Recuerdo que mi socio en el taller puso un cartelito, que decía milagros, no hacemos pero lo intentamos.
Era parecido e inspirado en lo que nos dijo en su día un cirujano, lo podríamos intentar, pero que no había garantías de que la operación fuera un éxito, por tal motivo al paciente le hicieron firmar un papel, que eximia al cirujano de toda responsabilidad, la operación fue un éxito, pero el paciente murió a la semana.
Aun habiendo puesto el papelito, nos tocó en más de una ocasión a Rey muerto, Rey repuesto, y pagar un reloj nuevo, porque la reparación no tuvo buen final.
Para curarse en salud, deberíamos tener un seguro de alto riesgo para, los relojes de alta gama, y que sea el seguro que pague, y por mi experiencia, ni el taller del CI, tenía dicho seguro, y en contrapartida tenía un lema, el que rompe paga, el cual supe que también se la aplicaban a mi compañero (Zapatero reparación de calzado, y bienes personales), y más de un reloj por mi atrevimiento, repuse un reloj por otro nuevo, eso si tenía derecho a quedarme con los restos del difunto reloj, y malvenderlos para recuperar parte de lo pagado, y si no accedías, a la tercera incidencia te despedían.
Lo que no sé si esta norma se la aplicaban a los empleados del CI, o solo a las empresas de explotación, dijésemos Marcas externas al centro, pero bajo un mismo techo.
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Relojes inspirados en la sala de la desesperación, sala de no fumadores, mientras esperaba el comunicado del Cirujano.
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