Un compañero había planteado en
este hilo que su relojero al abrir su Orient Mako, uno de los divers más atractivos del mercado, le dijo que incluso fijándose en las diferencias entre movimientos no parecía justificado que un Submariner costase 30 veces más.
El compañero trasladó al foro la pregunta de si un Submariner es treinta veces mejor que un Mako y… ¡la que se ha montado (too)!
Creo que estas jaranas se montan porque nos planteamos mal esta cuestión y eso corrompe el debate con facilidad.
En
Breaking Bad hay una escena en la Gale Boetticher, un químico que prepara metanfetamina, le dice a su jefe que puede conseguir un 96 % de pureza, pero que el producto del protagonista de la serie, Walter White, tiene un 99%. Su jefe le dice que basta con ese 96% que pueden conseguir, pero Gale le dice que no entiende la grandísima diferencia que significa ese 3%, que puede parecer poco pero que cambia por completo la calidad del producto.
Lo cierto es que a partir de un determinado nivel de calidad las mejoras minúsculas plantean grandes esfuerzos, ya sean de inversión, de creatividad o de ambos.
Esto es lo que sucede en relojería, además del sobrecoste evidente que tienen todos los relojes de lujo, que nadie discute, la cuestión es ¿cuánto cuesta mejorar un tres por ciento un reloj, en su calibre o incluso en otros aspectos?
La pregunta adecuada, EMHO, no sería si Rolex es treinta veces mejor que el Orient, sino si creemos que lo mejora en un tres por ciento y nos parece justificado pagar treinta veces más por esa pequeña diferencia, que implica cambios sustanciales de fondo ¿Somos tan exigentes y valoramos tanto esta mejora proporcionalmente minúscula como los consumidores de metanfetamina o somos más tolerantes y no nos importa?
Por eso comparto con los compañeros la crítica al relojero, puesto que el técnico, como Gale Boetticher, debería ser capaz de reconocer y valorar el mérito de mejorar un tres por ciento un producto excelente. Después podría decir que se han pasado con el precio y todas esas cosas, pero después.
Sin embargo me parecen extemporáneas y ofensivas las palabras hacia nuestro compañero por proponer el tema, poniendo en cuestión su capacidad para apreciar las cosas buenas, de su criterio relojístico y hasta atreviéndose a dudar de la pertinencia de su pregunta, presionando de manera que parece que es preferible la autocensura a la pregunta y al debate. Esta práctica de hacer críticas que promuevan la autocensura es demasiado habitual en el foro y creo que debemos evitarla a toda costa y denunciarla públicamente cuando aparece.
Así pues creo que el debate está en cuánto apreciamos y estamos dispuestos a pagar por las sutiles mejoras que supone un reloj de gama alta respecto a los de gamas medias o bajas. Siempre EMHO, of course.
Y me mojo, porque además esto es algo que hablaba por teléfono con un amigo del foro hace poco: este es un foro de relojería, por lo que deberíamos ser capaces de reconocer el valor, que no el coste, de estas pequeñas diferencias, ser capaces, si no lo apreciamos inicialmente, de aprenderlo en el foro.
Pero eso no quiere decir que justifiquemos su precio o deseemos comprar los relojes que las ofrecen, solo que en un foro de relojería se debería practicar el afinado del criterio y no la igualación simplificadora. Y siempre debería ser bienvenida una pregunta sobre por qué algo es como es o cuesta lo que cuesta, y si no sabemos ese porqué y nos parece mal la pregunta quizá las carencias de conocimiento y la falta de criterio son nuestras
y no de quien consulta.