Martini
Milpostista
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Parece mentira que, en esta época que vivimos, donde prácticamente cualquier distinción entre masculino, femenino, neutro…. es políticamente incorrecto, un error de marketing haga perder ventas a una reconocida empresa como la que nos trae aquí.
Y esto no es “en mi humilde opinión”, como solemos dejar de coletilla cuando hacemos una afirmación. Esto es un auténtico y triste error por parte del departamento de marketing de Victorinox.
Seguro que más de uno habrá pensado en alguna ocasión lo mismo que yo llevaba pensando durante meses:
“Me encanta el diseño del Inox, el 43mm es demasiado grande para mi gusto, pero ¿Cómo voy a comprar el 37mm, si la propia marca lo vende como reloj para mujeres?”
Y así es, si entras en la Web de Victorinox y deseas ver/comprar un Inox 37mm, has de pasar por la sección “relojes para mujeres”, y dentro de ella te habla de las bondades del nuevo Inox 37mm en el mundo de la horología femenina. En mi humilde opinión, una cagada monumental.
Hace unas semanas me probé en el CI los dos tamaños que tiene el Inox, no sin antes tener que escuchar de la dependienta: “Este modelo es femenino, no le va a quedar bien”.
Sabía que el de 43mm en acero me encantaba en la mano, pero iba a terminar relegado a la caja de los relojes que me gustan, pero no me pongo. Y el 37mm no me pareció tan pequeño al probármelo, pero no me sentía cómodo invirtiendo 580 Euros en un capricho de cuarzo, que no sabía si iba a ser un amor pasajero. Y como el que siembra termina recogiendo, tras tiempo buscando por la red de redes, apareció en Ebay un Inox 37 nuevo, del mercado gris, por poquito más de 200 Euros puesto en casa. Y me dije: “¡Esta es la mía!”.
Era con dial blanco, cosa que me agradaba, pues así se vería un poquito más grande. No traía la trotadora rosa, cosa que agradecía. Y montaba un caucho blanco que no me llamaba nada la atención, aunque tenía claro que mayormente iba a vestir correa de piel marrón after-market, o sus correspondientes cauchos de colores en verano.
El reloj:
Al sacarlo de la caja se ve pequeño, si. Cuesta un poquito hacerse al tamaño del dial, pues son unos 28mm de diámetro. Pero al ser este blanco y la caja de acero tan masiva, rápidamente te haces a él (Mi muñeca es de 17cm, con 5,5cm de ancho)
Otra cosa buena (Al menos para mí) del 37 es que no lleva fechador. La altura de su caja es considerable para esos contenidos 37mm, pero no desentona en absoluto. Y es que este reloj es una herramienta fabricada y testada, como bien sabemos, para aguantar cualquier cosa. Es la bella y la bestia. Un reloj con su toque elegante, y a su vez un pedazo de acero con el que parece se pudieran clavar clavos oxidados a un pedazo de madera de roble. Un reloj para ir de acampada, a la playa, a la oficina, a una cena, de fiesta, al super, y un reloj para estar por casa. Su personalidad dependerá de la correa que le pongas. Y a este diseño le vendrá bien casi cualquier cosa.
De verdad que no creo que esta pieza salga de mi caja. Y muy probablemente le acompañará, más pronto que tarde, una unidad del Inox 43mm en carbono. Pero este será más un experimento que necesito vivir, a un reloj para siempre.
Huelga decir que los acabados de la caja son espectaculares, con unas mezclas de zonas rectas, curvas, pulidas y cepilladas, que lo hacen muy llamativo y luminoso. El dial está hundido unos 5mm, gracias a un doble anillo (Creo que se denomina “Riot”) de distinta inclinación. En el superior encontramos marcadas las horas desde las 13 a las 24, como buena herramienta militar que es, y el inferior es blanco liso.
El dial es de un blanco “no nuclear”. En su interior encontramos once apliques insertados con borde plateado para cada hora y uno precioso a las doce, que es el escudo de Victorinox con borde dorado. La minutera y la horaria en color plata, con interior en blanco y la trotadora en dorado. Todo crea un muy bonito y equilibrado conjunto, que se refuerza de manera exponencial al contacto con la luz.
Como curiosidad, comentar que he pasado una semana en el hospital por un accidente de moto. No he podido llevar reloj, claro. Y lo primero que he hecho al llegar a casa ha sido comprobar el estado en el que había quedado el Phoibos Narwhal que llevaba puesto cuando tuve dicho accidente (Mal estado, pero esa es otra historia) y lo segundo que he hecho ha sido ir a la caja y, sin pensármelo un segundo, ponerme este Inox que no me he quitado más que para domir y lavarme. Cuanto más lo miro más me gusta, y ya lo tengo tres semanas. El Phoibos me encanta, pero no es reloj para llevar todo el día ni todos los días. Pero este Inox 37 ha sido un hallazgo que voy a definir con una bonita palabra que me viene a la mente:
Serendipia: Es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual, o cuando se está buscando una cosa distinta.
Conclusión:
Si te pasaba como a mí con el Inox 43, no dudes en ir a probarte el 37. Lo recomiendo muchísimo. Eso si, yo no pagaría los 580 Euros que piden en el CI, pero si vale de sobra esos poco más de 200 Euros de Ebay, si sabes tener algo de paciencia y buscar un poco.
