El Oris Aquis Hammerhead Limited Edition no es un reloj sumergible cualquiera. Desde hace años, Oris contribuye a diversas causas medioambientales –casi siempre relacionadas con el mar- y esta vez se ha centrado en algo tan familiar y a la vez tan misterioso como los tiburones. Como en tantos otros casos, y siempre por culpa de la acción humana, la población mundial de tiburones está en peligro (se calcula que se cazan unos cien millones al año). Oris, en asociación con la organización Pelagios Kakunjá, ha creado una versión de edición limitada del nuevo Aquis. La edición Hammerhead recaudará fondos para un proyecto pionero, consistente en monitorizar tiburones martillo mediante transmisores de satélite para estudiar su comportamiento y tratar así de evitar su extinción.
Y el Oris Aquis Hammerhead Limited Edition es el reloj que traemos hoy para una revisión o review. Se trata, como la mayoría de Divers de Oris, de un reloj grande: 45,5mm de diámetro, 15mm de alto y 24mm entre asas. Siendo de acero, y conociendo la contundencia de los armis o brazaletes de la marca, esta versión con correa de caucho y cierre desplegable lo hace mucho más “llevable” fuera del ámbito estrictamente profesional. Confirmo que es un reloj cómodo… siempre que no tenga que ir bajo una manga de camisa, de manera que el verano o entornos cálidos le son propicios.
Caja de acero que combina zonas matizadas –toda la carrura, el protector de corona y el lateral de las asas- y pulidas –la parte superior de esas asas y la corona misma. Esta corona es roscada, lo que contribuye a dar esos 50 bares o 500 metros de sumergibilidad. El fondo es ciego, como corresponde a un reloj de buceo profesional, y luce un bonito relieve de un tiburón martillo sobre un fondo de olas, la leyenda del modelo y la referencia a la edición limitada de la que se trata. Los pulidos/matizados, si bien son mecanizados o por láser, tienen un acabado excelente. Los tornillos que fijan los pasadores de la correa tienen cortes especiales en la cabeza, de manera que requieren una herramienta igualmente especial para manipularlos.
A diferencia de los antiguos Tauchmeister, que tenían la carrura ligeramente abombada estos Aquis muestran una figura más estilizada y moderna, con forma tronco-cónica que la hacen más atractiva. El fondo roscado presenta seis hendiduras circulares para poder abrirlo y cerrarlo, y son de un tamaño tal –tres milímetros de diámetro- que hace pensar también en una herramienta expresamente para ellos. Eso, o arriesgarse a rayarlo si uno utiliza herramientas estándar. El bisel (la palabra técnica sería “virola”) unidireccional de 120 clics con bordes bien mecanizados para un buen agarre con manos mojadas o guantes. Es de acero con superficie de cerámica que le protegerá de rayadas y de la decoloración por rayos ultravioletas.
El color de la esfera, un gris plata con efecto “soleil” (imagino que asociado al color más extendido en los tiburones) es todo un acierto. Combinado con los índices y agujas en SuperLuminova le da al reloj la legibilidad que se puede esperar de un reloj de buceo. Los subíndices numéricos de los minutos, alojados en un anillo exterior cuyo tratamiento le hace parecer ligeramente más hundido respecto a la esfera, son de color azul, lo que no beneficia a esa legibilidad. Lo mismo podría decirse de la aguja segundera, aunque el hecho de tener un círculo de material luminoso a media longitud compensa esa aparente desventaja. Y digo aparente porque hay que reconocer que el azul le sienta bien al conjunto. Información escueta: la marca bajo las doce y el modelo y la “resistencia a la presión” (ya no hablamos de “resistencia al agua”) sobre las seis.
Las agujas minutera y horaria presentan el típico “dimorfismo” (por usar un término zoológico para explicar diferencia de tamaño o forma), pero en esta ocasión, y al contrario de lo que viene siendo habitual en los relojes de inmersion, la horaria es más ancha que la minutera. Esta horaria (con dos segmentos de lumen) va desde el centro hasta el punto más interior de los índices, mientras que la minutera, muy estilizada, los cubre completamente sobrepasando, aunque por muy poco el círculo del Soleil. Las indicaciones se completan con la fecha, día del mes y de la semana, que son de pase rápido en la segunda posición de la corona. Una sugerencia: sin ser vital, ofrecer una rueda de calendario en español sería un punto a favor.
