
Goldoff
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Tal como adelanté, voy a tratar de narrar la única jornada que pasé en Ginebra con motivo de la celebración de Watches & Wonders 2025, a la que esta vez sí pude asistir gracias a la entrada proporcionada por Jaeger LeCoultre España, a quien le agradezco la disposición (otro día os cuento cómo funciona esto de la invitación).
La jornada empezó pronto. A las 6:00 estábamos embarcando no más de 20 personas como todo pasaje. Parecían otros tiempos.
Algo bonito de tomar un avión tan temprano son esos amaneceres vistos desde lo alto
Y los Alpes. A ver si es verdad lo de "año de nieves, año de bienes" y lo de los aranceles se diluye un tanto, porque ya se empiezan a recibir notas de prensa por parte de las marcas que venden a USA acerca de nuevas subidas de precios. Aunque no solo los suizos...
No os voy a poner con quién coincidí en el avión -que tiene mérito conocer a dos de veinte, un diez por ciento del pasaje- ni que en el camino del aeropuerto a la feria (diez minutos andando, 8:15 de la mañana) me crucé con otra cara conocida. Baste saber que entrando al recinto -primera hora- me encotré con Carlos Rosillo:
quien me invitó a su stand para mostrarme, fuera de programa, lo que allí se exponía. Celebran los 20 años del BR-92, el primer reloj cuadrado de la marca y, lejos de estar el concepto agotado, lo están celebrando con nuevos modelos, nuevos calibre "X-shape" proporcionados por Kenissi -donde Chanel, propietaria del 20% de las acciones de B&R, tiene también participación-.
Por si fuera poco, el nuevo BR-03 Astro con su luna y sus satélites está teniendo un éxito ineperado hasta para ellos, especialmente en los Estados Unidos, donde el día de la presentación se vendieron 30 del tirón, y todavía sin existencias.
Además del arsenal que tienen preparado para presentar en septiembre -estaba en el stand pero no se podía fotografiar- han lanzado lo que también parece que va a ser un éxito: la línea urbana BR-05, esta vez en 36mm. No se trata de una reducción a escala del modelo más grande, sino de un verdadero nuevo reloj que, por ejemplo, ha reducido su grosor en un 50%.
Y esta de propina. Me resulta admirable comprobar cómo una gestión meticulosa tanto del producto como de los precios mantiene a la marca en la cresta de la ola durante tantos años. Y que sea por muchos más.
Estas fotos son para demostrar que, aunque esta vez no los pude probar, "yo también vi las vitrinas de Rolex"
La info, aquí:
También pude ver en directo los precisos relojes de Parmigiani Fleurier, de los que también traje la novedad la semana pasada:
Mi primera visita programada. Poca gente fuera del mundillo conoce a Bernhard Lederer (edito, por lo menos @jdiaz26 sí, lo he visto esta mañana
), y me atrevería a afirmar que incluso dentro de él muchos aficionados ignoran su existencia a pesar de llevar cuarenta años de profesión. Su última criatura es el Central Impulse Chronometer, que "perfecciona las obras de dos de los más respetados Maestros del pasado, Abraham Louis Breguet y George Daniels, con su Escape Natural y su Escape Independiente de Doble Rueda, respectivamente."
De forma similar al enfoque de George Daniels, Bernhard Lederer ha instalado las dos ruedas de escape al final de dos trenes de engranajes separados, cada uno con su propio barrilete. Sin embargo, la funcionalidad y la arquitectura del escape se han rediseñado para garantizar la máxima eficacia de los impulsos al oscilador. (A)
Cada juego de ruedas de escape ha sido equipado con su propio remontoir, un mecanismo que rebobina un pequeño muelle cada 10 segundos y garantiza así un flujo uniforme de energía al escape. (B)
La energía que alimenta el movimiento se transmite desde dos barriletes (C) a través de dos trenes de engranajes independientes (D), cada uno de ellos conectado a una rueda de escape específica. Además, Bernhard Lederer ha integrado un remontoir d'égalité en cada uno de los dos trenes de engranajes para acumular una reserva de energía en un pequeño muelle cercano al escape (B).
