
Aviadorcero
Forer@ Senior
Sin verificar
La semana pasada, más concretamente el martes, estábamos de vacaciones por tenerife y en el trayecto del coche a la playa se nos cruzó una fantástica joyería. Allí estaba el susodicho, expuesto en el escaparate junto a muchas otras piezas de renombre a su alrededor. Pero, como es habitual cada vez que me lo cruzo, yo solo tengo ojos para él. “Que pena su precio que esta muy lejos de mi alcance” era mi cantinela habitual cada vez que me lo imaginaba en mi muñeca.
Pero esta vez mi mujer, cansada de escucharme suspirar por él, me dio el consentimiento necesario para su compra. Me aseguré una vez más de que su compra no supusiera el divorcio mientras ajustaban el brazalete a mi muñeca y aquí esta:
Mi Omega speedmaster professional.
¿Y ahora que ya tengo el reloj que tanto deseaba que ocurre? Pues que lo voy a disfrutar con toda la ilusión del mundo junto con el resto de relojitos que tengo y a cerrar la caja una buena temporada. Quizá en unos meses incluso se abra para alguna salida de alguno por falta de uso…pero ahora a disfrutar.
Pero esta vez mi mujer, cansada de escucharme suspirar por él, me dio el consentimiento necesario para su compra. Me aseguré una vez más de que su compra no supusiera el divorcio mientras ajustaban el brazalete a mi muñeca y aquí esta:
Mi Omega speedmaster professional.
¿Y ahora que ya tengo el reloj que tanto deseaba que ocurre? Pues que lo voy a disfrutar con toda la ilusión del mundo junto con el resto de relojitos que tengo y a cerrar la caja una buena temporada. Quizá en unos meses incluso se abra para alguna salida de alguno por falta de uso…pero ahora a disfrutar.