RUALINCE
Forer@ Senior
Sin verificar
Ya estamos acostumbrados a las payasadas de los que no saben ni lo que llevan en la muñeca, por lo que, cuando en una cena la mujer de un primo de mi esposa me dice que acaba de comprar a su hija un rolex que se mueve por el pulso, no me extrañó ni mucho ni poco. El problema fue cuando intenté sacarla de su error de forma amable (era de la familia) y, muy indignada, insiste en que se mueve por el pulso porque "el pulso es una forma de movimiento" (impresionante). Le explico un poco, le enseño el Hublot que yo llevaba e insisto en que no diga eso por ahí, que puede hacer un ridículo más que notable. Mi mujer echa un capote y la señala que a mí me gustan mucho los relojes y que me haga caso.
¿Qué creéis que hizo? Pues ni corta ni perezosa me dice, muy ufana, "¿Qué te apuestas?" - Lo que quieras, pero eres de la familia. "¿Te apuestas una cena?" me dice. Ante la perspectiva de tener que cenar otra vez con ella dije: "si tan segura estás, te apuesto un rolex". Pero no se atrevió a tanto y, ante mi estupefacción, se pone a buscarlo en internet en el móvil para demostrármelo, mientras me decía que iba por el pulso y que por eso tenían que revisarle una vez cada dos o tres años "porque tenía un diamante que había que echarle aceite para que no se estropease......" Me negué a seguir a hablando y le dije: "déjalo. te lo digo para hacerte un favor, pero si encima te vas a poner así, sigue diciendo por ahí lo del pulso, que vas a quedar peor que Cagancho en Almagro". Y es que hacer el ridículo es malo, pero hacerlo con afición y entusiasmo es mucho peor.
Realmente, me di cuenta que, en realidad, le importaba muy poco cómo funcionara el puñetero rolex (a cada hijo le regla uno al cumplir los 18) lo importante para ella era que sus hijos llevaban un rolex (¡la marca, ay, la marca!).
Aunque creo que se fue cabreada conmigo cuando rematé el tema diciendo: "debería estar prohibido que la gente que dice esas gansadas compre rolex". Y es que, desde que cumplí los 40, dejé de ser políticamente correcto.
¿Qué creéis que hizo? Pues ni corta ni perezosa me dice, muy ufana, "¿Qué te apuestas?" - Lo que quieras, pero eres de la familia. "¿Te apuestas una cena?" me dice. Ante la perspectiva de tener que cenar otra vez con ella dije: "si tan segura estás, te apuesto un rolex". Pero no se atrevió a tanto y, ante mi estupefacción, se pone a buscarlo en internet en el móvil para demostrármelo, mientras me decía que iba por el pulso y que por eso tenían que revisarle una vez cada dos o tres años "porque tenía un diamante que había que echarle aceite para que no se estropease......" Me negué a seguir a hablando y le dije: "déjalo. te lo digo para hacerte un favor, pero si encima te vas a poner así, sigue diciendo por ahí lo del pulso, que vas a quedar peor que Cagancho en Almagro". Y es que hacer el ridículo es malo, pero hacerlo con afición y entusiasmo es mucho peor.
Realmente, me di cuenta que, en realidad, le importaba muy poco cómo funcionara el puñetero rolex (a cada hijo le regla uno al cumplir los 18) lo importante para ella era que sus hijos llevaban un rolex (¡la marca, ay, la marca!).
Aunque creo que se fue cabreada conmigo cuando rematé el tema diciendo: "debería estar prohibido que la gente que dice esas gansadas compre rolex". Y es que, desde que cumplí los 40, dejé de ser políticamente correcto.