Que la inmigración se produzca con contratos de trabajo, o con cartillas que incentivan la busqueda activa de empleo me parece genial, pero una cosa es eso y otra lo que pasa al menos en mi ciudad Sevilla. Plagada de extranjeros que han adquirido las costumbres locales pronto "gorrillas" (gente que te aparca el coche, y a la que se supone que le debes dar dinero).
Alguien viene a trabajar, no encuentra trabajo= no dinero= no techo, no aseo, no comida= mala pinta= delincuencia, y así sucesivamente -círculo vicioso-. Pienso que habría que ser mucho más restrictivo en las condiciones de inmigración, si no finalmente, sobramos hasta nosotros mismos. En fin, paro aquí el tema, y hablamos mejor de relojes