La luminiscencia, sin ser algo extraordinario, es muy correcta. Es correcta porque se ven perfectamente todos los puntos con tratamiento (agujas e índices) y no es extraordinaria porque aguanta unas cuatro-cinco horas después de exponerla a una fuente de luz intensa, cuando sabemos por experiencia que otros compuestos son capaces de doblar esas cifras.
El cristal de zafiro tiene tratamiento anti-reflejo solamente en la cara interna, y bajo ciertas circunstancias de iluminación se echa de menos que no lo tenga en la externa. La mayoría de veces el motivo de no ponerla es que esa capa está muy expuesta a roces y acaba estropeándose, pero creo que Oris debería investigar un poco más en ese sentido o directamente exigirle a su proveedor que solucione eso, porque en un reloj de buceo la visibilidad es más importante aun si cabe. Dicho esto, dicha visibilidad no queda comprometida en un uso “en seco”, pero sería un punto a mejorar.
En el apartado del calibre o movimiento Oris no se complica la vida y monta un Sellita SW220-1 con esa doble fecha ya mencionada, carga automática bidireccional de la masa oscilante (habría que ver si también es de color rojo bajo el fondo ciego) vibrando a 28.800 alternancias (4 Hz), y con una reserva de marcha de 38 horas, poco más de día y medio. Tiene parada de segundero para una puesta en hora más precisa y la fecha salta instantáneamente unos pocos minutos antes de las 12, aunque imagino que eso se podría afinar al minuto reajustando las agujas. Al igual que algunos movimientos japoneses, también se puede cargar manualmente. Lo que no sabemos es el acabado: Standard (+/-12s día), Elaboré (+/-7s día), Top (+/-4s día) o Cronómetro (parámetros COSC). Podemos descartar este último porque en tal caso aparecería en la esfera.
Este modelo se puede adquirir con brazalete de acero o con correa de caucho y cierre desplegable, que es la versión probada aquí. A falta de conocer la durabilidad y comportamiento en agua salada diré que el aspecto es muy bueno, con detalles (inscripciones, logos y troquelados) bien definidos. A diferencia de otras correas de caucho, no es necesario cortar ninguno de los dos lados porque ambos son regulables y además fácilmente, lo que resulta muy útil a la hora de ajustarse un traje de neopreno. La punta del lado con agujeros tiene una forma que recordaría a la de un arpón, que le da un punto extra de seguridad en el hipotético caso que se saliera de su anclaje en el desplegable. Este desplegable tiene dos juegos de botones dobles: uno para regular la longitud de la correa y otro para abrir el desplegable mismo. A pesar de la buena idea de hacerlos distintos para reconocerlos por el tacto, lo cierto es que al menos para mí es fácil confundir la posición, de modo que se accione la regulación de longitud cuando lo que se quiere es abrirlo. La factura de este desplegable es muy buena, y no me extrañaría que el fabricante suministrara a marcas de segmento más alto. Un punto delicado es su parte central: pulida a espejo, es un auténtico imán de rayadas. Inconvenientes menores, en cualquier caso.
El estuche es minimalista, sin maletines tipo Peli ni parafernalias superfluas, lo que da una idea de la confianza de la marca en sí misma.
El precio en España (2.450€ para la versión con brazalete y 2.250 € para la versión con caucho y desplegable) está acorde –opinión subjetiva- con lo ofrecido. Tal vez un 10-15% menos lo haría todavía más atractivo, pero si queremos compartir el compromiso de Oris con las iniciativas ecológicas en las que participa es un diferencial que se asume sin mayor problema. Por cierto, a España llegarán cien unidades.
Oris es uno de los fabricantes suizos que sobrevivió a la famosa (y ahora ya antigua) crisis del cuarzo de los 70 del siglo pasado y que ha podido capear los últimos acontecimientos de crisis económica mundial conservando su independencia empresarial. Independencia de la que su presidente, Ulrich W. Herzog se mostraba orgulloso en la entrevista que nos concedió recientemente.