De todas formas, hablamos por hablar. No sabemos la importancia del reloj en la historia, quizás sea solo un detalle de atrezzo más, o quizás hay cuestiones que giran en torno a él. Tampoco sabemos el nivel económico o de vida del padre, si el alcohol lo consumió y alejó de su familia terminando tirado en la calle (en cuyo caso yo descartaría relojes caros) o si por el contrario, pese a su enfermedad, mantenía un buen ritmo de vida (caso en el que sí tendría cabida un reloj de oro).
No obstante, me parece un ejercicio bastante divertido este, porque le estamos asignando un reloj a una persona que no conocemos, y es curioso como pasamos del Rolex falso que propongo yo, a un Longines de oro que proponía otro colega, pasando por opciones intermedias. Además de divertido, es curioso, porque estamos asociando niveles de vida y económicos al reloj que el personaje llevaría en la muñeca, señal, por otra parte nada nueva para nosotros, de que este complemento en muchas ocasiones define a su propietario.
Me gusta el juego.
Saludos