Patek_5230 Novedades Patek Philippe en Baselworld 2016

Novedades Patek Philippe en Baselworld 2016

Parece que algo se mueve dentro de la Grande Maison. Las novedades Patek Philippe en Baselworld 2016 vuelven a contener un punto si no discordante sí diferente de lo que había venido siendo tónica general: relojes muy clásicos “condenados” a ambientes muy formales (descontando las colecciones Nautilus o Aquanaut). Ya empezó en 2014 presentando el 5960 en acero con su armis, el primer reloj de acero fuera de estas dos colecciones deportivas. El año pasado, coincidiendo con el 175 aniversario, mostró un inesperado Pilot (eso sí, en oro blanco), podríamos decir que descendiente del que se exhibe en el Museo Patek Philippe. Fue en esa presentación que escuché de boca de una periodista: “no me gusta. Es muy poco Patek”. Sería poco Patek, pero como rareza que es y teniendo en cuenta la naturaleza coleccionista de la mayoría de sus clientes, una vez más la demanda supera en bastante a la capacidad de producción. Por cierto, cinco unidades prevendidas –que no entregadas todavía- en España.
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Producción que, según cifras facilitadas por la marca, asciende a 60.000 relojes, de los que 9.000 son de cuarzo (principalmente el Twenty-4®, de señora). Y eso para una empresa de 2.400 empleados en todo el mundo, contando los de las boutiques propias y resto de estructura comercial, lo que arroja un ratio de 25 relojes por empleado. Pocas pueden permitirse semejante… lujo.

