Rara avis, un coche automático en 1976, y con más de 100 CV, que en aquella época y en este país eran una barbaridad. Un gran coche, sí señor, y todo un lujo el conservarlo. Enhorabuena.
No sabía quién era Manterola Armisen, pero me acabo de enterar, jejejeje, un gran ingeniero de caminos y con obras importantes, y catedrático de la Escuela de Madrid, donde curiosamente y también en el año 76, me examiné yo de selectividad.