Hoy le toca a tres Orient de los que tengo algunas fotos de cerca. Los Orient son relojes muy elaborados, siempre es interesante ver uno de cerca.
Del icónico King Master me gusta mucho ver de cerca el lumen de las agujas, me recuerda a los capullos de los gusanos de seda, y la riqueza de apliques que tiene, como los de las horas con su curiosa forma de podium, y algunos con un grosor mayor de lo esperado, como los de las famosas tres estrellas que luce como buen clásico de la marca.
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El Orient Voyager está a un nivel de acabados muy alto. Es un Orient de los 2010, de cuando todavía hacían algunos relojes tan buenos como los Orient Star sin ser Star. No solo por el calibre complicado y preciso o por un zafiro AR o un brazalete de tanta calidad como los de un Orient Star, sino por un nivel de acabados también similar. El Voyager tiene agujas semi esqueleto y de tres caras, porque están ampliamente biseladas por ambos lados, tiene un lumen espectacular y colocado sin la más mínima imperfección en cada aplique y aguja, perfectamente alineado en todos los sitios, e incluso en la agujita de la reserva de marcha; y pese a que gran cantidad de sus muchos índices e inscripciones están pintados sobre texturas y guilloché, todo está muy bien hecho, sin defectos. Defectos que sí he visto a veces en fotos de cerca de relojes de marcas famosas mucho más caras.
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De este también tengo algunas fotos de su brazalete, por supuesto completamente macizo, que si a primera vista parece un sencillo brazalete de tres eslabones cepillados, tiene un finísimo acabado cepillado muy suave y los eslabones rebajados con un escaloncito pulido en su parte inferior, que le da un toque de elegancia al igual que el guilloché de la esfera y otros detalles de acabado, a pesar de ser un reloj herramienta. El Voyager es un instrumento de viaje, con regla de cálculo, función GMT, reserva de marcha, wr.100m con sus dos coronas roscadas, pero con clase.
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Y el Orient Star Retrógrado es una delicia de calidad y acabados. Tiene una esfera con varias capas, los bordes de las subesferas están perfectamente acabados a pesar de la dificultad del guilloché, tiene remates metálicos y apliques satinados y pulidos que dan mucha sensación de calidad, las agujas tienen dos caras, una pulida a espejo y la otra satinada, cinco tipos de guilloché, unos más finos y otros más gruesos, con diferentes dibujos, y con todos sus índices y numeritos perfectamente pintados sobre las texturas, los apliques de las horas son facetados, con biselados y acanalados, para producir bonitos brillos al mover el reloj, mejorando la legibilidad aunque no haya mucho contraste de color con la esfera y aumentando la sensación de calidad, de reloj muy elaborado.
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