
Gutigon
¡Cruzcampo o muerte!
Sin verificar
Tienes toda la razón: Stern está asumiendo el riesgo de "matar la gallina de los huevos de oro"; pero su decisión equilibra la balanza, porque al fin y al cabo está pensando en el todo, que es Patek, y no en la parte, que es el Nautilus. Eso se llama amplitud de miras, por la cual no le duele sacrificar el buque insignia, e incluso decepcionar a los futuros poseedores de un Nautilus, que puede que lleven años en lista de espera, y que ahora se quedarán con la miel en los labios.Vaya por delante que soy un fan incondicional del Royal Oak y disfruto de uno vintage cada vez que me lo pongo. Pero no creo que sea admirable la excesiva dependencia de un solo modelo por parte de una de las casas emblemáticas. Liderazgo conlleva innovar, cambiar y asumir riesgos. Al final no deja de ser en cierto modo una forma de vivir de rentas sin arriesgar en nuevos diseños y modelos. Y no me vale que la innovación sea simplemente cambiar el acero por la cerámica de un Royal Oak. Aburre ya el "duopolio" Nautilus-Royal Oak. Por favor, savia nueva...
Chapeau, Mr. Stern!
No obstante, esta decepción puede convertirse en el mejor recurso de la casa, ya que, una vez calmados los ánimos, los decepcionados quizá llegarán a entender que este tipo de medidas sí aportan exclusividad a Patek.