Cada remontoir se recarga a intervalos de 10 segundos y garantiza que la energía suministrada al volante varíe muy poco. Además, los dos remontoires funcionan alternativamente uno tras otro, separados por intervalos de 5 segundos, de modo que cada uno compensa las variaciones del otro. Ahí es nada...
Y este es aspecto que tienen sus 39 mm de diámetro. No se ve en la foto fija, pero la segundera superior -la del hueco en la esfera- gira en sentido contrario al habitual.
También hay una versión sin abrir la esfera
Con ese mismo principio ha concebido el Cronómetro de Triple Certificado (44 mm), avalado por tres entidades cronométricas distintas (no las mencionan por sus nombres en su web, pero una de ellas es, obviamente, el COSC) ha conseguido certificar una desviación máxima de +0,18 segundos por día. Con él ganó el premio de cronometría del GPHG 2024.
Los acabados a mano son simplemente hipnotizantes, por no hablar de la trasera totalmente en zafiro que permite verlos en todo su esplendor. Por cierto, aunque aparentemente sean una reducción a escala uno de otro, los dos calibres se han diseñado desde cero.
La producción es muy limitada, unos 50/60 relojes al año en ediciones de 8 unidades por modelo, y sus precios están alrededor de los 150.000 CHF antes de impuestos. Podéis saber más en su web:
lederertimepieces.com
Algo más terrenal para la segunda parada en el hotel Beau Rivage: Louis Erard sigue con las colaboraciones (y las ediciones limitadas a 178 unidades) y esta vez presentaba su habitual regulador con una esfera realizada por GoS, el relojero vikingo que trabaja el damasco. Pude hablar con Patrik Sjögren, la S de GoS, quien me explicó la complicada técnica de "mezclar" planchas metálicas de distinta densidad y dureza para, con la ayuda de ácido sulfúrico (o sulfhídrico, ahora no recuerdo bien), conseguir esos motivos que hacen pensar en un fluido.
Pude ver en directo otros modelos -casi todos agotados ya- presentados recientemente. Uno de los que más me llamó la atención fue el que parecía un estuche de maquillaje: admito que cuando lo publiqué me dejó bastante frío por su temática, pero tenerlo en la mano me hizo entender el juego lúdico que propone la marca con algunas desus presentaciones. El tacto de la caja negra brillante te hace pensar en ese estuche, mientras que las texturas percibidas a través del cristal te hacen olvidar que estás viendo un reloj.
Otras colaboraciones, ya agotadas: con Konstantin Chaikin
Vianney Halter (duró minutos, me dicen)
Massena Labs. No es un regulador sino un crono monopulsador de 30 minutos.
Stefan Kudoke. Eran tan bonitos que hubo que hacer varias versiones, incluyendo una con madreperla. Y los del "resucitado" Alain Silberstein que se ven debajo. A él lo vi por los pasillos de la feria, por cierto.
La historia reciente de Favre Leuba es un tanto azarosa. En manos de la familia fundadora hasta 1985 (la crisis de cuarzo, ya saben), en su página dice que fue fundada en 1737 porque un tal Abraham Favre aparecía como relojero en cierto documento, algo que también clama para sí Blancpain y que si atendemos a lo que desveló en su día Perezcope la pondría (a Favre Leuba) como la manufacura más antigua. Desde 1985 ha habido entre dos y tres intentos de recuperarla, siempre basándose en los modelos históricos, que no son pocos. Llegó a estar en manos de un grupo inversor francés vinculado al fundador de Time Force (2007) para posteriormente (2011) pasar al grupo indio Tata. Tenía sentido, porque Favre-Leuba había tenido en ese país-continente el grueso de su mercado histórico... pero tampoco funcionó porque se quiso hacer de ella una marca de lujo que no era.
Versión larga:
www.horalatina.com
Ahora, con un nuevo equipo directivo centrado en hacer de la buena relación calidad-precio su objetivo, se han centrado en los modelos históricos menos sofisticados (ergo, más económicos) y puede ver algunos de ellos. Empezando por el Deep Blue, un diver con todo el aspecto vintage que puede darle su diseño original de los 60 combinado con un lume de color tostado. Interesante la forma de la minutera y la segundera, en forma de flecha. El bisel lleva zafiro sobre el insert de aluminio, y también es de zafiro el cristal.
