Siempre me han gustado las motos. Empecé con el clásico Vespino allá por el año 91, que todavía conservo y arranca perfectamente. Al poco tiempo mi padre me regaló una Vespa 150 Iris de 1987 que también conservo, modelo muy poco común (parece ser que es modelo italiano, no de Motovespa) que actualmente tiene 13000 kms reales y está impecable.
Mi primera moto gorda fué una trail Yamaha Ténéré 660, la típica todoterreno grandota del París-Dakar y todo eso. Me divertí mucho con ella

Tras la Ténéré y una temporada sin moto compré por cuatro perras una Honda Revere 650, moto indestructible donde las haya. La tuve un añito y pico y aún le gané dinero
Pero tengo cuore ducatista, y finalmente pude hacer realidad mi sueño (bueno, uno de ellos), y me compré una preciosa Ducati 750SS semicarenada. Y quedé tan encantado con ella que al poco la cambié por una 900SS, esta sí con el carenado completo. Ya con el virus Ducati dentro de mí vino la actual, una 749 que uso muy poco, unos 2000 kms al año, pero que sólo de verla en el garaje me llena de satisfacción.