LuisG
Tropicalizado
Sin verificar
No se puede negar que la relojería vintage femenina es una gran olvidada, aunque aquí, afortunadamente, hay compañeras que se empeñan en que no sea así. Es una injusticia desde el punto de vista técnico, mecánico y de diseño. Y una lástima, porque en todas las medidas, desde los mini-relojes joya de hace un siglo hasta los diámetros que llamaban cadete a mitad del siglo XX, se pueden encontrar relojes preciosos, verdaderas maravillas, algunas miniaturizadas.
En mi caso, o sea, en el de mi sufrida compañera vital, lo podríamos llamar "vintagerismo relojero por decantación", una suerte del 'yapuestos' de cuando haces obras en casa: 'yaquestamos aquí yo me llevo ése' de cuando íbamos a ferias o mercadillos. La única cosa buena de la ausencia de coolness de los relojes vintage de mujer es que sus precios, con paciencia, suerte o jeta (10 € costó uno de los fotografiados...), suelen resultar bastante asequibles.
Así que pasan los años y al cabo de un tiempo sin apenas ser consciente vas y te encuentras lo que os adjunto fotografiado.
En fin, que ya que el gusto relojero se le reconoce, ahora me queda por ver si la instruyo en el respeto higiénico e histórico a esas piezas.
Espero que os gusten y que en cierto sentido sirva de homenaje a los vintage pequeñitos (o no tanto) y sobre todo a las chicas que aman la relojería vintage.
Un par de ellos me despiertan ciertas sospechas estéticas sobre la esfera, pero como a ella le da igual pa qué voy a decir ná.
Foto de familia:
Los Omega.
Ambos de 22-23 mm., con el único cuarzo presente, con sus coronas y sus hebillas originales.
Los Duward, un Seatime de cuando se cortejaban con Aquastar y el más pequeñín de todos. El grande hace 33 mm. así que imaginaros el otro...15 mm. (ya no he querido medir el ancho de asas...)
Los outsiders, rebeldes que desafiaban las formas establecidas:
Un Longines con caja, esfera y brazalete integrado de plata, con su corona firmada y ojo, 40 mm. de ancho.
Un Universal Geneve heredado de mi abuela, en estado absolutamente original con su hebilla y su corona. 21 x 35 mm.
Una preciosidad hispano-suiza también heredada a la que no le faltará mucho para ser centenaria. Herodia. Y luego que digan que los relojes-joya de oro son feos. El cristal es facetado, haciendo unas ondulaciones en la parte exterior de la circunferencia, que hace que la luz incida de manera diferente en la esfera según la fuente y la orientación. 21 mm. y unas asas que da gusto verlas.
La estimada familia Tudor. De diversos tamaños. Que oigan, se comentan solos:
Y de fin de fiesta un Rolex de 1952 y 33 mm. que, aunque todo parece corresponder a lo que toca, diría que a esa esfera le hicieron un lifting. Pero qué más da, con lo boniko que es él.
Espero que los hayáis disfrutado y que, en cierta manera, hayan servido como penitencia gráfica de mi larga e injustificable ausencia por estos parajes foreros.
En mi caso, o sea, en el de mi sufrida compañera vital, lo podríamos llamar "vintagerismo relojero por decantación", una suerte del 'yapuestos' de cuando haces obras en casa: 'yaquestamos aquí yo me llevo ése' de cuando íbamos a ferias o mercadillos. La única cosa buena de la ausencia de coolness de los relojes vintage de mujer es que sus precios, con paciencia, suerte o jeta (10 € costó uno de los fotografiados...), suelen resultar bastante asequibles.
Así que pasan los años y al cabo de un tiempo sin apenas ser consciente vas y te encuentras lo que os adjunto fotografiado.
En fin, que ya que el gusto relojero se le reconoce, ahora me queda por ver si la instruyo en el respeto higiénico e histórico a esas piezas.
Espero que os gusten y que en cierto sentido sirva de homenaje a los vintage pequeñitos (o no tanto) y sobre todo a las chicas que aman la relojería vintage.
Un par de ellos me despiertan ciertas sospechas estéticas sobre la esfera, pero como a ella le da igual pa qué voy a decir ná.
Foto de familia:
Los Omega.
Ambos de 22-23 mm., con el único cuarzo presente, con sus coronas y sus hebillas originales.
Los Duward, un Seatime de cuando se cortejaban con Aquastar y el más pequeñín de todos. El grande hace 33 mm. así que imaginaros el otro...15 mm. (ya no he querido medir el ancho de asas...)
Los outsiders, rebeldes que desafiaban las formas establecidas:
Un Longines con caja, esfera y brazalete integrado de plata, con su corona firmada y ojo, 40 mm. de ancho.
Un Universal Geneve heredado de mi abuela, en estado absolutamente original con su hebilla y su corona. 21 x 35 mm.
Una preciosidad hispano-suiza también heredada a la que no le faltará mucho para ser centenaria. Herodia. Y luego que digan que los relojes-joya de oro son feos. El cristal es facetado, haciendo unas ondulaciones en la parte exterior de la circunferencia, que hace que la luz incida de manera diferente en la esfera según la fuente y la orientación. 21 mm. y unas asas que da gusto verlas.
La estimada familia Tudor. De diversos tamaños. Que oigan, se comentan solos:
Y de fin de fiesta un Rolex de 1952 y 33 mm. que, aunque todo parece corresponder a lo que toca, diría que a esa esfera le hicieron un lifting. Pero qué más da, con lo boniko que es él.
Espero que los hayáis disfrutado y que, en cierta manera, hayan servido como penitencia gráfica de mi larga e injustificable ausencia por estos parajes foreros.