La iteración del Deep Blue en otros colores (que, siendo casi iguales, por alguna razón a mí me recordó a los Breitling Superocean), con sus 40 mm de diámetro frente a los 39 del "original". Distinto brazalete y opción de caucho. Bisel de aluminio, curiosamente.
Otro guiño vintage, el Sea/Sky. A mí me parece que las agujas se quedan un tanto cortas, aunque es cierto -y así lo comentamos con los responsables de la marca- que tienen la longitud justa para rozar los índices que les corresponden. La minutera, al menos.
Más cronos, estos con la caja de tipo "guijarro". Los Chief, de los que el año pasado ya se presentaron los tres agujas y que dejaron bastante fríos a los aficionados. Una versión con las agujas doradas combinada con una correa de caucho beige me alteró ligeramente el pulso
Me gustaron los detalles de la caja, que coinciden con los de las hebillas cuando están presentes
En todos los casos montan calibres de una manufactura que cada vez suena más: La Joux Perret, sean de tres agujas o cronos,en este último caso con rueda de pilares. Los precios de los solo hora andan por los 2.500 € (3.100 una versión del Deep Blue con esfera en malaquita) mientras que los de los cronos están por los 5.100 (algo menos los Sea/Sky al no llevar brazalete).
De los solo hora presentan un "talking piece" con tourbillon por 28.900 € de los que solo harán 25 unidades y detrás de cuyo movimiento está Jean-François Mojon, alma del fabricante de calibres Chronode (que produce también para Czapek, entre otros). Además del tourbillon, me gustó mucho la textura multidimensional de la esfera.
Más info, aquí:
www.favreleuba.com
Bueno, todavía no son las 11:30 de la jornada y voy a tener que dejar aquí esta primera parte, que el sistema no me deja cargar más imágenes.
Seguimos aquí:
Un día en Ginebra, segunda parte
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La jornada empezó pronto. A las 6:00 estábamos embarcando no más de 20 personas como todo pasaje. Parecían otros tiempos.
Algo bonito de tomar un avión tan temprano son esos amaneceres vistos desde lo alto
Y los Alpes. A ver si es verdad lo de "año de nieves, año de bienes" y lo de los aranceles se diluye un tanto, porque ya se empiezan a recibir notas de prensa por parte de las marcas que venden a USA acerca de nuevas subidas de precios. Aunque no solo los suizos...
No os voy a poner con quién coincidí en el avión -que tiene mérito conocer a dos de veinte, un diez por ciento del pasaje- ni que en el camino del aeropuerto a la feria (diez minutos andando, 8:15 de la mañana) me crucé con otra cara conocida. Baste saber que entrando al recinto -primera hora- me encotré con Carlos Rosillo:
Esto que sigue no es una novedad, ni una nota de prensa. Ni siquiera una noticia. Es el resultado -más bien el resumen- de una conversación casual a partir de un encuentro no programado con el responsable de una de las marcas más peculiares del panorama relojero. Porque Bell&Ross es una marca peculiar desde el momento en que ha sido capaz de mantener durante -por ahora- veinte años una seña de identidad por la que pocos hubieran apostado en su momento ni a corto ni, por supuesto, a largo plazo. Treinta años más tarde, esa peculiaridad no solo no se ha perdido sino que se ve reforzada...
- Goldoff
- Respuestas: 16
- Foro: Foro General
quien me invitó a su stand para mostrarme, fuera de programa, lo que allí se exponía. Celebran los 20 años del BR-92, el primer reloj cuadrado de la marca y, lejos de estar el concepto agotado, lo están celebrando con nuevos modelos, nuevos calibre "X-shape" proporcionados por Kenissi -donde Chanel, propietaria del 20% de las acciones de B&R, tiene también participación-.
Por si fuera poco, el nuevo BR-03 Astro con su luna y sus satélites está teniendo un éxito ineperado hasta para ellos, especialmente en los Estados Unidos, donde el día de la presentación se vendieron 30 del tirón, y todavía sin existencias.
Además del arsenal que tienen preparado para presentar en septiembre -estaba en el stand pero no se podía fotografiar- han lanzado lo que también parece que va a ser un éxito: la línea urbana BR-05, esta vez en 36mm. No se trata de una reducción a escala del modelo más grande, sino de un verdadero nuevo reloj que, por ejemplo, ha reducido su grosor en un 50%.
