros de marcada corriente política) se aferren tanto al matrimonio cuando durante años han sido sus más fervientes opositores y lo han ridiculizado por todos los medios. Con todo respeto, me da la impresión de que el homomonio y el lesbimonio tienen más de joint-venture que de matrimonio.