Este año se han presentado cinco novedades, de las que podríamos decir que estrictamente sólo lo es una: el cronógrafo con hora universal referencia 5930. El Grandmaster Chime referencia 6300 viene a ser la “normalización” del reloj con el mismo nombre pero referencia 5175 que se mostró en 2015 para celebrar el 175 aniversario de la marca y del que sólo se realizaron 7 ejemplares (uno para el Museo y los otros seis para clientes supongo especialísimos). El calendario anual 5396 con fases de luna celebra los veinte años del lanzamiento de uno de los modelos más exitosos de Patek en 1996: el 5035, del que se han hecho innumerables versiones. Como reloj femenino se presenta un Calatrava manual referencia 7122 en blanco, y finalmente el emblemático 5230 Horas del Mundo con una actualización de las ciudades que indican los 24 husos horarios.
Novedades Patek Philippe 2016Patek Philippe 6300 Grandmaster Chime
Y es el 5930 el que me ha llevado a esta larga introducción. Un reloj típicamente Patek, con dos complicaciones “menores” (Horas del Mundo y cronógrafo)  y que por su esfera de color azul intenso me atrevería a calificar de aspecto deportivo. Tengo la sensación de que Thierry Stern, tercera generación a los mandos de la Maison aunque intuyo que también bajo la atenta mirada de su señor padre, tiene intención de dejar su propia impronta en el legado de una marca que es mucho más que eso, que ya sabemos que suyo es el placer de custodiarla hasta la próxima, etcétera. El 5960 en acero fue el primer aviso, y este crono podríamos decir UTC es por ahora el último ejemplo. Se trata de una combinación poco usual que tiene su referente en una pieza única realizada por la propia Patek Philippe en 1940 y que ahora se expone en el Museo Patek Philippe.
Patek Philippe 5960
Hay que admitir que como cronógrafo tiene una utilidad limitada puesto que su contador (a las seis) es de solamente treinta segundos. Pero, siendo sinceros ¿quién usa su cronógrafo de pulsera para medir eventos? La verdad, no imagino a un propietario del 5930 controlando con él el tiempo del parquímetro o el de cocción de los huevos (mucho cuidado con las placas de inducción: magnetizan los mecanismos). Admitido que –como la mayoría de relojes- es un “toy for (wealthy) boys” admiremos su deliciosa esfera guilloché de ese hechizante color azul cuya fórmula Patek (o más bien Fluckiger, su fábrica de esferas) mantiene en secreto.
Patek Philippe 5960
Mucho más “justificable”, si eso fuera necesario, la función Hora Universal destaca por su gran facilidad de uso. Las agujas centrales de las horas y los minutos indican la hora del huso horario (ciudad) cuyo nombre aparece a las 12h. Las horas de los otros 23 husos se leen de un vistazo gracias al disco de las ciudades y de las 24 horas, situado un poco más al centro. La división de este último en zonas blanca y negra indica si es de día o de noche en el lugar deseado. Cuando el usuario llega a otro huso horario, sólo tiene que activar el pulsador situado a las 10h. Los discos de las ciudades y de las 24 horas giran por tramos de una hora en sentido antihorario, mientras que la aguja central de las horas avanza también por pasos de una hora en sentido horario. La corrección finaliza cuando aparece a las 12h el nombre de la ciudad deseada. Durante este proceso, el mecanismo de Hora Universal y la aguja de las horas están desconectados del movimiento base con el fin de no perturbar la amplitud del volante o la precisión de la aguja de los minutos. La aguja de cronógrafo, si estuviera activada, seguiría avanzando igualmente. Y no sería algo descabellado teniendo en cuenta que el 5930 carece de segundos contínuos.
Patek Philippe 5960
El fondo transparente de la caja de oro blanco deja ver el calibre CH 28-520 HU automático, con rueda de pilares y embrague vertical con los acabados habituales de la casa. Como muchas manufacturas que proyectan y desarrollan sus propios movimientos, Patek optó en su momento por crear calibres base (tiene actualmente 14 para reloj de pulsera) para poder instalarles módulos. En este caso el calibre base CH (por CHronographe) 28-520 lleva un módulo HU (Hora Universal). Pero no es sólo por la belleza de sus movimientos que Patek ostenta el lugar que ocupa en relojería: el CH 28-520 HU monta volante Gyromax® y espiral Spiromax® patentado y fabricado en Silinvar®. Gracias a la curva final Patek Philippe con que va dotado, este espiral combina las oscilaciones concéntricas de un espiral Breguet con la altura reducida de un espiral plano clásico. El precio de este “deportivo clásico” será de 67.000 €
Movimiento CH 28-520 HU
Después de varios años de hegemonía absoluta del modelo 6200 Sky Moon Tourbillon como reloj más complicado en la colección vigente, el 6300 le arrebata ese primer puesto. 20 complicaciones, dos caras con indicaciones distintas en cada una, carga manual, sonería en 3 timbres con 5 tipos de sonerías diferentes, segundo huso horario, calendario perpetuo, fases lunares, indicaciones de on-off para todas las sonerías… todo esto en un calibre de 37×10,7mm compuesto por 1332 piezas de las cuales 108 son rubíes. La caja que contiene semejante máquina no se queda a la zaga, con un trabajo de clous de Paris y un mecanismo pivotante que permite al usuario decidir qué cara del reloj va a lucir hoy. Obviamente, no es un reloj para todos los gustos ni desde luego para todos los bolsillos (casi dos millones y medio de euros). A ese respecto creo que en relojería aplica lo que en tantos ámbitos de la vida: no puedes (o al menos no deberías) criticar lo que no conoces, y a veces me he sonrojado leyendo en el foro según qué comentarios de auténticos indocumentados acerca del aspecto, por ejemplo, del 5175 del 175 aniversario. Pienso sinceramente que para todo hay que tener el “paladar educado”, sea en comida, en relojes o en literatura, y eso sólo se adquiere con experiencia. El dinero ayuda pero no la sustituye, y es por eso que aplaudo la costumbre de Patek de vender sus piezas más extraordinarias (vale, las más caras) a clientes contrastados, coleccionistas ya de otras piezas complicadas: es la forma de asegurarse de que además de poder pagarlas el comprador sabrá apreciarlas.
Patek Philippe 6300 Grandmaster Chime
El calendario anual es una complicación que Patek Philippe patentó en 1996, año en el que la revista suiza Montres Passion nombró “reloj del año” al primer modelo que lo incorporaba: el 5035J (J, por “Jaune”, oro amarillo). Como se deduce de su nombre, el mecanismo reconoce los meses de 30 y 31 días y solo es necesario ajustarlo al final de febrero. Distinto es el caso de las fases lunares: si en otras marcas necesitan ser corregidas cada diez años (más o menos), en este calibre 324 S QA LU 24H han de transcurrir 122 años para que se desvie un solo día. El 5396 es el veintidosavo modelo en la saga de los calendarios anuales de Patek Philippe, de los que hay otros diez todavía en catálogo. Caja Calatrava, bisel liso, zafiro abombado… entraría dentro de lo que podríamos llamar “relojes quasi- juveniles”… si no fuera por esas cifras Breguet que en mi opinión no son del todo favorecedores pero sobre todo empequeñecen la esfera. Por lo demás, me parece uno de los diseños más bonitos que haya hecho la casa. Y no sólo mí, hay una marca que no ha tenido ningún problema en quasi-clonarlo directamente. Tomémoslo por el lado positivo: uno puede medir su éxito por las veces que le copian.

Patek Philippe 5396 QA
El Hora Universal o Worldtime es uno de los más longevos integrantes (ochenta años) de la colección Patek Philippe. El nuevo 5230, sin ser una novedad en sentido estricto, incorpora ligeras modificaciones en caja, agujas pero sobre todo en la esfera: la división del planeta en 24 husos horarios, cada uno de los cuales cubre 15 grados de longitud, puede parecer sencillo sobre el papel, pero su puesta en práctica en el plano político resulta mucho más compleja. Algunos husos horarios se definen ahora con nuevos nombres de ciudades (Dubai en lugar de Riad, Brisbane en lugar de Numea, por sólo citar algunos ejemplos). Después de haber vivido durante largo tiempo a la hora UTC+4, Moscú se ha acercado a Europa occidental adoptando la hora local UTC+3. El guilloché de la esfera es sencillamente hipnotizante, máxime si uno ha visto cómo se realiza (y aquí vuelvo al párrafo anterior: se ama lo que se conoce). Debo admitirlo, es uno de los pocos Pateks que me haría considerar cometer una locura… si se pusiera a tiro, cosa harto difícil dada la demanda de este tipo de piezas.
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Y es que tener un Patek es como tener un Rolls Royce en el garaje: ¿Cuántos coches antes que ese tienes que haber tenido para que “sientas la necesidad” de disfrutar un clásico de clásicos?

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