Y esta de propina. Me resulta admirable comprobar cómo una gestión meticulosa tanto del producto como de los precios mantiene a la marca en la cresta de la ola durante tantos años. Y que sea por muchos más.
Estas fotos son para demostrar que, aunque esta vez no los pude probar, "yo también vi las vitrinas de Rolex"

La info, aquí:
También pude ver en directo los precisos relojes de Parmigiani Fleurier, de los que también traje la novedad la semana pasada:
Mi primera visita programada. Poca gente fuera del mundillo conoce a Bernhard Lederer (edito, por lo menos @jdiaz26 sí, lo he visto esta mañana

De forma similar al enfoque de George Daniels, Bernhard Lederer ha instalado las dos ruedas de escape al final de dos trenes de engranajes separados, cada uno con su propio barrilete. Sin embargo, la funcionalidad y la arquitectura del escape se han rediseñado para garantizar la máxima eficacia de los impulsos al oscilador. (A)
Cada juego de ruedas de escape ha sido equipado con su propio remontoir, un mecanismo que rebobina un pequeño muelle cada 10 segundos y garantiza así un flujo uniforme de energía al escape. (B)
La energía que alimenta el movimiento se transmite desde dos barriletes (C) a través de dos trenes de engranajes independientes (D), cada uno de ellos conectado a una rueda de escape específica. Además, Bernhard Lederer ha integrado un remontoir d'égalité en cada uno de los dos trenes de engranajes para acumular una reserva de energía en un pequeño muelle cercano al escape (B).
Cada remontoir se recarga a intervalos de 10 segundos y garantiza que la energía suministrada al volante varíe muy poco. Además, los dos remontoires funcionan alternativamente uno tras otro, separados por intervalos de 5 segundos, de modo que cada uno compensa las variaciones del otro. Ahí es nada...
Y este es aspecto que tienen sus 39 mm de diámetro. No se ve en la foto fija, pero la segundera superior -la del hueco en la esfera- gira en sentido contrario al habitual.
También hay una versión sin abrir la esfera
Con ese mismo principio ha concebido el Cronómetro de Triple Certificado (44 mm), avalado por tres entidades cronométricas distintas (no las mencionan por sus nombres en su web, pero una de ellas es, obviamente, el COSC) ha conseguido certificar una desviación máxima de +0,18 segundos por día. Con él ganó el premio de cronometría del GPHG 2024.
Los acabados a mano son simplemente hipnotizantes, por no hablar de la trasera totalmente en zafiro que permite verlos en todo su esplendor. Por cierto, aunque aparentemente sean una reducción a escala uno de otro, los dos calibres se han diseñado desde cero.
La producción es muy limitada, unos 50/60 relojes al año en ediciones de 8 unidades por modelo, y sus precios están alrededor de los 150.000 CHF antes de impuestos. Podéis saber más en su web:
Lederer Timepieces Central Impulse Chronometer | Lederer Timepieces
Lederer Timepieces, winner of the GPHG Innovation Prize 2021. Our Central Impulse Chronometer is the pinnacle of Swiss watchmaking expertise.

Algo más terrenal para la segunda parada en el hotel Beau Rivage: Louis Erard sigue con las colaboraciones (y las ediciones limitadas a 178 unidades) y esta vez presentaba su habitual regulador con una esfera realizada por GoS, el relojero vikingo que trabaja el damasco. Pude hablar con Patrik Sjögren, la S de GoS, quien me explicó la complicada técnica de "mezclar" planchas metálicas de distinta densidad y dureza para, con la ayuda de ácido sulfúrico (o sulfhídrico, ahora no recuerdo bien), conseguir esos motivos que hacen pensar en un fluido.
Pude ver en directo otros modelos -casi todos agotados ya- presentados recientemente. Uno de los que más me llamó la atención fue el que parecía un estuche de maquillaje: admito que cuando lo publiqué me dejó bastante frío por su temática, pero tenerlo en la mano me hizo entender el juego lúdico que propone la marca con algunas desus presentaciones. El tacto de la caja negra brillante te hace pensar en ese estuche, mientras que las texturas percibidas a través del cristal te hacen olvidar que estás viendo un reloj.