Para datos técnicos tenemos a San Google.
Un saludo y gracias por llegar hasta aquí.
Y esto no es “en mi humilde opinión”, como solemos dejar de coletilla cuando hacemos una afirmación. Esto es un auténtico y triste error por parte del departamento de marketing de Victorinox.
Seguro que más de uno habrá pensado en alguna ocasión lo mismo que yo llevaba pensando durante meses:
“Me encanta el diseño del Inox, el 43mm es demasiado grande para mi gusto, pero ¿Cómo voy a comprar el 37mm, si la propia marca lo vende como reloj para mujeres?”
Y así es, si entras en la Web de Victorinox y deseas ver/comprar un Inox 37mm, has de pasar por la sección “relojes para mujeres”, y dentro de ella te habla de las bondades del nuevo Inox 37mm en el mundo de la horología femenina. En mi humilde opinión, una cagada monumental.
Hace unas semanas me probé en el CI los dos tamaños que tiene el Inox, no sin antes tener que escuchar de la dependienta: “Este modelo es femenino, no le va a quedar bien”.
Sabía que el de 43mm en acero me encantaba en la mano, pero iba a terminar relegado a la caja de los relojes que me gustan, pero no me pongo. Y el 37mm no me pareció tan pequeño al probármelo, pero no me sentía cómodo invirtiendo 580 Euros en un capricho de cuarzo, que no sabía si iba a ser un amor pasajero. Y como el que siembra termina recogiendo, tras tiempo buscando por la red de redes, apareció en Ebay un Inox 37 nuevo, del mercado gris, por poquito más de 200 Euros puesto en casa. Y me dije: “¡Esta es la mía!”.
Era con dial blanco, cosa que me agradaba, pues así se vería un poquito más grande. No traía la trotadora rosa, cosa que agradecía. Y montaba un caucho blanco que no me llamaba nada la atención, aunque tenía claro que mayormente iba a vestir correa de piel marrón after-market, o sus correspondientes cauchos de colores en verano.
El reloj:
Al sacarlo de la caja se ve pequeño, si. Cuesta un poquito hacerse al tamaño del dial, pues son unos 28mm de diámetro. Pero al ser este blanco y la caja de acero tan masiva, rápidamente te haces a él (Mi muñeca es de 17cm, con 5,5cm de ancho)
Otra cosa buena (Al menos para mí) del 37 es que no lleva fechador. La altura de su caja es considerable para esos contenidos 37mm, pero no desentona en absoluto. Y es que este reloj es una herramienta fabricada y testada, como bien sabemos, para aguantar cualquier cosa. Es la bella y la bestia. Un reloj con su toque elegante, y a su vez un pedazo de acero con el que parece se pudieran clavar clavos oxidados a un pedazo de madera de roble. Un reloj para ir de acampada, a la playa, a la oficina, a una cena, de fiesta, al super, y un reloj para estar por casa. Su personalidad dependerá de la correa que le pongas. Y a este diseño le vendrá bien casi cualquier cosa.
De verdad que no creo que esta pieza salga de mi caja. Y muy probablemente le acompañará, más pronto que tarde, una unidad del Inox 43mm en carbono. Pero este será más un experimento que necesito vivir, a un reloj para siempre.
Huelga decir que los acabados de la caja son espectaculares, con unas mezclas de zonas rectas, curvas, pulidas y cepilladas, que lo hacen muy llamativo y luminoso. El dial está hundido unos 5mm, gracias a un doble anillo (Creo que se denomina “Riot”) de distinta inclinación. En el superior encontramos marcadas las horas desde las 13 a las 24, como buena herramienta militar que es, y el inferior es blanco liso.
El dial es de un blanco “no nuclear”. En su interior encontramos once apliques insertados con borde plateado para cada hora y uno precioso a las doce, que es el escudo de Victorinox con borde dorado. La minutera y la horaria en color plata, con interior en blanco y la trotadora en dorado. Todo crea un muy bonito y equilibrado conjunto, que se refuerza de manera exponencial al contacto con la luz.
Como curiosidad, comentar que he pasado una semana en el hospital por un accidente de moto. No he podido llevar reloj, claro. Y lo primero que he hecho al llegar a casa ha sido comprobar el estado en el que había quedado el Phoibos Narwhal que llevaba puesto cuando tuve dicho accidente (Mal estado, pero esa es otra historia) y lo segundo que he hecho ha sido ir a la caja y, sin pensármelo un segundo, ponerme este Inox que no me he quitado más que para domir y lavarme. Cuanto más lo miro más me gusta, y ya lo tengo tres semanas. El Phoibos me encanta, pero no es reloj para llevar todo el día ni todos los días. Pero este Inox 37 ha sido un hallazgo que voy a definir con una bonita palabra que me viene a la mente:
Serendipia: Es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual, o cuando se está buscando una cosa distinta.
Conclusión:
Si te pasaba como a mí con el Inox 43, no dudes en ir a probarte el 37. Lo recomiendo muchísimo. Eso si, yo no pagaría los 580 Euros que piden en el CI, pero si vale de sobra esos poco más de 200 Euros de Ebay, si sabes tener algo de paciencia y buscar un poco.
Para datos técnicos tenemos a San Google.
Un saludo y gracias por llegar hasta aquí.