Goldoff
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Cuando se habla de relojería y relojeros españoles suelen salir a relucir Pita como maestro relojero de la AHCIo Miguel Rodríguez como gran patrón del Grupo Festina. Pero pocos se acuerdan de Franc Vila, que tuvo la visión de crear su propia marca de lujo con poco más de 30 años y con las ideas muy claras: hacer relojes desde la perspectiva de un coleccionista.
Gustos de cada uno al margen, los relojes de Franc Vila tenían personalidad: el diseño "cobra" ideado por él mismo era distinguible a distancia, pero además disponía el espacio interior para alojar cómodamente todo tipo de complicaciones, perfectamente ordenadas en su cabeza para tener la colección perfecta: desde tourbillones hasta repeticiones de minutos, pasando por calendarios perpetuos.
Le conocí en Basilea 2010, y me sorprendió algo que luego leería en multitud de sitios: el entusiasmo y pasión que transmite cuando habla de sus relojes... en realidad, cuando habla de cualquier cosa: ¡es arrollador!
Volví a encontrarle hace tres años en Barcelona, durante la Barcelona Watch Experience donde, además de sus característicos relojes (evolucionando ahora hacia los "Superligeros", con aleaciones de litio en sus calibres) le vi acompañado de un genio emergente (emergente entonces, que ahora está consagradísimo): Rexhep Rexhepi, el alma de Akrivia.
Luego he coincidido con él en los pasillos de algún otro Basel (creo que fue 2018) y debido a un conflicto de agendas perdí la oportunidad de verle en Ginebra, "en su salsa", durante el último SIHH (2019). Una pena, porque tenía algo que enseñarme... Pero la semana pasad recibí un Whatsapp:
Los que le siguen por instagram o fb ya lo habrán visto. Para los demás, pongo este prodigio de síntesis de alta relojería. Se diría que Franc se ha reinventado, y allá donde había cierto barroquismo ahora hay minimalismo. Y el resultado, al menos para mí, es fascinante: el FVF1 Tourbillon Superligero, un reloj diseñado -como siempre- por el propio Franc, con estructura caja-pletina de titanio de grado 5 que hace que el reloj completo, contando con la correa de aligátor y la hebilla igualmente de titanio, pese menos de 55 gramos. Todos los acabados son a mano, incluyendo el pulido de los tornillos o los biselados inversos, imposibles de hacer a máquina.
Datos técnicos:
Tourbillon de un minuto.
Movimiento esqueleteado "Unibody".
Días de la semana en un tambor giratorio bajo las 12
Indicador tridimensional día/noche.
Frecuencia 3hz (21.600 a/h)
100 horas de reserva de marcha.
Si todo va como previsto, es posible que en breve pueda traeros mi propia sesión fotográfica.
Gustos de cada uno al margen, los relojes de Franc Vila tenían personalidad: el diseño "cobra" ideado por él mismo era distinguible a distancia, pero además disponía el espacio interior para alojar cómodamente todo tipo de complicaciones, perfectamente ordenadas en su cabeza para tener la colección perfecta: desde tourbillones hasta repeticiones de minutos, pasando por calendarios perpetuos.
Le conocí en Basilea 2010, y me sorprendió algo que luego leería en multitud de sitios: el entusiasmo y pasión que transmite cuando habla de sus relojes... en realidad, cuando habla de cualquier cosa: ¡es arrollador!
Volví a encontrarle hace tres años en Barcelona, durante la Barcelona Watch Experience donde, además de sus característicos relojes (evolucionando ahora hacia los "Superligeros", con aleaciones de litio en sus calibres) le vi acompañado de un genio emergente (emergente entonces, que ahora está consagradísimo): Rexhep Rexhepi, el alma de Akrivia.
Luego he coincidido con él en los pasillos de algún otro Basel (creo que fue 2018) y debido a un conflicto de agendas perdí la oportunidad de verle en Ginebra, "en su salsa", durante el último SIHH (2019). Una pena, porque tenía algo que enseñarme... Pero la semana pasad recibí un Whatsapp:
Los que le siguen por instagram o fb ya lo habrán visto. Para los demás, pongo este prodigio de síntesis de alta relojería. Se diría que Franc se ha reinventado, y allá donde había cierto barroquismo ahora hay minimalismo. Y el resultado, al menos para mí, es fascinante: el FVF1 Tourbillon Superligero, un reloj diseñado -como siempre- por el propio Franc, con estructura caja-pletina de titanio de grado 5 que hace que el reloj completo, contando con la correa de aligátor y la hebilla igualmente de titanio, pese menos de 55 gramos. Todos los acabados son a mano, incluyendo el pulido de los tornillos o los biselados inversos, imposibles de hacer a máquina.
Datos técnicos:
Tourbillon de un minuto.
Movimiento esqueleteado "Unibody".
Días de la semana en un tambor giratorio bajo las 12
Indicador tridimensional día/noche.
Frecuencia 3hz (21.600 a/h)
100 horas de reserva de marcha.
Si todo va como previsto, es posible que en breve pueda traeros mi propia sesión fotográfica.