
Rollins
De la casa
Sin verificar
Hola Rollins
Posiblemente tienes razón en lo que comentas pues lo que recuerdo de mi casa, de mi familia, es que no anhelábamos tener más que lo poco que ya teníamos. Nunca recuerdo padecer por tener. Eso si, la felicidad podías encontrarla por cualquier rincón de los modestos muros de adobe que formaban la casa. También hubo momentos muy duros cuando la vida parecía que no podía ponerse más difícil. Es curioso, el poso del recuerdo de aquellos años es de lo más dulce en cuanto a la relación familiar. Cuántas veces mi padre, cuando en las eternas noches de invierno acurrucados delante del ya mortecino y humilde fuego, nos contaba historias siempre acababa diciendo, no olvidéis que Dios aprieta pero no ahoga. A mi me daba miedo sentirle decir eso, veía a alguien grandón, a un gigante, que intentaba estrangularme. Él, que debía darse cuenta, me sentaba en su regazo y me acunaba cantando las nanas que inventaba hasta quedar dormido plácidamente. Por entonces debería ir contando mis 5 ó 6 años.
Gracias por tus palabras, me han llegado muy hondo.
Saludos
Muchas gracias a ti, por tus palabras que me han emocionado mucho. Un abrazote muy fuerte de mi parte.