Otras colaboraciones, ya agotadas: con Konstantin Chaikin
Vianney Halter (duró minutos, me dicen)
Massena Labs. No es un regulador sino un crono monopulsador de 30 minutos.
Stefan Kudoke. Eran tan bonitos que hubo que hacer varias versiones, incluyendo una con madreperla. Y los del "resucitado" Alain Silberstein que se ven debajo. A él lo vi por los pasillos de la feria, por cierto.
La historia reciente de Favre Leuba es un tanto azarosa. En manos de la familia fundadora hasta 1985 (la crisis de cuarzo, ya saben), en su página dice que fue fundada en 1737 porque un tal Abraham Favre aparecía como relojero en cierto documento, algo que también clama para sí Blancpain y que si atendemos a lo que desveló en su día Perezcope la pondría (a Favre Leuba) como la manufacura más antigua. Desde 1985 ha habido entre dos y tres intentos de recuperarla, siempre basándose en los modelos históricos, que no son pocos. Llegó a estar en manos de un grupo inversor francés vinculado al fundador de Time Force (2007) para posteriormente (2011) pasar al grupo indio Tata. Tenía sentido, porque Favre-Leuba había tenido en ese país-continente el grueso de su mercado histórico... pero tampoco funcionó porque se quiso hacer de ella una marca de lujo que no era.
Versión larga:

Una historia de Favre Leuba a través de los archivos de Europa Star
Mientras Favre Leuba se embarca en un nuevo capítulo este año con los primeros relojes nuevos que se presentarán en los Geneva Watch Days, vale la pena echar un vistazo más de cerca a la rica historia de la marca, una tarea que se hace mucho más fácil gracias al extenso archivo de documentos de...
Ahora, con un nuevo equipo directivo centrado en hacer de la buena relación calidad-precio su objetivo, se han centrado en los modelos históricos menos sofisticados (ergo, más económicos) y puede ver algunos de ellos. Empezando por el Deep Blue, un diver con todo el aspecto vintage que puede darle su diseño original de los 60 combinado con un lume de color tostado. Interesante la forma de la minutera y la segundera, en forma de flecha. El bisel lleva zafiro sobre el insert de aluminio, y también es de zafiro el cristal.
La iteración del Deep Blue en otros colores (que, siendo casi iguales, por alguna razón a mí me recordó a los Breitling Superocean), con sus 40 mm de diámetro frente a los 39 del "original". Distinto brazalete y opción de caucho. Bisel de aluminio, curiosamente.
Otro guiño vintage, el Sea/Sky. A mí me parece que las agujas se quedan un tanto cortas, aunque es cierto -y así lo comentamos con los responsables de la marca- que tienen la longitud justa para rozar los índices que les corresponden. La minutera, al menos.
Más cronos, estos con la caja de tipo "guijarro". Los Chief, de los que el año pasado ya se presentaron los tres agujas y que dejaron bastante fríos a los aficionados. Una versión con las agujas doradas combinada con una correa de caucho beige me alteró ligeramente el pulso
Me gustaron los detalles de la caja, que coinciden con los de las hebillas cuando están presentes
En todos los casos montan calibres de una manufactura que cada vez suena más: La Joux Perret, sean de tres agujas o cronos,en este último caso con rueda de pilares. Los precios de los solo hora andan por los 2.500 € (3.100 una versión del Deep Blue con esfera en malaquita) mientras que los de los cronos están por los 5.100 (algo menos los Sea/Sky al no llevar brazalete).
De los solo hora presentan un "talking piece" con tourbillon por 28.900 € de los que solo harán 25 unidades y detrás de cuyo movimiento está Jean-François Mojon, alma del fabricante de calibres Chronode (que produce también para Czapek, entre otros). Además del tourbillon, me gustó mucho la textura multidimensional de la esfera.
Más info, aquí:
FAVRE LEUBA® – CONQUERING FRONTIERS FOR 288 YEARS
FAVRE LEUBA is one of the oldest & revered luxury swiss watch brands in the world with timepieces such as the Dress, Dive & Sport. Explore Now!

Bueno, todavía no son las 11:30 de la jornada y voy a tener que dejar aquí esta primera parte, que el sistema no me deja cargar más imágenes.
Seguimos aquí:
Un día en Ginebra, segunda parte
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