Historia del cronometraje olímpico

120 años de historia del cronometraje olímpico

Esta semana se cumplen nada menos 120 años de la inauguración en Atenas de los Juegos Olímpicos Modernos y también, como no, de la historia del conometraje olímpico. Y es que la prueba de las pruebas del deporte internacional tuvo en la relojería en general y en los cronógrafos en particular un elemento fundamental desde sus primeros años. La medición cada vez más precisa de las disciplinas deportivas ha sido uno de los retos tradicionales de la relojería, protagonizando algunos hitos exportados más tarde al mercado y dándonos hoy algunas de extraordinarias herramientas de medición disponibles en relojes de pulsera, seamos deportistas o no.

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Con los próximos Juegos Olímpicos a punto de comenzar el 5 de agosto en Río de Janeiro, hoy por hoy la medición de pruebas reúne un total de 335 marcadores específicos, 79 marcadores genéricos, 480 profesionales de cronometraje, 450 toneladas de material y 200 km de cables y fibra óptica para conseguir un seguimiento perfecto y en tiempo real capaz de ser viralizado a lo largo y ancho del planeta. Un abanico de cifras que sorprendería a cualquier griego de la antigüedad pues en las originales pruebas deportivas que inspiraron esta competición el tiempo no tenía importancia, sólo el nombre de quién ganaba.

La medición del tiempo en los primeros Juegos Olímpicos

Los Juegos de la I Olimpiada, como se conoce a los actuales Juegos Olímpicos, fueron la plasmación del sueño del barón Pierre de Coubertin, considerado el padre de los Juegos modernos, y se celebraron por primera vez en Atenas en 1896. En este tiempo, como no, han tenido lugar muchos cambios tanto en el número de atletas participantes, como en las disciplinas y la forma de cronometrarlas .

Hasta la celebración de estos primeros juegos, el cronometraje de carreras había tenido que lidiar con el enorme de reto de superar el límite de la medición de segundos. A partir del cronógrafo diseñado por Abraham-Louis Breguet, en 1850 la Universidad de Oxford sacó un reloj con una resolución de 1/2 segundos, no sería hasta 12 años después que se pudieron cronometrar carreras con 1/5 segundos. Esta medición se mantuvo durante varios años a pesar de que la tecnología fue permitiendo la medición en décimas. A principios de siglo aparecieron los primeros cronógrafos electrónicos y en 1916 Heuer patentó un cronómetro al 1/50 de segundos. La marca alemana se responsabilizó del cronometraje de los Juegos Olímpicos desde 1920 hasta 1928, cuando Longines fabricó un crono de bolsillo que media con una precisión de 1/100 de segundo.

Desde 1932 en Los Ángeles, OMEGA ha sido cronometradora oficial de los juegos, papel que vuelve a repetir en esta próxima edición. La casa relojera se valió entonces de 30 cronógrafos de alta precisión previamente certificados por el Observatorio de Neuchâtel para conseguirlo. En más de 80 años Omega sólo ha cedido su papel en la medición olímpica en cinco ocasiones: En 1964 en los Juegos de Tokio, que fueron cronometrados por Seiko y las cuatro siguientes durante los doce años que trascurrieron desde los Juegos de Barcelona en 1992 hasta los de Atenas en 2004, cuando fue Swatch la encargada.

Cronógrafos cronómetros

Algunos hitos del cronometraje de los Juegos Olímpicos

Entre los hitos de la historia del conometraje olímpico está la utilización por primera vez de células fotoeléctricas en los Juegos Olímpicos de Invierno en St. Moritz de 1948 o la primera cámara photofinish, la Magic Eye, que en 1952 se coordinaba con el sistema de cronometraje de Omega para mostrar imágenes que registraban centésimas de segundo de los atletas en la linea de meta.

Andando el tiempo, algunos de los cambios llegaron a suponer, incluso, que se hubiera de cambiar reglas para adaptarla al detalle que proporcionaban las milésimas de segundo. En 1988 aterriza la informática y, a partir de este momento, la historia del cronometraje olímpico es la también la historia de la recogida y difusión de miles de datos en tiempo real. Desde 1996 diversos sistemas han perfeccionado las fórmulas para trasmitir en instantes a todo el mundo los resultados a través de internet.